Alberto Ferreras gana el VI Triatlón Ciudad de Palencia

En cuestión de triatlones, lo importante no es cómo se empieza, sino cómo se termina. Esta frase se la podría tatuar Alberto Ferreras, que después de un tramo más que discreto a nado se rehizo sobre la bicicleta y dio un recital a pie que le permitió hacerse con la victoria en la sexta edición de un Triatlón Ciudad de Palencia marcado por intensísimo calor, una circunstancia que dio un toque aún más épico si cabe a una durísima prueba solo apta para triatletas aventajados.

Con más de 30 grados a la sombra y con un sol de esos que te ponen moreno en 10 minutos con una crema de factor 50. Así arrancó ayer la sexta edición de un Triatlón Ciudad de Palencia, en la que 160 valientes se echaron al Carrión sin temer al sol ni a los lucios que pueblan estas aguas, más usadas por los palentinos para practicar la pesca que la natación. Las mujeres fueron las primeras en probar el estado del agua, ya que salieron 10 minutos antes que los hombres. La organización quiso equiparar de esta manera las fuerzas entre hombres y mujeres por aquello de la discriminación positiva, una medida que permitió que fuesen tres mujeres las primeras en completar el kilómetro y medio de la prueba natación. Elena Díez, con un tiempo de 23 minutos y 21 segundos, fue la primera en llegar a la Plaza Pío XII para coger su bicicleta, seguida de Silvia González y Ana Isabel Villanova.

20 minutos y 54 segundos. Eso fue lo que tardó Rubén de Santiago en completar el recorrido a nado, en el que Rubén Hernández y David Lázaro le pisaron los talones. «Cuidado que resbala». Esa fue la frase más repetida por la organización, y es que las escaleras de acceso desde la ribera a la avenida Santiago Amón no estaban forradas con alfombra y se convirtieron en una pista de patinaje gracias a la que más de un participante convirtió la prueba de ayer en un cuadriatlón, pero, por suerte, la prueba de patinaje no tuvo muchos metros y el paso del agua a la bici no tuvo ninguna parada en el hospital.

El tramo sobre ruedas constaba de dos vueltas a un circuito de 10 kilómetros. Los triatletas tenían que llegar hasta Autilla del Pino y volver dos veces. Tanto Rubén de Santiago como Gorka Bizkarra demostraron que, con trabajo en equipo, una escapada de dos integrantes puede sacar tiempo a un grupo de seis corredores, aunque dentro de ese grupo estén algunos de los favoritos, como Alberto Ferreras, Rubén Guerra, Rubén Hernando o Alberto Bravo, triatleta este último que se tuvo que anteponer a las adversidades y superar unos problemas en el cambio para seguir en ese privilegiado sexteto.

En lo referente a las chicas, Elena Díaz y Silvia González también se compenetraron a la perfección y acabaron el tramo en bicicleta muy destacadas, como marcaban las previsiones. Solo faltaban 10 kilómetros, los de la carrera a pie. Los triatletas abandonaron sus monturas y se calzaron las zapatillas para completar las cuatro vueltas a un circuito de dos kilómetros por el centro de la ciudad. La Calle Mayor, la Plaza España y el Paseo del Salón, entre otros lugares, fueron el escenario sobre el que los participantes se encaminaron hacia la meta de la Plaza de Pío XII.

El primero en llegar fue Alberto Ferreras, que permaneció agazapado en los dos tramos anteriores para abandonar la bicicleta y demostrar que lo suyo es la carrera a pie. El corredor del Triatlón Pisuerga se rehizo tras un comienzo discreto y fue escalando posiciones hasta llegar el primero a la meta con un tiempo de dos horas y 11 minutos. Gorka Bizkarra se tuvo que conformar con la segunda plaza, mientras que el tercero en acabar la prueba fue Rubén de Santiago, que fue incapaz de defender esa primera posición que ostentaba al salir de las aguas del Carrión, de la prueba a nado.

La prueba femenina acabó con Silvia González como ganadora. La triatleta vallisoletana con raíces palentinas logró deshacerse de la compañía de Elena Díez en el tramo a pie y entró en la meta para cuestionar eso que decíamos al principio de que lo importante no es cómo se empieza, sino cómo se termina. Y es que González empezó segunda y acabó primera. Parece más sencillo subir un escalón que una escalera, y más aún si la escalera resbala.

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