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El merecido lugar del boxeo
Por donde pasa el pisuerga

El merecido lugar del boxeo

Pedro Retuerto Marqués intenta desde la Federación de Castilla y León que este deporte vuelva a ser protagonista, como hace tiempo lo fue. El Plan Nacional de Tecnificación Deportiva, las ‘Schoolboys Boxing’, las veladas de la Liga, los encuentros internacionales y la proyección de cuatro vallisoletanos hacia los JJ OO son las bases de su proyecto

Santiago hidalgo chacel

Domingo, 14 de mayo 2017, 12:03

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Hubo un tiempo, dicen, en el que el boxeo español era uno de los deportes en lo más álgido por competidores, seguidores, repercusión y comportamiento del tejido social... Sin embargo, esto despareció, como otras tantas cosas, para sufrir su particular odisea en el desierto. Épocas también en las que un doctor de nombre don Vicente Gil y natural precisamente de Valladolid, concretamente de Bolaños de Campos, era el presidente de la Federación Española de Boxeo, de 1956 hasta 1968, y de la AIBA (Asociación Internacional de Boxeo Amateur) entre 1964 y 1971. Resulta que este, además, fue el médico de cabecera del caudillo Francisco Franco durante 37 años, con lo que resultaba lógico entonces que el boxeo contara con el apoyo del régimen. Dicen que Vicente, Vicentón, tan rudo y bruto como un golpe directo al mentón, era el único que se atrevía a decirle las cosas al dictador. Y este, al parecer, le hacía caso.

A Pedro Retuerto esta etapa de gloria del boxeo le llegó casi «de oídas y a través de vídeos». O mediante la prensa. «Conocí a Esteban Núñez a través de los reportajes que salían en Diario Libertad». Hay que remitirse a la década de los setenta en la que, «de 1972 a 1981, España era la segunda potencia mundial de boxeo, tras EE UU», como él dice. En el seno vallisoletano, perdura la imagen de Esteban Núñez, primero como boxeador ,pero luego llevando en el ring a Nani Rodríguez y a Carlos Hernández Pecho Liebre; también de Mauro García, púgil internacional al que precisamente se le ha homenajeado recientemente. «Valladolid tenía al menos cinco púgiles profesionales en la década de los setenta», dice Retuerto. Era ese boxeo antiguo que se celebraba en las piscinas de Samoa o en las veladas en la Feria de Muestras, en las que la picaresca también figuraba como parte del negocio. «En una ocasión se disputó aquí un Campeonato de Europa entre Carlos Hernández y el púgil de Puente Castro Roberto Castañón, y la revancha fue en León. Allí apagaban cada cierto tiempo la luz del pabellón para que se recuperara Castañón porque si ganaba iba al Mundial de EE UU», señala Pedro. Y eso que el leonés Castañón llegó a ser 18 veces campeón de Europa, aunque se le negó el cetro mundial. Luego vinieron Camarero, Alfonso Cavia el Cubi, Fernando el Cartero y Tyson Domínguez, otra de las referencias como boxeador que tuvo Pedro Retuerto al verlo desempeñarse en directo en el Polideportivo Canterac.

Pese a que pueda parecer lo contrario por su físico, Retuerto en realidad nunca boxeó. Era practicante de kickboxing y su llegada al ente federativo fue casi por una casualidad y porque coincidía en el gimnasio con varios púgiles. Un buen día decidió coger las riendas, tal vez ante la inacción que reinaba en la federación regional. En esas, el boxeo castellano y leonés casi languidecía con medio centenar de licencias, lejos de las 500 actuales. Otro hecho constatado. Antes todo el mundo quería enfrentarse con Castilla y León y sus púgiles, porque su nivel no estaba entre los mejores; ahora es todo lo contrario. En 2004 Retuerto se convierte en presidente de la Federación de Boxeo de Castilla y León y poco más tarde se vincula a la española.

En pleno proceso de crecimiento, conoció a Alfredo García Pérez, el que fuese campeón de España universitario y luego una eminencia en el mundo arbitral, delegado internacional de la Asociación Internacional de Boxeo Amateur (AIBA). Lo mismo que a Kiko la Sensación Martínez, un campeón del mundo de peso supergallo que, aun siendo alicantino, formó parte del Club Boxeo Valladolid. Con ellos, el boxeo vallisoletano también creció. Lo mismo que su nivel, participantes y veladas. Porque este deporte comenzó a hacerse más visible en polideportivos de las ciudades y de los pueblos, en Ferias y Fiestas, pero también en la misma Plaza Mayor vallisoletana.

En su etapa anterior y actual como vicepresidente de la Federación nacional, Pedro Retuerto ha apostado entre otras cosas por el boxeo educativo. Los Schoolboys Boxing pretenden hacer llegar el deporte a niños de 10 años en delante y, si en algunos ámbitos han generado polémica, Retuerto defiende que este conocimiento de los principios y valores del boxeo y este boxear de sombras (marcar los golpes sin contacto) es positivo y no violento: «Cuando captamos a los chicos, lo primero que les pedimos es que aprueben sus asignaturas». La federación maneja el dato de que mil son los niños que se han subido a este novedoso programa de boxeo sin contacto donde, «no se enseña a combatir, sino coordinación, autodisciplina y juego limpio».

Otra de las actividades prioritarias es el Plan Nacional de Tecnificación Deportiva (PNTD), al lado también del seleccionador nacional y director técnico de la Federación, el Balita Rafael Lozano. A través de este plan de tecnificación, que se desarrolla en diversas ubicaciones, se pretende expandir el boxeo y captar a practicantes de nivel desde temprana edad. La demanda aumenta y el número de chavales en cada concentración se dispara en cada cita.

Las desavenencias con el anterior presidente de la nacional, Antonio Martín Galán, llevaron a Retuerto, primero a denunciar la gestión de Galán por diversas irregularidades, y después, a posicionarse como aspirante y alternativa en la federación españolal. El trasfondo era que Retuerto no veía el mismo nivel de trabajo y de implicación en la nacional que en la castellana y leonesa. Finalmente, Retuerto apoyó al candidato y presidente desde diciembre de 2016, Felipe Martínez Martínez. «Era necesario avanzar y el cambio, así que no importaba quién estuviera de presidente», dice. El nuevo presidente, proveniente de la Federación murciana, ha contado también con Retuerto en una de sus vicepresidencias, así como en el trabajo que ya venía desarrollando anteriormente, incluida su preparación para los Juegos Olímpicos de Tokio. Aquí una de sus misiones es preparar un buen equipo para la cita. En él, muy posiblemente estarán los vallisoletanos Salvador Jiménez, Miguel Cuadrado además de Toñín Iglesias y Lucas Gómez.

Los torneos internacionales con presencia de boxeadores de diversos países y con el afán de que los púgiles locales ganen experiencia son otras de las preocupaciones de Retuerto en esta actividad frenética sobre todo estos últimos días. Y no descansa: «Uno de mis objetivos es acercar el equipo nacional a Valladolid».

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