EE UU se instala en el 'top ten' de compradores de productos de Castilla y León

Las exportaciones de las empresas de la región a EE UU ascendieron el año pasado a 322,18 millones de euros. Son 66 millones menos que en el ejercicio precedente, pero más significativo resulta que en 2008, el total ascendió a 75 millones. En la actualidad, Estados Unidos es el décimo destino de las exportaciones de la comunidad y, junto con Turquía, el único país que no es europeo.

De las 1.140 empresas castellanas y leonesas que, según informa el ICEX, vendieron productos en Estados Unidos en 2017, un puñado aparecen como exportadoras de productos con los códigos Taric 72 (fundición, hierro y acero) y 76 (aluminio).

No son, sin embargo, vendedoras de los materiales en bruto, sino como elementos de productos manufacturados, por lo que el impacto que pueda causarles el proteccionismo de Trump es todavía incierto, cuando no nulo. Se trata de firmas como las burgalesas Cerámicas Gala (fabricante de cuartos de baño); Técnicas Reunidas de Automoción; Castilla y León Aeronáutica (piezas para aviones Boeing); Ubisa (cable para neumáticos); Casple (componentes y conjuntos metálicos con destino a la industria del automóvil) Duo Fast (filial de una sociedad estadounidense quefabrica productos de alambre, cadenas y muelles). También la vallisoletana InBlan, fabricación de freidoras industriales, churreras, algodoneras, buñoleras, máquinas de palomitas y amasadoras para la industria pastelera, panadera y repostera.

«En principio no existen razones para la alarma o la inquietud, ni tampoco se ha emitido ninguna alerta por parte de Aduanas, algo que en otras ocasiones sí ha habido», explica Ana Atienza, responsable de Internacionalización de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Valladolid. «Las bases exportadoras que nuestras empresas han sentado en EE UU son como para sentirse orgullosos; por ejemplo, en muy poco años, el país se ha convertido en el tercer mayor comprador del mundo de vino de Valladolid».

Hasta el momento, los costes que asumen las empresas que quieren vender en el país norteamericano son los habituales en el comercio exterior. Los arancelarios son, explica Atienza, «limitados, quizá más que onerosos, pesados desde el punto de vista burocrático y de etiquetado, con obligación de estar dado de alta en la FDA» (autoridad de seguridad alimentaria) en el caso de vinos y alimentos.

«La seguridad jurídica es máxima y esperemos que así siga siendo», señala Atienza, para quien el descenso en las ventas del año pasado se debe a una mera «corrección de precios». «En realidad, cuando estamos viendo crecimientos tan potentes como los de los últimos ejercicios, lo de 2017 es una nadería. Además, el valor de algunos de los productos que se exportan es muy alto, lo que puede provocar algunas caídas puntuales en un año concreto», añade.

Los sectores que más intereses comerciales tienen en EE UU son el agroalimentario, el de bebidas, los bienes de consumo y los productos industriales y tecnológicos. Castilla y León vende en el país de las barras y estrellas jamones, vinos con DO, galletas, volframio, productos farmacéuticos (cortisona, anticonceptivos, espermicidas, etc), preparados capilares y lacas, piezas de caucho, de metal y de otros tipos para coches, alfombras, máquinas para preparación de comidas y conductores eléctricos, entre otros.

El 29,7% de los productos exportados se enmarcan en el epígrafe de ‘aparatos y material eléctrico’ (95,7 millones) y el 21,8%, en el de ‘máquinas y aparatos mecánicos’ (70 millones). A partir de ahí, ningún otro código supera el 7% de ‘bebidas de todo tipo (salvo zumos)’. El 4% son ‘productos de cereales y pastelería’; y el 3%, ‘vehículos automóviles y tractores’ y ‘productos farmacéuticos’.

Antes, en el cuarto puesto, aparece con el 6% del total el capítulo 99 del Taric, que se refiere a un cajón de sastre de productos que precisan de un permiso específico de las autoridades comunitarias y donde entran desde material militar hasta bienes personales de personas que trasladan su residencia; bienes recibidos en herencia; destinados a organismos de carácter benéfico y hasta ataúdes que contengan cuerpos (en total 20 millones).

Como sucede en tantos otros ámbitos, las estadísticas pueden resultar engañosas cuando se limitan a cifras globales y medias aritméticas. En este caso, 1.140 empresas exportaron a EE UU un total de 322 millones;ahora bien, 225 de ellas (la quinta parte) fueron responsables de ventas por valor de 315 millones (casi el 98%). Es decir, que más de novecientas empresas de la comunidad se repartieron los siete millones restantes.