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Técnico y jugadores del CDGuijuelo celebran la permanencia una temporada más en Segunda B.
El Guijuelo jugará un año más en Segunda B
GRUPO I SEGUNDA B

El Guijuelo jugará un año más en Segunda B

El equipo salmantino ganó al líder, el Racing de Santander, en un gran partido y amplía la racha a siete victorias y un empate para certificar la salvación matemática

DAMIÁN MARTÍN / WORD

Lunes, 1 de mayo 2017, 11:50

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Muchos podían esperar que el partido que enfrentaba al líder, el Racing de Santander y al Guijuelo, en el Municipal, iba a ser una fiesta futbolística y lo fue. Pero ahí no acabó la cosa, porque la victoria del Guijuelo, sumado al resto de resultados de la jornada, le ha permitido ratificar la salvación, por lo que la fiesta esta vez sí fue completa. Una semana más, los guijuelenses fueron mucho mejores que su rival y la victoria cayó de su lado, cerrando así el círculo de la salvación matemática, gracias a la que el equipo, el club, la afición y todo un pueblo puede ya compartir la alegría que supone que una localidad de seis mil habitantes siga compitiendo en la Segunda B por decimosegunda temporada consecutiva, una más si se tienen en cuanta el total de las participaciones del club en la categoría.

El Guijuelo ha logrado hacerse con su objetivo dos semanas antes de la conclusión de la competición. Algo que muy pocos pensaban que sería posible hace muy pocas jornadas. Pero una racha de siete victorias y un empate en la recta final, en la que cuenta de verdad para el objetivo, ha permitido que las dos últimas jornadas sean ya intrascendentes para un equipo que ante el Racing de Santander ha dado el nivel que debería haber mostrado durante muchas semanas esta temporada, con una gran plantilla y un gran grupo, pero tiró la pretemporada, le cegó el brillo de la Copa y se dejó pasar demasiadas jornadas hasta empezar a hacer las cosas como se suponen que hay que hacerlas para poderse considerar equipo de esta categoría. El equipo cuando ha adquirido la normalidad en el trabajo ha empezado a pensar que podía y una vez que se lo creyó ha logrado sobreponerse a todo lo que se le ha presentando por delante, superando un buen número de hitos de la historia del club en la categoría. La pena para muchos, que también es la pregunta que más se repetía ayer, es: ¿qué podría haber conseguido este equipo si hubiera empezado a trabajar adecuadamente desde la pretemporada o como poco desde la primera jornada? Una pregunta, para la que evidentemente no hay respuestas posibles, aunque sí muchas certezas que explican especialmente lo que no se debe repetir en próximas campañas.

Respecto al partido de ayer, se podría resumir como un gran partido de fútbol de Segunda B, con dos equipos que solo pensaban en la victoria. En la primera mitad el Guijuelo lo hizo todo bien, completando un primer tiempo de sobresaliente alto, en el que tuvo muchas más llegadas de peligro que el rival, entre ellas destaca en la que Pino no acertó, un mano a mano con Iván en el minuto 39, que podría haber sido la sentencia, una vez que en el minuto 7 Jonathan Martín batió a Iván, con un remate de cabeza a saque de falta de Raúl Ruiz al segundo palo.

En la segunda mitad los guijuelenses trabajaron muy duro para tratar de ampliar el marcador, pero sin dejar de lado el trabajo defensivo, que finalmente maniató a los cántabros. Por su parte el Racing se puede decir que cerró un gran partido en el que no pudo imponerse en nada al Guijuelo en la primera mitad y solo pudo hacerlo en algunos aspectos en la segunda, cuando lanzó a tumba abierta todo su potencial, aunque sin encontrar soluciones a la escasez de ocasiones de gol y a la precisión en la definición, en las pocas que tuvo.

En total se pueden contar seis o siete llegadas con cierto peligro, todas ellas de juego de estrategia, todas salvo una, la más clara, la que completaba una larga jugada que pilla descolocada a la defensa, después de varios rechaces el balón acaba en la cabeza de Jara, en el minuto 70, y Jonathan Martín saca el remate desde la línea de gol, con Kike Royo ya superado.

Colgar balones

El Racing no apostó por la calidad, sino la cantidad. Trató de empatar el partido a base de colgar balones al área lo antes posible, quiso llevar mucho el cántaro a la fuente a ver si se rompía, pero no se rompió. Los locales fueron mejores sobre el terreno de juego, por juego, por trabajo y por intensidad, mientras que en el Racing, que siempre creyó en sus posibilidades para superar a los locales, vieron como todas las armas que sacaban a la palestra las iba inutilizando el Guijuelo, una a una.

Al final del encuentro los tres puntos se quedaban en casa para ratificar la salvación matemática, mientras la derrota hacía perder el liderato al conjunto cántabro. En definitiva, gran partido de fútbol y fiesta completa para el Guijuelo que logra la permanencia a falta de dos jornadas para el final.

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