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Castilla y León cuenta con 2.000 cooperativas

Las entidades de la economía social facturan más de 3.000 millones de euros al año y emplean a cerca de 18.000 personas en la comunidad autónoma

el norte

Jueves, 7 de agosto 2014, 19:39

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Castilla y León cuenta en la actualidad con 2.091 cooperativas en funcionamiento (datos a 30 de abril de 2014) que dan empleo a 18.000 personas y facturan más de 3.000 millones de euros, con lo que constituyen una herramienta económica para la cohesión social de la comunidad autónoma, según recordó la Junta en un comunicado.

De éstas, destacan por su número las más de 1.100 vinculadas al sector agrario (577 relacionados con la agricultura pura y 531 de explotación comunitaria de la tierra). A ellas se suman las 630 de trabajo, 245 de vivienda o las 37 de segundo grado (las constituidas por, al menos, otras dos cooperativas).

La Consejería de Economía y Empleo destacó que la actividad económica y empresarial desarrollada a través del cooperativismo «favorece el impulso de nuevos proyectos empresariales y ejerce un papel de liderazgo en la vertebración social». Además, añadió que tiene un rol importante en el desarrollo de la actividad económica en zonas geográficas periféricas y, generalmente, en el medio rural, donde contribuye a la creación de servicios y actividades emergentes que impulsan una mayor calidad de vida.

Fuentes de la Junta subrayaron que la actividad económica de las cooperativas tiene un papel importante en la mejora de la competitividad, la innovación y el desarrollo empresarial, «impulsando el mantenimiento y el crecimiento de empresas tractoras en entornos rurales con mayor capacidad para la atracción de otras empresas». En Castilla y León hay ejemplos de grandes empresas cuya forma jurídica es la de cooperativas, como el caso de Acor, Cobadu y Copiso, entre otras.

Resistencia a la crisis

Las sociedades cooperativas tienen una especial capacidad de resistencia en situaciones de dificultades económicas como la crisis de los últimos años. El Gobierno regional recalcó que este tipo de sociedades «ha logrado mantener un nivel de actividad económica y de generación de empleo notable» basado en el «espíritu del cooperativismo, que se define como el trabajo en un fin común que lleva a que un grupo de personas asuman iniciar un proyecto empresarial común, como socios, entendiendo que varios o muchos tienen más opciones y más posibilidades de éxito que solos, sobre todo en determinados sectores económicos».

También tiene que ver con su éxito el funcionamiento democrático de las cooperativas, que hace que decisiones estratégicas para su funcionamiento como empresas sean tomadas por el conjunto de sus socios, lo que permite que éstas puedan ser más acertadas y por otro lado asumidas por todos.

Por otro lado, el Ejecutivo consideró que su vinculación directa con el territorio ha contribuido fundamentalmente a esta capacidad de resistencia, «permitiendo que el fenómeno de la deslocalización de empresas apenas exista en éste ámbito. Este aspecto es imprescindible en Castilla y León, ya que necesita una estructura productiva capaz de adaptarse a un territorio muy extenso y con una elevada dispersión de su población, aspecto en el que más ha contribuido el cooperativismo para aumentar las posibilidades económicas del medio rural con el mantenimiento de la actividad y el empleo», remarcaron desde la Administración a través de un comunicado.

Mercado laboral

En su capacidad para resistir las dificultades, las cooperativas han mostrado un comportamiento especialmente positivo en el mercado laboral. La destrucción de empleo durante la crisis ha sido ocho puntos inferior en las cooperativas que en el resto de las empresas y casi el 80% de los contratos en estos pilares de la economía tienen carácter indefinido. Esto es consecuencia, entre otras causas, de la «actitud emprendedora y el trabajo diario de los socios y de la cada vez más decidida apuesta por el uso de las nuevas tecnologías, que ha facilitado que su actividad se haya dirigido a otros campos más sostenibles y rentables».

Fuentes de la Junta aseguraron que las cooperativas tiene un papel importante en la creación de empleo estable y de calidad, «promoviendo además la igualdad de género en el ámbito laboral, dando oportunidad a los jóvenes, contribuyendo de forma muy efectiva al desarrollo local y siendo un referente de responsabilidad social».

Impulso al cooperativismo

Las cooperativas también tienen que impulsar la competitividad, la calidad, la internacionalización, la innovación y la formación. Por ello, la Junta de Castila y León recordó su apuesta por la economía social en general y el cooperativismo en particular, con su impulso de la promoción y desarrollo.

En ese sentido, la Estrategia Integrada de Empleo (2012-2015), que incluye el VI Plan de Empleo y que considera a la economía social como pilar fundamental en el nuevo modelo productivo, incluye medidas de formación, apoyo a la inversión y financiación para proyectos generadores de empleo, entre los que cabe destacar las líneas de financiación empresarial cuyo principal objetivo es facilitar liquidez y capital circulante, junto a otras medidas específicas como las de fomento de la incorporación de socios en cooperativas y sociedades laborales.

Además, en un momento como el actual, la Junta destaca su priorización en el apoyo a las empresas para que actúen como palancas para la recuperación del crecimiento y la creación de empleo. Precisamente en este entorno se mueven los emprendedores sociales como las cooperativas, «como fórmulas de emprendimiento basada en los principios de participación, cooperación, sostenibilidad, integración y confianza en las personas».

En este sentido, la Junta consideró que la comunidad autónoma necesita «más empresas, más fuertes y más competitivas» afirmó a través de la nota, por lo que se lleva a cabo «un esfuerzo especial en crear un entorno atractivo y amable para el emprendedor», afirmaron. Así, el Gobierno regional aprobó la Ley de Estímulo a la Creación de Empresas con el fin de impulsar el desarrollo de políticas de creación de empresas que permitan un amplio reconocimiento social a la figura del emprendedor y un marco propicio al desarrollo de su actividad.

La norma, que establece como destinatarios a los emprendedores y los autónomos las cooperativas, se desarrolló con el Plan de Apoyo a la Creación de Empresas estructurada en cuatro programas y cuyo fin es fomentar el espíritu emprendedor, la formación de emprendedores, la racionalización y simplificación administrativa, y el apoyo a la puesta en marcha, desarrollo y consolidación de los negocios.

Para prestar este apoyo, incide de manera especial en medidas de carácter financiero, entre las que destacan los incentivos fiscales a través de deducciones en el IRPF, tipos reducidos en el impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados o el incremento del porcentaje de reducción en el impuesto sobre Donaciones.

Asimismo, Economía y Empleo recordó que impulsa líneas de financiación como los Microcréditos ADE Emprendedores, o los Préstamos ADE Rural a empresas localizadas o cuyas inversiones se vayan a realizar en municipios de Castilla y León, a excepción de capitales de provincia y su alfoz, y municipios de más de 20.000 habitantes, para los que únicamente será necesaria la garantía de la viabilidad del proyecto.

Este producto financiero será de gran utilidad en relación con el proyecto Ade Rural, que pretende promover la creación de nuevas empresas en el medio rural y prestar apoyo a las ya existentes, así como mejorar su competitividad. En este último aspecto, las cooperativas tendrán una atención preferente y se constituirán «en verdaderas protagonistas del proyecto, en su condición de empresas generadoras de empleo estable y de calidad».

Futura normativa

Por último, la Consejería de Economía y Empleo sostuvo que está impulsando los trabajos, en colaboración con el sector, para modificar la Ley de Cooperativas de Castilla y León, con el fin de adaptarla a la situación económica y social actual y conseguir, entre otros, una reducción de obligaciones y cargas administrativas quefacilite su puesta en marcha, así como un marco más apropiado para el desarrollo de su actividad.

Esta modificación favorecerá, según la Junta, el desarrollo de las cooperativas incorporando nuevas iniciativas que les permitan desarrollarse económica, social y empresarialmente.

El objetivo de esta modificación es «contribuir eficazmente a fomentar la creación y constitución de nuevas cooperativas, así como al fortalecimiento de las ya existentes, haciendo residir en torno a ellas el desarrollo de nuevos yacimientos de empleo, sobre todo en ámbitos rurales y periféricos, lo que incidirá de manera positiva en el desarrollo económico y social de la comunidad», concluyó la Consejería de Economía y Empleo.

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