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El Madrid remonta y se recrea sin Cristiano
JORNADA 21

El Madrid remonta y se recrea sin Cristiano

Benzema corona con un golazo de rosca un partido notable y coral del líder, aunque Bale volvió a ser egoísta y a ganarse los pitos del Bernabéu

Amador Gómez

Sábado, 31 de enero 2015, 00:06

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Pese a los pitos que volvió a dedicar el Bernabéu a Bale por ser egoísta y querer marcar al filo del descanso un gol que iba destinado a James, y de los murmullos de la afición cada vez que intervino Ilarramendi, que cumplió como titular ante su exequipo -gracias a la sanción a Cristiano Ronaldo-, el Real Madrid, dormido en el inicio y en desventaja desde los 37 segundos, dio un obligado paso al frente, con buen juego y ambición, y acabó recreándose y divirtiéndose ante la Real Sociedad. El equipo donostiarra, aunque acusó la temprana lesión de Carlos Vela, debió doblegarse ante el juego coral y la contundencia ofensiva del Real Madrid, que firmó una goleada que se quedó corta para los méritos y las ocasiones de las que gozó, en un partido en el que los blancos, con un sistema de más equilibrio, con cuatro en el centro del campo, ofrecieron momentos de fútbol notable, sobre todo al comienzo de la segunda parte.

El líder se aseguró en ese momento la victoria gracias a una gran jugada elaborada, con pared incluida entre Bale y Benzema culminada por el francés, que hasta ese momento se había estrellado en el remate, pero después de poner la sentencia con el 3-1, llegó a poner en pie el Bernabéu con un golazo espectacular. La rosca con la derecha de Benzema a escuadra que llevó el cuarto gol al marcador cuando el Madrid había bajado el ritmo y parecía estar ya fuera del partido fue el broche de oro a un festival en el que Karim volvió a ser encumbrado por el coliseo blanco por otra muestra inmensa de talento y clase. Los vítores fueron para él. Los silbidos, aunque también se llevase algún aplauso, otra vez para Bale, que no sólo repitió con James lo que le hizo a Cristiano para ganarse la recriminación por chupón, sino que cuando el choque ya languidecía y el Bernabéu ya veía la manita también falló un mano a mano ante Rulli.

Sin la BBC, y con el 4-4-2 que aporta mayor control y no concede tantas alegrías defensivas como el 4-3-3 en el que James e Isco sufren en el sacrificio defensivo y el tridente ofensivo apenas colabora en la contención, el Real Madrid dio una lección de dominio y autoridad absoluta frente a una Real decepcionante y demasiado temerosa que sólo se estiró cuando ya tenía el partido perdido. Cuando el equipo de Carlos Ancelotti ya había matado por la izquierda, con los pases al área de Marcelo, los remates de James y Sergio Ramos como si de delanteros centro se trataran, el descaro y las diabluras de Isco como interior zurdo, y las internadas y la asistencia de Bale a Benzema tras una larga y gran jugada elaborada que puso ya a los blancos con dos de ventaja.

Lo mejor, sin embargo, estaba aún por llegar, cuando a falta de un cuarto de hora, con el Bernabéu congelado, Isco se la dejó a Benzema y el francés, nada más pisar el área, se sacó un derechazo colocado que coronó una actuación con fases de ataque extraordinarias, aunque el rival no opuso resistencia y, salvo el gol que logró a balón parado nada más empezar, cuando la defensa local estaba aún en el vestuario, no tuvo nada más. Debió limitarse a intentar contener la aplastante superioridad de un Real Madrid al que se le exigía reaccionar y volver a jugar bien tras su desastroso partido ante el Córdoba y cumplió con creces.

Con todos los futbolistas enchufados, y sin echar nada de menos a Cristiano, el equipo de Carlo Ancelotti se sobrepuso a las críticas y al inesperado resultado adverso antes de cumplirse el primer minuto para jugar a partir de ese momento con brío y precisión, para disfrutar y hacer disfrutar a su público. Lo consiguió de medio campo hacia adelante, porque la Real no le exigió nada en defensa, aunque volvió a verse el Madrid solidario y combinativo de principios de temporada, con excepciones destacadas merecedoras de reproches, como la de Bale, que siente que sin Cristiano debe ser aún más importante en el frente de ataque y quiere resolver en todas las llegadas. Al final, el galés fue, junto a Marcelo, Isco y Benzema, uno de los destacados, aunque ha conseguido dividir a la afición y ganarse más de una bronca de sus compañeros. Sin el crack portugués, formó pareja de ataque con Benzema, por delante de una medular de cuatro que ofrece más consistencia, aunque cuando vuelva Cristiano regresará el 4-3-3 que Ancelotti recuperó en el tramo final, cuando saltó al campo Jesé. Lo que sí extraño fue que el técnico garantizó la víspera que Lucas Silva jugaría unos minutos y el fichaje brasileño incluso se quedó fuera de la convocatoria.

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