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Los tres representantes mundialistas del CPLV Mozo-Grau. De izquierda a derecha: Marcos García, Rubén Herrero y Olmo Ercilla
Sticks de superación

Sticks de superación

Tres vallisoletanos representarán a España en el Mundial de hockey en línea, entre ellos Olmo Ercilla, que lucha contra la esclerosis múltiple desde hace dos meses

eduardo mongil

Lunes, 30 de junio 2014, 11:39

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El Campeonato del Mundo de hockey en línea, que se celebrará en Toulouse a partir del próximo lunes, contará con la participación de tres jugadores nacidos en la ciudad del Pisuerga. Si ya de por sí es poco habitual que exista una representación tan grande de jugadores vallisoletanos en una selección nacional, más aún lo es que uno de ellos padezca esclerosis múltiple. Esta enfermedad degenerativa afecta al sistema neurológico, provocando multitud de síntomas en forma de brotes episódicos que suelen afectar a la movilidad de las extremidades.

El protagonista en cuestión es Olmo Ercilla, uno de los jugadores emblema del CPLV-Mozo Grau, pieza clave en los dos títulos de campeón de Europa logrados por el club vallisoletano a lo largo de su historia.

A Ercilla le fue diagnosticada la enfermedad hace menos de dos meses, cuando su equipo se encontraba inmerso en pleno final de temporada, el momento en el que se deciden los títulos, lo que fue, si cabe, un golpe más duro todavía para él. Lejos de rendirse, este joven de 23 años tomó la determinación de no cambiar sus hábitos diarios con el objetivo de no perderse ninguno de los importantes retos que le quedaban en esta temporada: «Muchas personas con esta enfermedad se encierran un año en casa, a otros les entra depresión y cambian su estilo de vida... Yo sigo igual. Me ingresaron un jueves, salí del hospital ese domingo, y al sábado siguiente ya estaba jugando con mi equipo porque teníamos un partido de playoffs. Para mí el hockey es lo más importante. No me voy a quedar en casa llorando».

El apoyo mostrado por todos los miembros de su club ha sido básico estos meses para Olmo, que afirma que todos sus compañeros están «a muerte» con él, aunque en alguna ocasión ese apoyo ha llegado a ser contrapoducente: «En ese primer partido que jugué después de que me dijeran lo de mi enfermedad, el club se lo montó muy bien para animarme, aunque al final fue un poco faena. Había animadoras con mi número, una camiseta gigante con mi nombre... pero en realidad hicieron que lo pensase más. Jugué un poco mal ese día y encima perdimos los playoffs. Luego lo arreglamos ganando la Copa del Rey, eso sí».

La esclerosis múltiple es una enfermedad de la que se desconocen las causas que la provocan y en la que las consecuencias dependen de cada persona. La genética puede ser un factor que importante que explique su desarrollo. En el caso de Ercilla, esta dolencia no le era desconocida, ya que su hermana la padece desde hace varios años: «Fui al hospital porque llevaba varias semanas sin ver bien, y conociendo los antecedentes de mi hermana enseguida pensaron que podía pasarme lo mismo que a ella. Así fue», comenta Olmo, que estudió TAFAD y desde hace varias campañas se desempeña como entrenador de cantera dentro de la estructura del CPLV Mozo-Grau.

Fuera de las pistas se considera un chico tranquilo. Es fan de la música del jamaicano Shaggy, le gustan la pasta y el brócoli, y afirma que en los fines de semana prefiere los planes tranquilos: «Tengo una finquilla con algunos amigos y nos gusta mucho pasar el tiempo libre allí. En invierno lo disfrutamos menos, pero ahora que llega el veranito lo pasamos de lujo con un huertillo que tenemos».

Curiosamente, lo que peor lleva Olmo con diferencia de su enfermedad es el hecho de tener que aplicarse inyecciones todas las semanas. Ercilla confiesa que su miedo a las jeringuillas no es nuevo, y el tener que hacerlo ahora de manera habitual no es un plato de buen gusto para él: «Siempre he llevado mal lo de los pinchazos, y es lo que más me está costando con diferencia. Al principio los compañeros se cachondeaban un poco con ello, aunque luego ya vieron que me daba miedo de verdad y me han ayudado mucho a aforntarlo. Espero acostumbrarme con el tiempo. No me queda otra».

Objetivos cercanos

El futuro que le espera a partir de ahora no es algo en lo que le guste pensar demasiado, sin embargo tiene claro que su propósito es continuar jugando al hockey: «En cuanto me diagnosticaron la enfermedad me marqué objetivos cercanos. Me propuse jugar los playoffs, la Copa del Rey y el Mundial. Después ya veré lo que puedo hacer. Me gustaría seguir igual, y de momento no he notado nada aparte del problema de la vista, que se me quitó rápidamente. Siempre he sido un chico sano, nunca he bebido mucho, no he fumado... Así que lo único que me tocará es ir menos a McDonalds y comer más ensaladas», explica entre risas.

Una vez dentro de la lista de la selección española para el Campeonato del Mundo, Olmo no tiene otra intención que la de disfrutar al máximo de lo que será su segunda cita mundialista: «Soy un goleador así que espero marcar algunos golitos en el Mundial, aunque mi único objetivo era estar en la lista. Cada segundo que juegue voy a ir a muerte, a darlo todo», indica.

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