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Richie McCaw, capitán de la selección de Nueva Zelanda alzando el trofeo Webb Ellis tras ganar el Mundial de Rugby
Los All Blacks, un ejemplo en el mundo del deporte
Resumen 2016 | Rugby

Los All Blacks, un ejemplo en el mundo del deporte

La selección de Nueva Zelanda ganó en 2016 su decimocuarto Rugby Championship, un año después de haber logrado su segundo Mundial consecutivo

AFP / COLPISA, Pablo San Román

Domingo, 25 de diciembre 2016, 01:48

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«Los All Blacks son un bonito ejemplo de un equipo que gana desde hace años. Los jugadores neozelandeses de rugby se implican en lo que hacen, porque se les da poder y responsabilidades». La frase es de Gareth Southgate, el nuevo seleccionador inglés de fútbol.

Southgate quiere que su equipo se parezca a la selección neozelandesa de rugby. Que sus jugadores sigan el ejemplo de los All Blacks para comprometerse en un objetivo y ser mejores.

Los All Blacks ganaron en 2016 su decimocuarto Rugby Championship, un año después de haber logrado su segundo Mundial consecutivo.

Solo Irlanda pudo frenar a principios de noviembre a un equipo neozelandés que llevaba 18 partidos seguidos sin conocer la derrota, al vencerlos en Chicago por 40-29, aunque dos semanas después, los All Blacks se tomaban cumplida revancha ganando en Dublín por 21-9.

Irlanda pudo sonreír ya que ganó a los neozelandeses por primera vez en su historia desde 1905, después de 28 enfrentamientos infructuosos.

Una manera de consolarse después de no haber podido ganar el Torneo de las Seis Naciones, que Irlanda había logrado en 2014 y 2015, y que esta vez fue para Inglaterra, que se hizo además con el Grand Slam, venciendo en sus cinco partidos.

Un ejemplo de la filosofía All Black es Richie McCaw, que posee el récord de selecciones con Nueva Zelanda (148 partidos) y que fue fiel a la camiseta de una selección en la que solo pueden jugar los que militen en clubes del país.

«Nunca me interesé por las propuestas venidas de Europa, por lo que no analicé la oferta económica. No quería encontrarme con un contrato ante mis ojos, porque las sumas me habrían tal vez obligado a dar vueltas a la cabeza», afirmó McCaw en una reciente entrevista en el diario LEquipe.

El ejemplo de McCaw

«En ningún caso quería que el dinero fuera una motivación, que pesara sobre mis decisiones. Jugar por un cheque, no es para mí. Siempre he jugado por amor y pasión. No creo que habría sido el caso si hubiera fichado por un equipo francés. Clubes del sur de Francia vinieron a buscarme. Insistieron. Pero si hubiera aceptado, me habría traicionado», añadió.

Los que se marchan a clubes extranjeros, atraídos por las buenas sumas que les ofrecen sobre todo los campeonatos de Inglaterra y Francia, tienen cerrada la puerta a los All Blacks.

Richie McCaw, que se retiró del rugby tras el Mundial ganado por su equipo en Inglaterra en 2015, y Dan Carter, que ya en el final de su carrera, a sus 33 años, se jubiló en la selección y aceptó esta última temporada jugar en el Racing 92 parisino, son buenos ejemplos del amor a la camiseta.

Sin McCaw ni Carter, Nueva Zelanda fue capaz de ganar de nuevo en el Rugby Championship en 2016.

Los nombres cambian, pero no la filosofía ni el potencial de los All Blacks. Con algunos jugadores veteranos como Kieran Reid (31 años) o Jerome Kaino (33) y muchas promesas, como Damian McKenzie (21), Rieko Ioane (19) o Anton Lienert-Brown (21), Nueva Zelanda puede mirar con optimismo los próximos Rugby Championship, con el Mundial de Japón-2019 en el horizonte.

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