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Cristiano Ronaldo, Ceballos y Lucas Vázquez felicitan a Benzema por su gol ante el Alavés. Pierre-Philippe Marcou (Afp)
La unión del vestuario rehabilita al Real Madrid
Análisis

La unión del vestuario rehabilita al Real Madrid

El equipo de Zidane comienza a recordar al del curso pasado haciendo gala de solidaridad entre sus estrellas, con Cristiano como máximo exponente

Óscar Bellot

Madrid

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Domingo, 25 de febrero 2018, 18:05

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«Lo más importante es el ambiente que hay en el vestuario. Este vestuario es top, el mejor que hay. Hemos pasado por momentos muy complicados, pero el vestuario es fuerte». Tras firmar una nueva victoria ante el Alavés, Zinedine Zidane puso el foco en la unidad del bloque a la hora de explicar las claves de la resurrección del Real Madrid tras la hecatombe de la Copa. No fue el único. «Remamos todos en la misma dirección», expresó Lucas Vázquez, de nuevo capital en otra goleada de los blancos. En el mismo factor abundó Keylor Navas, providencial con sus paradas para sostener al equipo en la primera parte antes de que el tridente desatase truenos y centellas sobre la portería de Pacheco. «Estamos muy unidos y en el campo transmitimos lo que se respira dentro», dijo el portero tras elogiar el gesto de Cristiano Ronaldo al renunciar al que podría haber sido su segundo ‘hat-trick’ en esta Liga para cederle el penalti que cerró la cuenta del vigente campeón a Benzema, que necesitaba reconciliarse con el Santiago Bernabéu. «A nosotros no nos sorprende lo que ha hecho Cristiano porque sabemos la clase de persona que es y en estos momentos muchas veces es donde uno necesita esas muestras de cariño de todo el grupo. Cristiano ha hecho algo que refleja lo que se vive dentro del vestuario», agregó el costarricense.

El gesto del ‘7’ para con el ‘9’ sorprendió por su carácter excepcional. Desde que se enfundase por primera vez la camiseta merengue allá por 2009, Cristiano ha sido el indiscutido dueño y señor de las penas máximas en el Real Madrid. Sólo Sergio Ramos, en un partido ante el Athletic correspondiente a la duodécima jornada de la campaña 2010-2011, se atrevió a desafiarle para acabar con una mala racha sin ver puerta que venía del Mundial de Sudáfrica. Tiró de galones, lo que no impidió que el luso pusiese mala cara y que Mourinho, por entonces técnico del Real Madrid, hiciese muecas de desaprobación en la banda aunque luego le felicitase por marcar en lo que fue el estreno del camero en esa suerte. El sábado, por el contrario, el portugués impelió a Benzema a lanzar desde los once metros, algo que nunca había hecho en las nueve campañas que lleva en el club de Concha Espina. Era su segundo detalle del día con el ariete, puesto que ya había reclamado para él los aplausos de la grada tras marcar, a pase de tacón del galo, el primer tanto frente al cuadro babazorro.

Capitán en ausencia de Sergio Ramos y Marcelo, Cristiano Ronaldo fue más líder que nunca ante el Alavés. Firmó un doblete con el que alcanzó los 300 goles en 285 partidos de Liga con el Real Madrid, a razón de 1,05 por choque. Messi, el único que le supera en la tabla histórica de artilleros, precisó de 41 encuentros más para firmar ese registro. Contabiliza ya 28 entre todas las competiciones esta temporada, doce de ellos en sus siete últimas apariciones, en las que sólo se quedó sin mojar ante el Levante.

Buen rollo

Pero más allá de sus formidables registros, el crack de Madeira volvió a demostrar frente al conjunto albiazul que lo que prima en el Real Madrid es el bloque, incluso para él, habituado a ensalzar sus logros individuales. Zidane le enseñó a dosificarse pero ha hecho algo mucho más importante al hacerle comprender que tiene que ser un referente no sólo por sus números sino también por la solidaridad con sus compañeros.

Desde hace semanas, Cristiano Ronaldo anda pendiente de elevar el ánimo de quienes lo tenían más tocado, ya fuese Bale con detalles en los entrenamientos en Valdebebas o, sobre todo, Benzema, su aliado predilecto. Al término del partido contra la Real Sociedad, recriminó al Santiago Bernabéu los pitos al francés por las ocasiones falladas. Reproches de que la grada volvió a hacer objeto al punta tras marrar a causa de un resbalón una excelente oportunidad frente al Alavés. Por eso, cuando una ‘delicatessen’ del ‘9’ le permitió abrir la lata ante la escuadra de Abelardo, señaló a Karim en señal de deuda. Y luego, cuando Bale cayó derribado en el área, le instigó a certificar la goleada desde el punto de penalti.

«El detalle de Cristiano es increíble y muy importante porque Karim también merecía marcar tras hacer un gran partido. Ha repartido dos goles y demuestra que entre ellos dos y entre todo el equipo hay buen rollo», remarcó luego Zidane. Defensor a capa y espada de sus futbolistas en los meses de zozobra, el preparador siempre tuvo claro que la unidad del vestuario era un activo indispensable para alcanzar el éxito. Hoy esa unión ha devuelto al Madrid más luminoso, con seis victorias en sus siete últimos partidos, en los que ha marcado 26 goles, para un total de 103 en lo que va de curso, cinco más que el Barça. Y eso que empezó sin pegada.

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