El Guijuelo recuerda lo que es perder

Al Club Deportivo Guijuelo ya casi se le había olvidado a qué sabe la derrota, cómo era aquello de perder, pero ayer el Tropezón se encargó de refrescarle la memoria y lo hizo además a lo grande, de manera clara (3-0). Quince jornadas después los chacineros volvieron a perder y truncaron una buena racha que igualaba la conseguida la temporada pasada con Rubén de la Barrera al frente del equipo, pero no se pudo superar esta cifra y llegar a los dieciséis partidos consecutivos sin caer. Sobre el papel era un partido fácil para el Guijuelo, pero el choque terminó convirtiéndose en una trampa y el equipo de play-off de ascenso no fue ni por asomo superior al conjunto que ocupa posiciones de descenso a Tercera.

Los chacineros no supieron entrar al partido. Se mostraron apáticos desde el primer momento, faltos de un punto de intensidad necesario para jugar ante cualquier equipo por muy abajo que esté en la clasificación, y eso lo supo leer a la perfección el Tropezón, que se quitó todos los complejos de encima a los tres minutos. Fer centró desde la banda derecha y encontró a Luis González en el área que, con un remate espectacular. batió a Epassy y dio rienda suelta a la pesadilla del Guijuelo. Los de Estévez acusaron el golpe, porque tampoco encontraron la manera de reaccionar después del gol inicial y esta vez no hubo remontada. Las imprecisiones y la falta de movimientos eran una tónica en los salmantinos, que apenas pudieron inquietar la portería local con un remate alto de Chuchi después de un centro del Granados desde la banda o con un lanzamiento de falta de Jonathan Martín que se marchó fuera por muy poco.

El Guijuelo seguía sin encontrarse a gusto y parecía no enterarse de qué iba la película. Las pérdidas en la salida del balón se acumulaban y un error de Yeray propició un lanzamiento lejano de Álex que se encontró con una buena parada de Epassy. Pero tras su buena acción el guardameta no iba a poder evitar el segundo tanto del Tropezón. En un saque de esquina botado al corazón del área, Conde está más vivo que nadie y se anticipa al resto e incluso a la indecisión del propio guardameta para rematar al fondo de la red. Ni siquiera se había llegado a la media hora de juego pero el Guijuelo ya estaba dos goles abajo en el marcador, y con las sensaciones que estaba transmitiendo la distancia se antojaba como insalvable por muchos minutos que todavía quedaran por delante para tratar de obrar la remontada. Además, antes del descanso Granados y Cote chocaron en una acción fortuita y, tras ser atendidos en el campo, ambos tuvieron que marcharse del campo sustituidos ante la imposibilidad de seguir jugando.

En la segunda mitad el Guijuelo pareció salir al césped con otro aire. Pero fue un espejismo que duró unos pocos minutos en los que Carlos Rubén tuvo una ocasión inmejorable para haber reducido diferencias, pero su remate con el portero ya batido se marchó inexplicablemente fuera. Estévez buscó cambiarle aún más la cara a su equipo con la entrada de Garban, pero ayer nada funcionaba y los chacineros parecían destinados a sumar la segunda derrota de la temporada, como si ya les tocara después de tanto. El Tropezón tenía convicción en lo que hacía y se mostró fuerte atrás en la segunda parte para lanzar contraataques. En uno de ellos, culminado por Álex, pudo matar el partido, pero fue Sota el que lo hizo más tarde en otro contragolpe. Por si la goleada fuera poco castigo, Yeray fue expulsado en el tiempo añadido por roja directa después de una entrada y el jugador chacinero se perderá el encuentro de la semana que viene.