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Aferrados a la segunda oportunidad

Aferrados a la segunda oportunidad

La agencia de colocación de Ibecon ha insertado en cinco meses a 400 desempleados llegados del servicio público de empleo

Ángel Blanco Escalona

Lunes, 21 de marzo 2016, 12:10

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«Cuando te quedas en paro te encuentras, sobre todo, perdido. No sabes qué es lo que tienes que hacer. En los dos años que estuve en el Servicio Público de Empleo, mientras cobraba la prestación contributiva, solo me llamaron dos veces para preguntarme si había hecho algún curso que incorporar a su base de datos. Los cursos están expuestos en un tablón y muchas veces, para entender de qué tratan, se necesitaría hacer un curso». Lo explica Jorge González y lo suscriben Luis Miguel San Juan y Brigite Evangelista. Los tres llegaron a Ibecon, un centro de formación certificado ahora como agencia de colocación, después de inscribirse en el Plan Prepara, el programa de recualificación profesional para desempleados de larga duración que va acompañado de una ayuda de 400 euros durante seis meses.

En España hay 81 entidades acreditadas como agencias de colocación;la mayoría centros de formación y empresas de trabajo temporal. Una de ellas es la empresa vallisoletana de formación y consultoría de recursos humanos Ibecon.Colabora con el Servicio Público de Empleo (Sepe) en la inserción de trabajadores desempleados. En octubre de 2015 recibió la encomienda de buscar empleo a un colectivo de cuatro mil parados de larga duración del Prepara. En poco más de cinco meses ha encontrado empleo a cuatrocientos.

«El sistema de colaboración público-privada de agencias de colocación, copiado de Gran Bretaña, es muy bueno afirma Lorenzo Alonso, director general de Ibecon. Allí, los desempleados pasan primero por el servicio público de empleo, que tiene una tasa de inserción del 40%. A quienes no encuentran trabajo en un año les pasan a una agencia privada de colocación, que tienen unas tasas de éxito del 15% en estos colectivos de difícil colocación».

En España, donde la tasa de inserción del SPE es del 3%, el sistema todavía no ha cumplido un año. «Aquí el servicio público es muy proteccionista. Cuando una empresa les pide un trabajador, tienen que enviar primero al más desfavorecido, que muchas veces no es la persona que la empresa necesita. Nosotros sí intentamos dárselo», explica Alonso.

La agencia de colocación cobra de la Administración una cantidad por cada desempleado que inserta en el mercado laboral cuando está trabajando más de seis meses. «Son cantidades que oscilan entre los 300 y los 3.000 euros, dependiendo del tiempo que lleven en el desempleo, de si están cobrando una prestación, su edad, la formación previa, etc.»

Según el fundador de Ibecon, «los resultados del modelo podrán valorarse dentro de unos diez meses, pero lo cierto es que la agencia lleva un ritmo de inserción de sesenta desempleados al mes».

Lanzamiento de currículum

Licenciado en Historia de Arte, Luis Miguel San Juan ha trabajado como formador de medios audiovisuales, como crítico de cine y como friegaplatos. También estuvo trece años trabajando en el sector de lalogística y, después, dos años en el paro. «Lanzar currículos masivamente sirve de poco argumenta. En la oficina de empleo recibes un trato administrativo y, mientras cobras la prestación contributiva no te llega ninguna oferta. Entonces, tan pronto como me apunté al Prepara, fue cuando me llamaron para orientarme hacia una ocupación con demanda laboral». Ahora tiene un contrato y se dedica a la confección y publicación de páginas web.

Aunque no es el caso de Luis Miguel, hasta la agencia de colocación llegan personas «que ya no están valorando volver a trabajar y con las que hay que centrarse mucho en la motivación». Ibecon cuenta con, por una lado orientadores laborales y, por otro, prospectores del mercado. «Los orientadores realizan una entrevista para conocer la formación y experiencia de los candidatos, que hacen un test de empleabilidad para conocer cuál es la probabilidad de una inserción efectiva», señala Laura Herrero, directora de la agencia de colocación. «También les hacemos un análisis de debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades (dafo) porque mucha veces no tienen consciencia de en qué podrían ellos trabajar y qué sectores del mercado laboral ofrecen puestos. Con un test de competencias vemos cuáles son las habilidades que tienen más desarrolladas, algo que no aparece en el currículum pero que es muy útil de cara a una entrevista de trabajo».

A partir de entonces, la agencia lanza su currículum por las empresas, a la vez que continúa haciendo un seguimiento de los buscadores de empleo. «Les llamamos una vez a la semana para ver cómo les han ido las ofertas que les hemos mandado y nos vemos presencialmente una vez al mes. Les enseñamos a buscar un empleo en la web de forma activa, o cómo afrontar una entrevista. Es un poco como ponerles deberes», explica Laura Herrero.

Las empresas, según Lorenzo Alonso, empiezan a conocer estos servicios. Es aquí donde entran en escena los prospectores. «Los empleadores están viendo que nosotros les enviamos candidatos que se responden a lo que demandan. Y saben que si no tenemos a nadie del colectivo que nos piden, lo buscamos aunque la Administración no nos pague por él», asegura.

Demasiada confusión

Como agencia de colocación, ahora trabajan con el Plan Prepara, pero antes lo han hecho con beneficiarios de la Renta Garantizada de Ciudadanía de la Junta y próximamente esperan una licitación para menores de 30 años. Además, Ibecon tiene programas de formación dual con empresas como Benteler, Grupo Antolin, Gullón, Gestamp, o la Asociación de Hostelería de Valladolid. «Con ellas las inserciones son directas».

Tras ocho años en Metales Extruidos, Jorge González pasó más de dos en paro debido al cierre de la empresa y a las expectativa de que el nuevo propietario pudiera volver a llamarle. Consumida la prestación, su entrada en el plan Prepara «fundamentalmente por los 400 euros» supuso que viese por primera vez que tenía posibilidades de volver a trabajar. «Iba a las a ETT, a los polígonos, a dejar el currículum donde te dicen que van a contratar, pero sin ningún resultado comenta. Entonces me llamaron de Ibecon, hice un curso de mecanizado y hace casi un mes he empezado a trabajar en una empresa de automoción».

Tanto él como Brigite Marisa Evangelisa coinciden en describir la situación en la que se encuentra la persona desempleada como «muy perdida». Esta mujer portuguesa siempre se había ocupado en empleos como dependienta o limpiadora, sin darse cuenta de que podía desempeñar otros trabajos como el que ahora ha encontrado en el servicio de habitaciones de un hotel. «Cuando se acaba la prestación todo es confusión. La gente te dice una cosa y luego vas a la ventanilla y no es así. Tienes que esperar y esperar y yo llegué a valorar marcharme a mi país», afirma.

«Las empresas de formación interviene el director de Ibecon hemos variado mucho nuestra orientación y desde que podemos intermediar en el mercado laboral enfocamos los cursos hacia actividades dirigidas a la empleabilidad. Por así decirlo hemos pasado de dar cursos de Office a darlos de, por ejemplo, electromecánica».

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