Borrar
Gómez Noya, durante una rueda de prensa.
«Dudo que algún deportista haya pasado más revisiones médicas que yo»
Entrevista

«Dudo que algún deportista haya pasado más revisiones médicas que yo»

triatleta

Javier Bragado

Jueves, 10 de diciembre 2015, 09:40

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Javier Gómez Noya (25 de marzo de 1983) es la inspiración del deporte emergente más popular: el triatlón. El gallego ha logrado seis títulos del mundo -uno de ellos en la modalidad Ironman 70.3-, una plata olímpica y una legión de seguidores que ahora pueden disfrutar de interioridades de su carrera gracias al libro 'A pulso' (Editorial Roca), que ha alcanzado ya su tercera edición. La reciente publicación de su biografía sirve para recordar el asunto clave de su vida deportiva, una anomalía cardíaca que le impidió competir durante mucho tiempo porque el CSD le prohibió la autorización para medirse a los mejores triatletas (o duatletas).

¿Ha sido difícil revelar asuntos que no eran públicos para que salgan a la luz en el libro?

Sí, algunas cosas sí que resultaron difíciles porque, aunque siempre han convivido conmigo, pocas veces había hablado de ellas. Y al hablar de ellas las revives y puede resultar duro.

Sólo unos pocos conocían que se le prohibían competir por un asunto cardíaco. ¿Cómo lo vivió entonces? ¿Le resultó difícil guardarse esa información cuando la gente le veía entrenar tanto y no competir?

Fueron los momentos más complicados de mi carrera deportiva, ya que sentía que vivía en una injusticia continua y eso era muy frustrante. Guardarme esa información no fue difícil. Para mí es lo natural. No soy una persona a la que le guste hablar de sí misma o llamar mucho la atención de los demás, por eso sólo un entorno muy cercano a mí conocía lo que realmente estaba viviendo.

¿Piensa que fue algo personal o que era un argumento realmente médico?

No tengo dudas de que los especialistas del CSD actuaron en base a su criterio médico. Al menos al principio. Pero llegó un momento en el que el debate médico estaba bastante claro y la situación se atascó a nivel burocrático. Esto no tengo dudas de que se produjo porque había gente que no quería que yo recuperara la licencia bajo ningún concepto.

En 'A pulso' revela que en algunas carreras pensaba en lesiones anteriores por si podrían reproducirse pero no se observa ningún temor por su corazón. ¿Hasta qué punto olvida los análisis de su dolencia cardíaca?

Sólo he pensado en lesiones durante carreras cuando tenía molestias y sabía que seguir forzando podía acabar produciendo alguna lesión seria. Respecto a mi corazón, en estos últimos años dudo que algún deportista haya pasado más revisiones que yo y por tanto cuando entreno o compito sólo pienso en lo que estoy haciendo en ese momento.

Usted reconoce que durante las pruebas es capaz de pensar en tantas cosas que entonces se da cuenta de que está en gran forma. ¿Qué es lo que más suele pasarle por la cabeza?

Durante las pruebas estoy totalmente concentrado en lo que hago, en la táctica que debo seguir, en estudiar al rival y tomar las decisiones adecuadas. Esto no es fácil, porque en ese momento te duele todo, te falta oxígeno y el cuerpo no quiere hacer lo que la cabeza le ordena. Cuando el cuerpo lo que quiere es ir más despacio, tú le estás diciendo que tiene que ir más rápido. En esos momentos trato de tener pensamientos positivos y acordarme de todos los entrenamientos duros que he hecho y que me han preparado para afrontar esas situaciones difíciles.

¿Hasta qué punto ha llegado a conocer su cuerpo?

Lo conozco muy bien. Con el paso de los años he ido aprendiendo más y más sobre él. Sé cuándo estoy en forma, qué sensaciones debo tener a determinados ritmos, a qué pulso estoy corriendo sin mirar el pulsómetro y cuánto tiempo podría aguantar a un determinado ritmo... Pero aun así el cuerpo siempre sorprende. Por eso hay que ser fuerte mentalmente para superar algunas barreras.

¿Cuál es la clave para ser un triatleta de éxito?

Si hubiera una clave o una fórmula sería muy fácil. Es muy complejo, hay muchos factores que influyen. Un deportista para triunfar tiene que ser muy bueno fisiológicamente, trabajar más de lo que uno pueda imaginar, tener pasión por lo que hace, algo de suerte, tomar decisiones acertadas a lo largo de su vida, estar dispuesto a aprender con humildad, ser crítico consigo mismo, vivir en un lugar que le permita desarrollar su pasión... Si quieres ser nadador pero la piscina más cercana está a 150 kilómetros de tu pueblo, pues desafortunadamente lo tienes complicado.

¿Por qué ha cambiado tanto de entrenadores o de equipo aunque tuviera éxitos?

El entrenador que me formó y del que aprendí casi todo lo que sé fue José Rioseco. Cuando en 2008 separamos nuestros caminos decidí que crearía mi grupo de trabajo para tratar de seguir aprendiendo y mejorando detalles pero sin la idea de tener un entrenador fijo necesariamente. Para tomar estas decisiones me preocupo más de pensar en qué es lo mejor para mí para seguir mejorando, evolucionar como triatleta o qué cosas puedo cambiar para mantener la motivación. El que haya conseguido éxito o no es secundario. La primera vez que cambié de entrenador era campeón del mundo ITU y la segunda subcampeón, subcampeón olímpico y campeón del mundo de XTerra.

¿Qué sería de Javier Gómez Noya sin los hermanos Brownlee?

-Igual habría ganado más títulos... O no. Lo que está claro es que me han hecho mejor atleta. Los dos son los mejores triatletas a los que me he enfrentado nunca y para ganarles tienes que hacer todo muy bien. Creo que esa rivalidad es buena para nuestro deporte.

El triatlón cada vez es más exigente y los resultados cada vez más increíbles, ¿cree hay dopaje en su deporte? ¿cómo cree que habría que castigar los deportistas que se dopan?

Afortunadamente no ha habido muchos casos de dopaje y es uno de los deportes a la vanguardia en cuanto a controles. Yo tengo pasaporte biológico desde hace muchos años y estoy seguro de que el resto de triatletas del más alto nivel también. El deportista que se dopa en mi opinión debería ser apartado del deporte de competición de por vida. Que haga deporte en su tiempo libre. Sobre todo en casos claros.

Por último, Iván Raña (Ordes, 10 de junio de 1979) tiene tres medallas en la Copa del Mundo, ¿hace falta ser gallego para ser un triatleta de éxito?

¡No lo creo! Aunque en Galicia hemos tenido y tenemos muy buenos triatletas. En mi caso, tener a Iván Raña tan cerca fue importante. Una inspiración y una motivación. En Galicia se está haciendo un buen trabajo y el triatlón está creciendo mucho.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios