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Daniel Ricciardo (i) y Daniil Kvyat (d) bailan bajo la lluvia de Austin.
Clasificación pospuesta en Austin, con sainete de la FIA
gp de estados unidos

Clasificación pospuesta en Austin, con sainete de la FIA

La decisión se adoptó después de más de tres horas de sucesivos retrasos

david sánchez de castro

Sábado, 24 de octubre 2015, 23:06

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Amanecerá el domingo del Gran Premio de Estados Unidos y ni en España ni en Austin (Texas) saben quién saldrá el primero en la carrera, prevista para las 21:00h del 25 de octubre, aunque hay serias dudas de si han tenido en cuenta el cambio de hora en España o no. Y decimos previsto, no asegurado, porque la meteorología se ha empeñado en posponer todo lo que se pueda la resolución de la carrera en la que, si el guión que ya ha saltado por los aires se cumplía, Lewis Hamilton iba a proclamarse campeón.

En la FIA parecen no haber aprendido de lo que ya se ha visto tantas veces en este deporte. Como ocurriera en el Gran Premio de Japón de 2010, los responsables de la competición automovilística más importante del mundo, en teoría, decidieron ir posponiendo de media hora en media hora el inicio de la sesión clasificatoria. Pese a que la lluvia no sólo no remitía, sino que arreciaba con más fuerza, los comisarios no anunciaron la cancelación oficial hasta pasadas tres horas desde el inicio previsto de la sesión. Por mucho que tanto los pilotos como los mecánicos y los periodistas allí desplazados miraban con asombro a los máximos responsables, éstos se empeñaban en esperar. Surrealismo puro.

Así, en pista sólo se vio agua y cómo los pilotos y los miembros de las escuderías mostraban sus cualidades menos conocidas. Desde uno de Force India que mostró que es un auténtico genio del break dance, pasando por un Daniel Ricciardo y un Daniil Kvyat que se marcaron un bailecito que hizo las delicias de los sufridos fans. También Carlos Sainz y su compañero Max Verstappen fueron protagonistas, pero no por ellos mismos, sino por sus padres: Carlos Sainz Cenamor y Jos The Boss Verstappen cogieron prestados unos monos de unos mecánicos de Toro Rosso y se montaron en los monoplazas de sus hijos, aunque no se atrevieron a salir a pista. Incluso hubo carreras de barcas entre los miembros de las escuderías Sauber y Force India. Los sufridos seguidores estadounidenses agradecieron el esfuerzo de todos los pilotos, que salieron a saludar, a hacer gestos desde el pitlane o al menos a intentar que sobrellevasen la espera.

Lo absurdo fue que, tras más de tres horas, la FIA anunció que si a las 16:00h (hora de Austin) no había luz suficiente, se pospondría la clasificación hasta el mediodía de la jornada siguiente como se sospechaba al inicio del día.

Hamilton enseña la patita

Aunque la sospecha de que no se iba a poder celebrar la clasificación era bastante obvia, por si acaso todos los equipos y pilotos se empeñaron en rodar durante los terceros entrenamientos libres. Esa sesión que habitualmente no sirve más que para acabar de cuadrar los coches y montar las últimas piezas, acabó siendo prácticamente la última opción de saber quién iba a ser el hombre de la pole. En caso de una suspensión, tanto el sábado como el domingo, cualquier crono marcado en la pista iba a ser suficiente para que la FIA lo diera por bueno.

Así las cosas, Lewis Hamilton no dio opción a la especulación. Ante la duda, el británico marcó el mejor tiempo de la sesión, con casi un segundo de ventaja sobre su máximo y, de momento, único rival que puede aguarle (nótese la ironía) la fiesta este domingo, Sebastian Vettel.

Sorprendente fue un Carlos Sainz que, como confesaron después, tuvo problemas técnicos en su monoplaza. El motor híbrido de su Toro Rosso falló, pese a lo cual sacó fuerzas de flaqueza para hacer un espectacular quinto mejor tiempo que le aupó por encima de Daniil Kvyat y justo por detrás de Valtteri Bottas, dos pilotos que, en teoría, deberían luchar por posiciones más adelantadas.

Por su parte, a Fernando Alonso le sale la misma carta, con sol o con lluvia. El español, que sólo pudo dar 9 vueltas en la jornada, acabó con una 14ª posición que obviamente está muy lejos de lo que desearía, sobre todo si este domingo no se puede celebrar la clasificación por la meteorología adversa. El McLaren del asturiano, al menos, ha mostrado una fiabilidad notable durante todo el fin de semana, y su aspiración será llegar a los puntos.

En cualquier caso, este domingo se espera una carrera caótica. Y es que, a las propias complicaciones climatológicas, se unen unas consecuencias inesperadas: la falta de neumáticos. Pirelli lleva los juegos justos de gomas de lluvia extrema y de intermedios, ya que son los que menos se suelen usar. Este sábado, pese a casi no rodar, algunos equipos ya habían empleado todos los juegos disponibles. Lo dicho: un caos.

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