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Anel, el guardameta Facundo y Rubén, en un momento del partido en Majadahonda. Antonio de Torre
Otra vez a remolque

Otra vez a remolque

La Segoviana, que encajó dos goles en los primeros quince minutos, perdió frente al nuevo líder de la categoría, el Rayo Majadahonda

cris. s. lillo (opta)

Majadahonda

Domingo, 11 de marzo 2018, 19:05

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Tras empezar el partido con gol en contra, los de Abraham García no fueron capaces de reponerse, pese a no bajar los brazos; el Rayo Majadahonda fue muy superior y justo vencedor, colocándose en lo alto de la tabla. El entrenador de la Gimnástica Segoviana, Abraham García, vecino del Cerro del Espino y exentrenador del conjunto majariego, no fue capaz de neutralizar el planteamiento de los madrileños. Pese a que su escuadra bien pudo haber marcado un tanto más a falta de diez minutos para la conclusión del encuentro, no fue suficiente para plantarle cara a un Rayo Majadahonda que fue dueño y señor desde el primer minuto al último, finalizando como líder de la clasificación, y mostrando un crecimiento exponencial. Los segovianos aterrizan duramente en la tierra tras la victoria en la Albuera frente al Castilla de la pasada jornada, que les hacía soñar con puestos más altos en la tabla.

Rayo Majadahonda

Basilio, Rubén, Juan Cruz, Óscar, Andújar, Ayoub, Dani Pichín (Jeisson, 76'), Dani Martínez, De Frutos, Carlitos, Coto (Jairo, 62').

4

-

2

Gimnástica Segoviana

Facundo, Javi Marcos, Rubén, Álex (Kike, 34'), Anel, Manu, Asier (Borja Plaza, 57'), Domingo (Quino, 46'), Agus, Dani Calleja, Fernán.

  • Goles: 1-0, m.1: De Frutos. 2-0, m.15: Dani Pichín. 3-0, m.27: De Frutos. 3-1, m.32: Agus. 4-1, m.48: Dani Pichín. 4-2, m.59: Quino.

No es un buen comienzo un gol en contra, peor es que a los 15 minutos ya sean dos, con los marcados por De Frutos (segoviano) y Dani Pichín. Eso les pasó a los azulones en la lluviosa y ventosa mañana de domingo madrileña. Sin posibilidad de echar las culpas al clima, al árbitro o al terreno de juego. Pues pese a tratar de contrarrestar la delantera rayista con tres centrales y dos laterales de gran recorrido, la zaga castellana nada pudo hacer ante las rápidas contras y las jugadas bien hiladas de los pupilos de Antonio Iriondo, de quienes se podría decir que les salió a pedir de boca el partido.

Los visitantes intentaron en la primera parte de manera timorata acercarse a la meta de Basilio, pero lo cierto es que sus mejores ocasiones fueron acciones a balón parado, donde Asier Arranz estuvo realmente incisivo, colocando buenos balones, que por desgracia no tuvieron claros rematadores. Tras media hora de dominio local, fue por fin Agus Alonso, quien se plantaría a la carrera ante Basilio, al que le colaría el cuero entre las piernas, haciendo el primer tanto para los suyos. Como un mero espejismo, parecía que la Gimnástica Segoviana se quitaría del férreo control al que estaban siendo sometidos por el Rayo Majadahonda. Nada más lejos de la realidad, pues durante los primeros 45 minutos, los segovianos tuvieron apenas tres claras ocasiones, frente al excelso trabajo de la delantera del equipo local. Que bien pudieron haberse ido al descanso con una victoria más amplia de no ser porque a falta de tres minutos, Dani Pichín estrellaba contra el palo un potente disparo.

Con la segunda mitad se cambió el viento por la lluvia, pero las condiciones climatológicas no variaron las condicionantes de lo visto sobre el verde del Cerro del Espino. Tan solo corrían tres minutos en el electrónico, cuando Dani Pichín aprovechaba un centro de la banda para hacer un soberbio tanto. 4-1 y una segunda mitad que se le hizo muy larga a la Segoviana. Pese a todo, los de Abraham García no dejaron de intentarlo. Agus Alonso lo quiso con algún disparo lejano sin fortuna, y pasados 15 minutos de la segunda parte llegaron los mejores momentos de los azulones, bien por relajación de los majariegos, bien por una inyección de empuje, pero gracias a ellos llegaría el gran tanto de Quino que libre de marca conectaría un potente disparo desde la frontal del área, por abajo, muy pegado al palo, haciendo imposible que Basilio alcanzase a tocarlo.

Sin embargo, este tanto supo a poco, y aunque se volcaron sobre la meta madrileña, los segovianos no encontraron fruto a su insistencia. Tuvo nuevamente Quino en sus botas la ocasión de oro, su disparo se estrellaría contra el larguero, dando con este choque con sus opciones al traste. Pues a falta de 10 minutos, los de Iriondo siguieron apretando, y bien pudieron haber ampliado aún más el resultado.

Pese a lo ampliado del mismo, el dominio local, lo cierto es que la Gimnástica Segoviana no quiso entregarle en bandeja el liderato al Rayo Majadahonda, pero fue uno de esos días en los que por mucho que se quiera, el fútbol sale con más corazón que cabeza, y las cosas no les salieron.

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