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Viti y Adrián se abrazan celebrando el primer gol del Palencia Cristo.

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Viti y Adrián se abrazan celebrando el primer gol del Palencia Cristo. MARTA MORAS

El Palencia Cristo suma la séptima victoria seguida

El equipo morado derrocha actitud y buen juego para superar al Almazán con diez jugadores durante todo el partido y con el portero lesionado

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Domingo, 25 de febrero 2018, 22:35

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Espectáculo. Once letras que señalan lo vivido ayer en La Balastera. El Palencia Cristo se recompuso tras un varapalo inicial y terminó goleando al Almazán para sumar la séptima victoria seguida del equipo y demostrar que tienen juego, fútbol en sus botas, pero también una actitud ganadora arrolladora, que ayer doblegó a un rival que se vio superado por los morados.

Los tres puntos se ponían más difíciles que nunca en el minuto dos de juego, cuando se quedaban con diez y perdían a Guille por roja directa y también a Diego, al ser cambiado por el meta Chema. Segundos antes, Kaká se había resbalado al pasar un balón a Guille, error que aprovechó Kamate -un auténtico dolor de cabeza para los de Prado- para buscar el primero de la tarde. Guille derribó al delantero soriano y fue expulsado del choque, abandonando el campo entre aplausos de los aficionados locales que veían lo pronto que se les ponía cuesta arriba el partido.

El veterano Chema saltaba al campo minutos más tarde para ponerse frente a Plaza, encargado de tirar la pena máxima. Y, por segunda vez esta campaña, el meta palentino adivinaba el disparo rival, a la derecha del portero y un poco elevado, para evitar el primer gol de los sorianos. Volvía a arrancar el partido con tablas en el marcador, pero con un jugador menos para el Palencia Cristo durante los más de noventa minutos restantes.

El Almazán se mostraba más confiado y con mayor seguridad sobre el césped de La Balastera. Cascante remataba de cabeza, rozando el esférico el palo de Chema para, instantes más tarde, responder Zubi y Adrián con una jugada peligrosa de ataque que terminó en córner. Los pupilos de Jonathan Prado pecaban de precipitación y se olvidaban de la lección de tener paciencia y tocar, algo que había recalcado -y mucho- su entrenador.

El medio del campo se convertía en tierra de nadie, donde los morados sufrían para controlar el cuero y el juego. El desgaste físico local era evidente, al ser uno menos y buscar constantemente la portería rival para, segundos más tarde, bajar a defender la meta propia, tan castigada por la delantera soriana.

El colegiado anulaba un gol a Culebras por falta a Chema, que tuvo que ser atendido durante varios minutos. Sin estar al 100%, por una posible rotura de fibras, y sin poder sacar en largo, el guardameta del Otero siguió haciendo un papel fundamental en la tarde de ayer, siendo uno de los héroes del triunfo morado, mientras Guillermo tenía que conformarse con animar a los suyos desde el palco.

Cuanto más cuesta arriba se ponía todo, llegaba la jugada del gol local. Zubi driblaba por la banda a dos rivales para ceder el esférico a Adrián que, desde el borde del área, centraba al segundo palo, para que Viti rematase cómodamente de cabeza. Corría el minuto 24 de partido y los morados se adelantaban en el luminoso con un jugador menos y el portero lesionado.

Una de las claves del triunfo fue que Chema detuviese el penalti al comienzo del partido

Con el marcador en contra y el orgullo herido, llegaron los mejores minutos de los sorianos. Cascante se iba de tres jugadores, ante la desesperación de Prado desde el banquillo, hasta que llegaba Kaká para bloquearle el disparo dentro del área. Instantes después, Culebras remataba de cabeza para obligar a Chema asacar una mano prodigiosa y parar el esférico en la línea.

Dispuso de una nueva ocasión clara el conjunto del Otero, pero el mano a mano de Adrián ante el portero se saldó con un córner a favor de los morados. Todo el juego local transcurría por la banda derecha y, una jugada que subió Pablo por la contraria, a punto estuvo de sorprender a los rivales.

Zubi y Adri continuaron llevando el peligro al área contraria durante la primera parte, mientras Kamate hacía lo propio en la de Chema. Todo parecía indicar que se iba a llegar al descanso con 1-0, pero ya en el descuento -de los cinco minutos que se añadieron- llegó el tanto del empate, obra de Culebras, en una jugada a balón parado.

Tablas en el marcador y paso obligado por los vestuarios. El descanso sirvió a los locales para coger aire, olvidarse de que jugaban en inferioridad numérica, recolocar las líneas del campo y seguir luchando rumbo al ‘play off’. Así, en la primera jugada del partido llegó el segundo de los del Otero. Certero pase de Adrián desde la banda derecha para que Alvarito rematase e hiciese el segundo tanto local de la tarde. Mazazo para los de Moisés Gutiérrez, que no esperaban esta certera respuesta rival.

Los morados, cada vez más cómodos en el campo, comenzaron a presionar y a meter realmente en problemas al rival. De nuevo, Alvarito se cruzaba ante el meta Javi y hacía el tercero para los del Palencia Cristo, tras un sensacional pase de Zubi, en una jugada similar a la anterior. Aún quedaban 35 minutos de juego y los locales ganaban3-1 con un jugador menos desde el inicio del choque.

El Almazán no quería renunciar a sumar en el campo morado y continuaban acechando la portería de Chema, muy bien protegida por la defensa morada. Alvarito, autor de dos goles en la tarde de ayer, abandonaba el terreno de juego sustituido por Víctor Abajo, para dar oxígeno a la plantilla, que aún tenía por delante veinte minutos de lucha y entrega.

La fiesta continuaba en La Balastera con el cuarto tanto de los morados, obra de Zubi quien, tras un pase de Ivi, sorteaba al portero con una vaselina para regocijo de la grada, que quería que el partido no terminase nunca. Mientras, Jonathan Prado pedía intensidad a los suyos desde el banquillo y recriminaba a Zubi que no hubiera bajado a defender a tiempo.

Adrián se llevaba la ovación del día, después del trabajo realizado durante toda la tarde, al ser sustituido por Torres. El Palencia Cristo ya notaba el cansancio, tras haber luchado todo el partido en inferioridad, pero eso no impedía que la plantilla morada luchase cada balón como si fuera el primero. Zubi, incombustible durante el choque, necesitaba asistencia médica y era atendido en la banda mientras Prado advertía a los suyos ‘bloque bajo’ desde la banda, al estar solo nueve jugadores sobre el césped.

Cuando parecía todo visto para sentencia llegaba el quinto -y último- de los morados, obra de Víctor Abajo, que batía a Javi, con un certero lanzamiento. 5-1 para el Palencia Cristo y una grada entregada al desparpajo y la lucha de los suyos.

Prado pierde a Pablo y a Merino para la próxima jornada, que visita al Bembibre, por acumulación de tarjetas, mientras Chema será duda por una rotura de fibras.

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