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Fernando González-Altés y Pablo César Gutiérrez posan tras el entrenamiento en Pepe Rojo.
El orgullo y privilegio de ser capitán
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El orgullo y privilegio de ser capitán

Pablo César Gutiérrez, del Quesos Entrepinares y Fernando González-Altés, de El Salvador

Miguel A. Pindado

Viernes, 15 de abril 2016, 12:33

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Son la representación de sus respectivos clubes. Hombres serios, responsables y con dotes para liderar grupos tan heterogéneos pero que a la vez deben ser una auténtica piña. Pablo César Gutiérrez, 31 años, licenciado en Ciencias de la Educación física y el Deporte y con ocho temporadas en el equipo de División de Honor, es el capitán del VRAC Quesos Entrepinares, mientras que Fernando González-Altés estrena capitanía en el SilverStorm El Salvador esta temporada, a su 24 años, con la carrera de Derecho a punto de terminar y con media vida en club. Además, el veterano Manu Serrano, eterno capitán chamizo, ha sufrido una recaída en su lesión muscular y no podrá jugar la final copera.

¿Qué supone ser capitán en un equipo de rugby?

Pablo César: Es todo un privilegio y más aún cuando se trata del mejor equipo de España. De todas formas, en esta plantilla tan amplia de casi 40 jugadores compartimos cuatro compañeros las tareas de capitanía, aunque por experiencia y veteranía me toca ejercer en estas labores.

Fernando: Para mí es todo un orgullo ser capitán de El Salvador y llevar el brazalete que antes portaron mis ídolos, aunque también es un gran ejercicio de responsabilidad, no tanto en los momentos buenos como sí en los menos buenos.

Con tanto extranjero, en teoría grandes jugadores, ¿es fácil llevar el brazalete de capitán?

P. C.: No hemos tenido nunca problemas con los jugadores foráneos. Enseguida han asumido su papel. Aquí todos los jugadores vienen al sumar y aportar, por lo que la convivencia es más fácil. Además tampoco el capitán impone su criterio, sino que todo el equipo aporta.

F.: La integración de todos los jugadores nuevos, tanto foráneos como de la casa ha sido muy normal y sin problemas. Hicimos un viaje juntos en pretemporada para conocernos mejor y todo ha ido bastante rodado. Además, cuento con la ayuda de Manu Serrano, que aporta toda la experiencia y madurez necesaria para llevar un vestuario.

¿Es el Quesos favorito?

P. C.: Si miramos la trayectoria de los últimos años, sí, porque hemos ganado todos los títulos, pero a un solo partido, y además en un derbi con El Salvador, todo se iguala bastante.

F.: No cabe duda de que es el actual campeón de Liga y Copa, por lo que es el favorito, pero en una final, a un solo partido y encima en un derbi, puede pasar de todo. Y nosotros estamos dispuestos y preparados para romper la racha quesera.

¿Todo lo que se ha montado alrededor de esta final puede afectar en forma de presión a los jugadores?

-P. C.: No cabe duda de que no es un partido más, de hecho una final nunca lo es pero ciertamente todo el montaje, el estadio lleno, etc., es algo novedoso y sin duda generará algo de ansiedad en los primeros momentos. Una vez metido en el partido, confío en que sepamos abstraernos de todo ello y dedicarnos a jugar.

F.: Han sido quizás unas semanas muy largas, desde que se conoció la designación, el escenario, las vorágine de las entradas, bueno, mi familia se quedó sin entradas porque nadie esperaba esta explosión. Afortunadamente, todo ha ido más o menos escalonado y esta última semana hemos podido volver más o menos a las rutinas, pero no cabe duda de que habrá presión al inicio del partido con tantos miles de aficionados en las gradas, pero una vez pite el árbitro, espero que todos nos dediquemos a jugar. Tenemos muchas ganas de jugar ya este partido.

Son dos equipos que se conocen hasta la saciedad. ¿Es posible la sorpresa?

P. C.: Está claro que conocemos las debilidades y fortalezas del rival y su estilo de juego, como ellos conocen el nuestro, pero cada año llegan jugadores nuevos, los equipos se adaptan, hay nuevos detalles y hay que jugar diferente

F.: Nos conocemos muy bien, pero luego hay que llevar ese conocimiento al terreno de juego, al césped, y no cometer fallos. En el campo las cosas son diferentes y será un encuentro duro y difícil, que habrá que saber disputarlo.

¿Qué jugador les parece más desequilibrante del rival?

P. C.: Sam Katz. Controla muy bien el juego y es un excelente pateador.

F.: Gareth Griffiths. Sabe llevar muy bien el juego de su equipo y no suele fallar los lanzamientos a palos

En el último derbi ganó El Salvador 40-19. ¿Eso quiere decir algo?

P. C.: Es cierto que ha sido el único partido que hemos perdido esta temporada, pero también ganamos los anteriores. Un derbi siempre es más imprevisible.

F.: Cada partido es diferente, y más en un derbi. El Quesos tiene un gran equipo, pero demostramos que se le puede ganar.

¿Qué esperan de la final?

P. C.: Ganarla. Y que no haya ningún problema, que la gente disfrute de la fiesta del rugby y se emocionen con nuestro deporte. Y me gustaría escuchar permanentemente los gritos de ánimo de la afición de Zorrilla.

F.: Pues creo que será un partido duro, muy sacrificado y estoy seguro de que estaremos a la altura del acontecimiento para intentar llevarnos el título.

¿Por qué debe la afición apoyar a su equipo?

P.C.: Porque somos los mejores. Llevamos años demostrando que con un duro trabajo, un buen grupo, mucho esfuerzo y haciendo las cosas bien se pueden ganar títulos. Además tenemos una de las mejores canteras.

F.: Porque somos un club histórico de Valladolid, con mucho arraigo en la ciudad, con un gran apoyo social y con una cantera inagotable y muy bien trabajada. Y nuestro estilo de juego también engancha mucho más a la afición, que espero nos apoye.

¿Conocen al colegiado?

-P. C.: Es Jorge Molpeceres, un árbitro joven pero lo que está haciendo muy bien últimamente, incluso en partidos internacionales.

F.: Me parece que solo he coincidido con Molpeceres en categorías inferiores, pero creo que es un buen colegiado. Lo importante es que haga bien su trabajo.

El siguiente domingo se juega el derbi liguero y seguramente El Salvador y el Quesos se disputarán el título de Liga. ¿Les gustaría volver a jugar en Zorrilla en otra ocasión?

P. C.: Ganar tiene que ser impresionante en Zorrilla, pero quizás jugar dos veces tan seguidas no sé si podría tener la misma repercusión. Por supuesto que Zorrilla es un gran escenario, pero si van a ir solo cinco mil aficionados, casi prefiero el calor de Pepe Rojo.

F.: Quizás sería muy precipitado jugar el final de liga porque primero habrá que pasar semifinales y luego habría una semana de diferencia, demasiado poco para organizar algo parecido a la Copa, pero desde luego sí me gustaría volver a Zorrilla en otra ocasión, que se viese como algo más normal disputar un partido de rugby en el estadio.

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