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Mauricio Javier Ciudad, durante un entrenamiento en el colegio Santa Eulalia.
El técnico que llegó del trópico
tenis de mesa

El técnico que llegó del trópico

Un chileno, Mauricio Javier Ciudad, dirige al Amigos del Tenis de Mesa, que está cuajando una excelente temporada

nacho sáez

Lunes, 9 de febrero 2015, 12:20

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El Amigos del Tenis de Mesa (ATM) vive días de vino y rosas gracias a la excelente temporada que está cuajando. Su primer equipo se ha instalado en los puestos de privilegio de la Segunda División Nacional Masculina y a sus otros dos conjuntos (los de División de Honor y Primera Territorial) también les están acompañando los resultados mayoritariamente.

Las cosas siguen funcionando desde que el club segoviano inauguró una nueva etapa tras la marcha en los pasados meses de Mariana Costin. La entrenadora rumana puso fin a su etapa en el ATM y en su lugar llegó otro técnico con pasaporte internacional que está consiguiendo que los jugadores del club experimenten nuevos progresos. Mauricio Javier Ciudad (Santiago de Chile, 1961) es el cerebro del ATM desde el pasado mes de octubre. Él se encarga de guiar los pasos de una entidad formada sobre todo por jugadores que, dada su juventud, tienen un amplio margen de mejora. Mauricio se vale de una vida prácticamente entera vinculada al tenis de mesa para dirigir, organizar, mandar, aconsejar y sobre todo formar.

El ATM vuelve a ganar y es tercero en la Segunda Nacional

  • El primer equipo del Amigos del Tenis de Mesa (ATM) volvió a ganar, en este caso al Rivas Promesas A, y prolonga su magnífica racha. Venció en un duelo celebrado en el colegio Santa Eulalia en el que se deshizo con comodidad de su rival (5-1).

  • El equipo segoviano compareció en el primer partido con David Sanz, que dobló la rodilla frente a Grabriel Ayuso por 11-3, 11-5, 7-11 y 11-7. Después, Fernando García puso el 1-1 tras derrotar a Rubén Hernández (6-11, 6-11 y 5-11), David Barroso prosiguió la remontada con un triunfo ante Jorge González (11-9, 7-11, 4-11 y 6-11), y de nuevo Fernando García (1-11, 11-6, 11-13 y 8-11 ante Gabriel Ayuso), Daniel Sanz (7-11, 12-10, 9-11 y 1-11 ante Jorge González) y Jorge Barroso (6-11, 11-3, 5-11 y 9-11 ante Rubén Hernández) sellaron el triunfo del ATM-Clínica Dental Provencio.

  • Tras la decimocuarta jornada, los de Mauricio Javier Ciudad ocupan la tercera posición en la Segunda Nacional Masculina con dieciocho puntos los mismos que tiene el segundo clasificado, el Aluche tras nueve emparejamientos ganados y cuatro perdidos.

  • El equipo del ATM que milita en División de Honor volvió a descansar. Mientras, el que lo hace en la Primera Territorial cayó (4-1) ante el Salesianos Salamanca. Ángela Rodríguez, Juan García, Clara Martín y Adrian Drag solo pudieron ganar un partido.

  • En la conversación mantenida con este periódico, el entrenador del club segoviano, Mauricio Javier Ciudad, expresó su certeza acerca de que el ATM «podría llegar a la élite». «El problema está en si realmente lo queremos. Primero, no podríamos jugar ni entrenar en Santa Eulalia. A lo que podemos aspirar es a subir una categoría más», argumentó el técnico chileno, que también apuntó que se había encontrado más desorganización en las competiciones que está disputando con el club segoviano respecto a las que había vivido en clubes madrileños «No tienen menos nivel pero sí son más relajadas. Se cambian horarios con un día de antelación. Son detalles que en Madrid no se dan tanto».

Tiene una bonita historia este técnico chileno que llegó a España en 1996 acompañando a su madre española, que quería pasar los últimos años de su vida en su madre patria. Cuenta Mauricio que «yo jugaba al ping-pong y ni mi padre quería formar pareja conmigo en los campeonatos del colegio». «Ya empecé a jugar un poco mejor y me creía muy bueno, pero no sabía que existía un deporte llamado tenis de mesa. Le ganaba a todos y pensaba que era muy bueno. Organicé un torneo en la universidad para ganarlo yo y resulta que quedé el 51 de 52. Ahí me di cuenta de que existía otro deporte que era el tenis de mesa y que mi mejor saque me lo devolvían hasta de espaldas», relata.

Habla de ping-pong y tenis de mesa como cosas diferentes pese a que en la cultura popular está instalado que uno y otro son lo mismo. Él considera que el tenis de mesa solo lo practican unos pocos: «Se puede aprender con técnica y desarrollo. Hay quien juega al ping pong y quienes lo hacen al tenis de mesa».

Siendo un veinteañero llegó a la conclusión de que a partir de ese momento quería enseñar a los demás a practicar este deporte. Por ello se convirtió en monitor del Club Banco de Chile, donde «aprendía a enseñar». Una vez convertido en entrenador, fundó un club de tenis de mesa en el colegio en el que había estudiado y tuvo la oportunidad de dirigir a jugadores que después se proclamaron campeones de Chile.

En este país sudamericano, el tenis de mesa goza de una gran aceptación. Prueba de ello, explica Mauricio, es que hay ayuntamientos que cuentan con más de treinta clubes dedicados a este deporte.

Él abandonó Chile y se trasladó a España, donde se encontró que los jugadores no tenían más técnica ni eran mejores que los de su país pero contaban con unas condiciones más favorables para progresar. «En España, 4.000 kilómetros es la distancia que separa Madrid de Kiev. En Chile son los que recorremos para acudir a un campeonato nacional. Gastamos más en un campeonato nacional que los españoles en ir a tres Europeos», argumenta. «En Chile tampoco hay jugadores extranjeros. Aquí hay treinta o cuarenta chinos de muy buen rendimiento, rumanos, polacos, alemanes».

Mauricio llegó a España sin ni siquiera traer una pala y durante meses aparcó el tenis de mesa para trabajar en otros ámbitos. Sin embargo, transcurridos unos meses le llegó la oportunidad de volver a ser entrenador. Empezó en Aluche y después ha pasado por Cabezón de la Sal, Las Rozas, Collado Mediano, Cercedilla... Hasta recalar en el Amigos del Tenis de Mesa, adonde llegó recomendado por la federación madrileña.

Está contento en el club segoviano. «La ciudad es agradable, es fácil llegar a la gente y yo intento sacarle el máximo partido a todos los jugadores. Soy bastante exigente, doy broncas a cada rato. Si no estoy dando broncas que se preocupen. Los chavales tienen una técnica depurada, mejorable... También es importante que el club se llama Amigos del Tenis de Mesa porque efectivamente se trata de un grupo de amigos del tenis de mesa. No hay rencillas y a nadie se le deja de lado. Todo el mundo tiene la posibilidad de discrepar. Hay mucha predisposición de los jugadores y yo intento que se entienda lo que estamos haciendo», subraya.

Pide «intensidad»

«Nos está yendo bastante bien en las competiciones», añade. La principal premisa con la que trabaja es que en todos los ejercicios debe primar la intensidad. «Todos nuestros jugadores deben pensar que a los que están arriba hay que sacarlos. Pido esfuerzo e intensidad. Todo lo que se haga hay que hacerlo con intensidad. Después están la continuidad y el esfuerzo. Nadie puede estar conforme con lo que rinde. El que rinde un cien por cien debe rendir un ciento diez por cien», señala.

En ello, en sacar todo el partido posible a sus jugadores, se encuentra inmerso el entrenador chileno, que se encuentra tramitando la obtención de la nacionalidad española. Él, que el primer idioma que aprendió fue el gallego, ya no se imagina un futuro de nuevo en Chile. Deportivamente, su casa ahora es el ATM, donde también le ha sorprendido la implicación que muestran los jugadores federados con la escuela, en la que se desenvuelven adultos y menores con menos práctica. «Funciona muy bien», zanja.

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