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Los ingresos por hogar suben en la región hasta 25.255 euros, pero se alejan de la media

Los ingresos por hogar suben en la región hasta 25.255 euros, pero se alejan de la media

El 17,7% de los habitantes de la comunidad viven con menos de 684 euros al mes, una tasa que desciende seis décimas

Ángel Blanco Escalona

Viernes, 28 de abril 2017, 06:06

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Los ingresos de los hogares españoles asciendieron durante 2015 a una media, en términos netos, de 26.730 euros anuales, con un incremento del 2,4% con respecto al año anterior. En Castilla y León fueron 25.255 euros y en este caso registraron un incremento menor: son 417 euros más que un año antes (el 1,7%), frente al aumento de 638 euros registrado en el conjunto del país. Es decir, que la brecha se engrandeció un poco más, hasta dejar el hogar castellano y leonés medio con unos ingresos anuales que están 2.475 euros (206 mensuales) por debajo de la media del país, según la Encuesta de Condiciones de Vida.

Por su parte, el ingreso medio por persona alcanzó los 10.708 euros de media nacional, cifra un 2,8% superior a la registrada el año precedente. El dato autonómico, en este caso mayor que el promedio, es de 10.815 euros, con alza del 2,3% o, en euros, 245, lo que sitúa a Castilla y León en el noveno puesto de la clasificación. Los ingresos medios anuales más elevados se dieron en País Vasco (14.345 euros por persona), Navarra (13.408) y Cataluña (12.660). Por contra, los más bajos se registraron en Región de Murcia (8.273 euros por persona), Andalucía (8.398) y Extremadura (8.674).

El Instituto Nacional de Estadística ordena a todas las personas según la cuantía de los ingresos por unidad de consumo y las divide después en cinco grupos iguales, es decir, con el 20% de las personas del conjunto de España en cada grupo. El primer quintil corresponde al 20% con menores ingresos; el segundo, al 20% siguiente, y así sucesivamente hasta llegar al quinto quintil correspondiente al 20% de las personas con mayores ingresos.

Si trasladamos esos quintiles a Castilla y León, el resultado es que en el quintil de menor renta está el 15,9% de la población regional;en el quintil de rentas intermedias-bajas, el 21,3%;en el de rentas intermedias, el 21,8% y en el de intermedias-altas, el 22,5%. Por último en el quintil de mayor renta la comunidad no llega al 20% de media nacional, sino que se queda en el 18,4%

Perfil de la desigualdad

Tras reducirse en casi tres puntos en 2015, la población de la comunidad autónoma que se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social prácticamente se estancó el año pasado y apenas mejoró una décima, del 23,3% al 23,2%. Ello pese a que las personas que perciben menos del 60% de la mediana de los ingresos (el valor que deja una mitad de los mismos por debajo y la otra mitad por encima) descendieron y pese a que los ingresos netos por hogar aumentaron en 417 euros anuales, hasta 25.255.

La mejoría de estos epígrafes y el contraste que ofrecen con respecto a la tasa de pobreza o exclusión deja entrever que la recuperación económica no termina de llegar a una parte de la población, cuyas condiciones de vida no mejoraron el pasado año.

El conocido como Indicador Arope de riesgo de pobreza o exclusión social incluye a las personas que el año anterior ingresaron menos de 8.209 euros en hogares compuestos por dos adultos y dos menores de 14 años, dicho umbral fue de 17.238 euros, que son el 17,7% en Castilla y León. También incluye los hogares que tienen todos sus adultos desempleados o con baja intensidad en el empleo (donde los miembros en edad de trabajar lo hicieron menos del 20% del total de su potencial de trabajo), que suponen el 14,2% en la región. Y engloba también los hogares con carencia material severa (2%), definida como la carencia de al menos cuatro conceptos de la lista siguiente: no tienen capacidad de afrontar gastos imprevistos de 650 euros; han sufrido retrasos en el pago de gastos de la vivienda principal o en compras a plazos; no pueden permitirse ir de vacaciones una semana al año; no pueden mantener la vivienda a una temperatura adecuada; no pueden permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días; y no pueden disponer de automóvil, teléfono, televisor o lavadora).

El 45,5% todavía llega a fin de mes con alguna dificultad

  • Los hogares de Castilla y León que sufren algún tipo de dificultad para llegar a fin de mes han pasado a ser menos de la mitad, en concreto el 45,5%, frente al 51,6% del año anterior y al 60,9% del conjunto de España. En detalle, el 5,2% declaran llegar con mucha dificultad (el tercer porcentaje más bajo por comunidades, tras el 4,8% de Asturias y el 5,1% de Aragón; y con una media del 15,3%); los hogares que llegan al día 30 con dificultad son el 12,8% y los que pasan ciertas dificultades suponen el 27,5%.

  • Con respecto a los resultados de un año antes, disminuyen los hogares castellanos y leoneses que no pueden permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año (son el 30,4%, frente al 38,7% de la encuesta anterior, o el 39,5% de España); los que no pueden permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días (1,9%); los que no pueden mantener la vivienda a una temperatura adecuada (3,6%); y los que no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos (24,5%), apartados en los que la región presenta resultados mejores que la media.

  • Por contra, aumentan ligeramente los hogares que se han retrasado en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de gas, comunidad...) en los últimos 12 meses (4,4%); los que no pueden permitirse un automóvil (4%); y los que no pueden disponer de un ordenador personal (3,8%). Castilla y León es la tercera comunidad con menos retrasos en los pagos de la vivienda, lejos del 8,4% nacional y muy cerca de Navarra (3,9%) y Extremadura (3,8%).

  • El 83% de los hogares autonómicos tienen la casa en propiedad, un punto menos que un año atrás pero seis más que la media nacional (77,1%). Aumentan quienes viven de alquiler a precio de mercado y ya suponen el 9,2%, frente al 7,6% de doce meses atrás.

El índice Arope diseñado por la Comisión Europea y que traducido a números naturales coloca a 567.400 castellanos y leoneses, casi uno de cada cuatro, en situación de riesgo de pobreza o exclusión social constituye más bien un medidor de la pobreza relativa, o de desigualdad. Frente al 23,2% de la población de la región, en España es del 27,9%, tras reducirse siete décimas desde el 28,6% de 2015. Tanto en la comunidad autónoma como en el país, tocó techo en 2014 con el 29,2% y el 26,1%, respectivamente.

En su explicación de los resultados de la Encuesta de Condiciones de Vida, el INE señala que «al haberse producido un aumento de los ingresos por hogar, ha aumentado el umbral de riesgo de pobreza en casi 200 euros en el caso de hogares unipersonales, lo que supone una mayor inclusión de personas bajo el indicador Arope, sin se haya producido necesariamente un empeoramiento de su situación económica».

Respecto a la importancia del nivel de formación en el riesgo de pobreza, el INE explica que, a nivel nacional, el 29,2% de la población que ha alcanzado un nivel educativo equivalente a primera etapa de secundaria estaba en riesgo de pobreza. Cuando el grado alcanzado es la educación superior, la tasa cae el 10,3%.

Atendiendo al tipo de hogar, el 42,2% de personas que viven en hogares formados por un adulto con hijos dependientes a cargo se situaban en riesgo de pobreza. En relación con la actividad, el 48,5% de los parados está en riesgo de pobreza, frente al 11% de los jubilados.

Según la nacionalidad, el porcentaje de personas por debajo del umbral de riesgo de pobreza es del 18,8% para los españoles, del 40,3% para los extranjeros de la UE y del 52,1% para las personas de fuera de la UE.

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