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Los jugadores de España de waterpolo Guillermo Molina y David Martín celebran la victoria contra Estados Unidos.
Los nuevos aires despiertan al waterpolo español
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Los nuevos aires despiertan al waterpolo español

Eduardo Lorrio, Alberto Munarriz y Chalo Echenique se han incorporado en los últimos años a un grupo que pugna por volver a las medallas

Javier Bragado

Sábado, 9 de julio 2016, 02:05

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La selección española masculina de waterpolo se incorporó al siglo XXI como una de las mejores del mundo. Los hombres que junto a Manel Estiarte habían conquistado una plata en Barcelona en 1992 estiraron sus éxitos con un oro olímpico y varios mundiales hasta que la capital catalana estableció en 2003 un nuevo escalón: el del quinto puesto.

Desde aquella bajada del podio, a España le ha costado hacerse un hueco en las ceremonias de metales -fue bronce en Melbourne 2007 y plata en Roma 2009-. Así, el conjunto debió asumir su nuevo papel y eso rebajó las ambiciones y resultados. Pero la competitividad parece haber regresado desde que se pulsó una tecla en mitad del presente ciclo de preparación olímpica. «Ha habido un cambio de actitud y de tónica en el equipo. La gente está con muchísimas ganas, concienciados de dónde queremos llegar y concienciados de lo que queremos conseguir», señala el joven Alberto Munarriz (19-5-1994). «Ha cambiado la mentalidad de todos los jugadores, la de este grupo que al principio no se veía capaz y hoy en día nos vemos capaces de competir contra todos porque estamos entrenando mucho, jugando muy buen waterpolo y porque creemos que nos merecemos algo grande», reafirma Gustavo 'Chalo' Echenique (27-4-1990), el argentino que se viste con el gorro español desde 2013.

El despertar del grupo con los nuevos miembros ya ha dado la vuelta a los pronósticos de manera reciente. En el torneo preolímpico, se clasificaron con autoridad después de perder por sorpresa contra Países Bajos en la primera jornada del campeonato. «Teníamos la necesidad de meternos porque España siempre ha estado ahí en los Juegos Olímpicos. Teníamos todos cierta presión de que queríamos meternos y además el primer partido no salió bien y se nos complicó el campeonato. Conseguirlo nos dio ganas de continuar, de saber que el trabajo que estamos haciendo está bien hecho. De cara a Río fue importante», recuerda Munarriz. «Había seleccion fuertes. A pesar de que al principio nos costó entrar en la competición acabamos con buenas sensaciones y el objetivo conseguido», analiza el guardameta Eduardo Lorrio (25-9-1993).

La incorporación de nuevos hombres se entronca con las necesidades por la forma de jugar de España en la piscina. «Siempre se ha caracterizado por un estilo rápido, de nadar mucho y la juventud ayuda», destaca Munarriz. «Es un proceso cíclico. Vienen unos, salen otros... Vuelven a entrar. Los jóvenes tenemos esa función de meter un poco de savia nueva contando con la gente que lleva aquí muchos años porque es la base del equipo, pero también la entrada de savia nueva para el equipo ha hecho que se dé un plus de energía y de carácter. Esa es la clave», completa Lorrio, mejor portero del Europeo júnior de 2012.

Entre las novedades del grupo dirigido por Gabi Hernández también hay un factor extra, el de Chalo Echenique, quien llegó a España con 19 años y ahora puede ayudar con su zurda y su personalidad rosarina. «Intento aportar lo que muchos argentinos tenemos en el deporte: pasión, garra, corazón y transmitir todo eso. Estos jugadores también lo tienen, pero intento sacárselo», receta el jugador del Rijeka croata antes de confesar la otra cara con un guiño: «Tienes que ser un poquito pícaro, estar medio paso delante del rival para poder ganar esa pequeña ventaja».

De los tres, sólo Munarriz vivió parte de la clasificación para Londres 2012, por lo que el trío mira a Río con ojos nuevos y voluntad de regresar a las antiguas posiciones de podio. España está en un grupo duro junto a Estados Unidos, Francia, Montenegro, Italia y Croacia, pero si se clasificara para cuartos de final las opciones serían más sencillas si lo hace en uno de los puestos de cabecera. Lorrio y Munariz no piden un deseo para los cruces, pero Echenique se despide sincero y directo: «Si podemos evitar a Serbia lo evitamos. Si me das a elegir intento agarrar el camino para no encontrarlo. Esta gente son muy grandes, llevan mucho tiempo ahí, técnicamente son muy superiores. Si te lo juegas contra ellos ojalá sea en la final porque es a un partido y nosotros tenemos un par de huevos».

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