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Laura del Río, en un partido con la selección española.
«Que Quereda se vaya es soñar en grande»
canadá 2015

«Que Quereda se vaya es soñar en grande»

jugadora de los Spirit

Javier Bragado

Miércoles, 24 de junio 2015, 20:55

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Sostenía Arthur Schopenhauer que cuanto mayor y más inesperada sea la incongruencia, cuanto mayor sea la sorpresa, tanto más intensa y violenta será la risa. La teoría del filósofo alemán es la que mejor explica las carcajadas de Laura del Río cuando se le plantean algunas preguntas sobre su exclusión de la selección española mientras triunfaba en ligas profesionales. ¿Cree que no ha vuelto a una convocatoria por criticar a Ignacio (Nacho) Quereda? «Claro, no tengo ninguna duda», responde después de pararse a reír por lo inesperado de aquellos acontecimientos.

En realidad, no es una cuestión de broma. El enfrentamiento surgió cuando la futbolista había sido reclutada por un equipo profesional de Boston. Quereda envió la convocatoria fuera de tiempo y después argumentó que la delantera no iba a ser llamada porque suponía un agravio para sus compañeras porque sólo iba a jugar uno de los entonces partidos decisivos de clasificación. «Lo que más me quemó es que me llamara mentirosa y dijera que yo quería jugar los partidos importantes y que los demás no me importaban. Entonces es cuando dije no. Tenía que parar y dije lo que pensaba», recuerda Del Río, quien gestionó la cesión de su equipo, ejerció de traductora y mediadora mientras que el técnico presionaba con cuestiones baladíes como el precio de su billete de avión.

La atacante explotó, escribió una carta pública en la que reflejaba su versión y, como anticipó entonces la delantera que sumaba 39 goles en 40 partidos como internacional, nunca más volvió a ser reclamada para vestir la camiseta roja. En esos cinco años brilló en América y en Inglaterra, aunque sus éxitos deportivos no parecían suficientes. «Fue más un palo por mis amigos y por mi familia porque tenían más ilusión; después de diez años dándolo todo en la selecciones, que me dejen de llamar... Primero son mis principios, dije lo que tenía que decir en una carta. La gente me ha preguntado si hubiera vuelto pero es que si alguien hubiera escrito la carta que yo escribí tampoco le habría vuelto a llamar», concede entre risas de nuevo por la incongruencia de la situación. «Me hubiera molestado si hubiera dejado de jugar al fútbol pero yo he estado en las mejores ligas del mundo. Claro que me gusta ir a la selección, pero ¿en qué condiciones? ¿cuánto has de pagar personalmente? ¿tienes que dejar pisotear tus principios para ir a la selección? Mi respuesta es claramente no», insiste por teléfono desde Washington, donde ahora defiende los colores de las Spirit.

Ejemplo y amenaza

Hoy, Laura del Río es uno de los ejemplos de Nacho Quereda en las concentraciones, aunque no por sus goles. «Tengo entendido que él lo sacó a relucir», reconoce cuando se le cuestiona por las presiones a quienes se oponen. «Es como si fuera yo la amenaza que usa con ellas de que si ellas dicen algo les va a ocurrir lo mismo que a mí», concede. «Ha pasado muchas veces. Las que no tenían la misma opinión estaban contra él y la vida no es así, no es blanco y negro, es hablar y llegar en un punto intermedio», explica, aunque rebaja su protagonismo: «No fui la primera y creo que tampoco soy la última».

¿Es necesario un cambio? «También me vas a preguntar eso? [vuelve a reír por la sorpresa]. Es que es obvio que se necesita el cambio. Incluso viendo por la tele se veían muchas carencias. No creo que fuera por falta de acierto de las delanteras. Son muchos años que se están haciendo las cosas así y a las que van a la selección no les gusta y es necesario cambiar», analiza. «Cuando yo iba me decía cuando iba a chutar que chutara con la pierna correcta. Eran entrenamientos y filosofías de hace 15 años. Ahora no lo sé, porque no hablo con las jugadoras», comenta sobre la profesionalidad del técnico. Este viernes Ignacio Quereda presentará su informe en la Federación Española de Fútbol sobre lo ocurrido en el Mundial de Canadá. La mujer que nunca regresó y que mantiene una feliz carrera lanza un deseo para las futbolistas: «Que Nacho (Quereda) se vaya de la selección es un soñar en grande». Ríe de nuevo porque sabe que sería inesperado.

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