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Oyarzabal, en una acción ante Ulmer. Juan Herrero (Efe)
La Real Sociedad no despega ni con Red Bull
Dieciseisavos | Ida

La Real Sociedad no despega ni con Red Bull

El conjunto 'txuri-urdin' deja escapar la victoria en el último suspiro después de remontar y se complica tanto la clasificación como el futuro de Eusebio

Miguel Olmeda

San Sebastián/Viena

Jueves, 15 de febrero 2018, 08:59

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A estas alturas de la película ya puede escribirse sin tapujos: la Real Sociedad está firmando una temporada muy pobre. De suspenso y sin recuperaciones en septiembre. Con una plantilla que nada tiene que envidiar a las de Villarreal y Sevilla, el conjunto 'txuri-urdin' apenas puede mirar con prismáticos a la quinta y sexta plaza que ambos ocupan. Sencillamente son inalcanzables, a diez puntos la última que da acceso a competición europea, dos más de los que le separan de los puestos de descenso. Aunque tampoco parece que la Real vaya a estar metida en esa guerra. De momento. Para más inri, la imagen que dio el equipo donostiarra en la Copa del Rey no pudo ser más lamentable. Por recordarlo, el Lleida, un actor de reparto en el Grupo III de Segunda división B, le remontó tres goles en Anoeta en media hora. Los jugadores sobre el campo se preguntaban entre sí si estaban eliminados, y vaya si lo estaban.

Sin más rumbo que el que tome cada partido, habitualmente un cara o cruz con más de lo segundo que de lo primero, la Real se topa ahora en su camino con el regreso de la Liga Europa. En Donostia parecía olvidada tras casi dos meses de intermedio, pero resulta que, mira por dónde, el conjunto 'txuri-urdin' no tiene nada mejor a lo que acogerse. Con hasta ocho rivales por delante hasta la sexta posición que da acceso a competiciones continentales la próxima temporada, no hay ruta más accesible que la que termina en Lyon el 16 de mayo. Claro que teniendo en cuenta el estado de forma de los de Eusebio Sacristán, hablar del título suena a utopía. En realidad, para salvar el curso del insuficiente y al técnico vallisoletano del despido bastaría con bastante menos. Hacer un buen papel, que suele decirse cuando no se quiere concretar un objetivo, y de paso dar un empujón a la confianza que permita levantar el vuelo en la competición doméstica.

Europa puede ser indulto para la Real, pero también puntilla, atendiendo al símil taurino tan a cuento por aquello de que el rival donostiarra en dieciseisavos de final es el Red Bull Salzburgo (a efectos oficiales por reticencias de la UEFA para con los patrocinadores, el FC Salzburgo). El conjunto austriaco, afortunadamente para los intereses 'txuri-urdin', no es el mismo de antaño. Tampoco es que en algún momento fuera un 'coco' en la Champions, pero desde el ascenso del RB Leipzig a la Bundesliga ha dejado de ser el ojito derecho de la compañía de bebidas energéticas. Con la marcha del español Jonathan Soriano a China en 2017 perdieron a su mejor goleador en el último lustro, y su sustituto, Munas Dabbur, intimida mucho menos. Aun así, el israelí ya ha alcanzado la nada desdeñable cifra de 18 goles esta temporada, trece de ellos en la Bundesliga austriaca que su equipo lidera con cinco puntos de ventaja sobre el Sturm Graz.

Para el encuentro de ida en Anoeta, Eusebio podrá contar casi con la totalidad de su plantilla, con la excepción importante de Willian José, que la semana pasada sufrió una fractura de estrés en la base del tercer metatarsiano del pie izquierdo. El delantero brasileño, máximo goleador realista esta temporada con 16 dianas (cinco de ellas en la Liga Europa), estará entre uno y dos meses de baja, y de primeras todo apunta a que será Juanmi quien ocupe su lugar en el frente de ataque. A un flanco lo escoltará Mikel Oyarzabal y en el opuesto podría hacer lo propio el belga Adnan Januzaj, ya recuperado de su lesión, con la opción más conservadora de Canales, en idilio con la competición continental este curso, como alternativa. Del medio nadie mueve a Illarramendi y al sempiterno Xabi Prieto, mientras que la mejora física de Zurutuza podría mantenerle en el once en detrimento de Zubeldia. En defensa, y tras la abultada derrota frente al Real Madrid, Eusebio prescindirá de Raúl Navas, cuyo lugar se lo disputan Diego Llorente y el mexicano Héctor Moreno, fichado como recambio de Iñigo Martínez y todavía por debutar con la camiseta 'txuri-urdin'.

Ni con Red Bull levanta el vuelo esta Real Sociedad, deprimida en las derrotas y desconfiada en las victorias, que en los últimos meses se cuentan con los dedos de una mano. Basta un simple resfriado para poner en cuarentena toda Zubieta. Traducido al césped, sobra una ocasión para derrumbar la moral de los que juegan de local en Anoeta. El Salzburgo se hizo eco de los rumores de despido que ciernen sobre Eusebio Sacristán y aprovechó la mínima ocasión para hurgar en la herida del técnico, tocado y casi hundido tras un empate que amenaza con sellar el acta de defunción de una temporada que hace seis meses se presentaba ilusionante en San Sebastián.

Había anunciado Eusebio revolución en el once tras la goleada encajada en el Bernabéu y cumplió con su palabra. El vallisoletano introdujo hasta cinco cambios de inicio para recibir al Salzburgo, uno de ellos el de Héctor Moreno, y el mexicano apenas necesitó 50 segundos con la camiseta 'txuri-urdin' para mostrar las credenciales de su fichaje. Fue en el área inesperada, eso sí, con un cabezazo picado a la salida de un córner que por poco no se convirtió en el 1-0.

Tan cerca o más de abrir el marcador estuvo el Salzburgo, por partida doble, una vez se hubo sacudido el dominio realista en los primeros quince minutos. El coreano Hwang Hee-Chan demostró con una galopada desde el centro del campo que bastan un par de buenas piernas para crearle peligro de la nada a la Real. Por si quedaba duda sobre la calidad de los futbolistas visitantes, una pared entre el propio Hee-Chan y Dabbur plantó a Ramalho frente a Rulli. Duelo de escuelas entre ambos: la del central brasileño amigo de las excursiones al área contraria y la del portero argentino que aguanta en pie hasta el último suspiro. Esta vez el arquero ganó a las playas cariocas.

Real Sociedad

Rulli, Odriozola, Llorente, Moreno (Elustondo, min. 76), Kevin, Zubeldia, Illarramendi, Xabi Prieto, Oyarzabal, Juanmi (Januzaj, min. 46) y Bautista (Agirretxe, min. 68).

2

-

2

Salzburgo

Walke, Lainer, Ramalho (Pongracic, min. 71), Caleta-Car, Ulmer, Yabo (Minamino, min. 75), Schlager, Samassekou, Haidara, Hwang Hee-Chan (Gulbrandsen, min. 46) y Dabbur.

  • Goles: 0-1: Oyarzabal (p.p.), min. 26. 1-1: Odriozola, min. 58. 2-1: Januzaj, min. 80. 2-2: Minamino, min. 94.

  • Árbitro: Robert Madden (escocés). Amonestó a Rulli, Héctor Moreno, Xabi Prieto, Elustondo e Illarramendi de la Real Sociedad y a Hee-Chan, Ramalho, Caleta-Car, Samassekou , Yabo y Dabbur del Salzburgo.

  • Incidencias: Partido de ida de los dieciseisavos de final de la Liga Europa, disputado en Anoeta ante 19.790 espectadores.

Rió primero y lloró después el meta realista, falto de contundencia para despejar de puños un saque de esquina que sobrevolaba su área pequeña. El balón le cayó inesperadamente a Oyarzabal, extraño en las labores de despeje, que lo introdujo de manera incomprensible en su propia portería. Volvió a escucharse el runrún en Anoeta sobre la figura de Rulli, que cada partido que pasa ve más lejos el Mundial de Rusia. Vaya temporada la suya.

Hasta en las decisiones arbitrales anda desafortunada la Real Sociedad, que pudo marcharse a los vestuarios con un hombre más sobre el césped. Picado con el guardameta argentino desde la jugada del 0-1, Hee-Chan le dejó la pierna cuando ya no tenía opción alguna de pelear la pelota. Tenía una amarilla y se jugó la segunda.

Como se olía que el asunto podía acabar mal para los intereses de su equipo, el técnico del Salzburgo retiró al coreano en el intermedio. Eusebio hizo lo propio con el desaparecido Juanmi para darle la alternativa a Januzaj. Acertado o no, el belga siempre asegura descaro en el desborde, que buena falta le hacía a la Real, perdida en centros laterales sin peligro durante la primera parte.

En todo caso parecía más necesitado el Salzburgo, a tenor de lo mostrado por ambos conjuntos a la vuelta de los vestuarios. Primero en una falta de Ulmer, luego en un derechazo desviado del omnipresente Haidara y después con un buen chut de Dabbur que esta vez sí atajó Rulli, el equipo de Red Bull pudo poner más tierra de por medio. Por parte de la Real ni siquiera había rastro de las largas posesiones que profetiza la 'Biblia' de Eusebio.

Pero si hay un futbolista 'txuri-urdin' que se viene salvando de la quema generalizada esta temporada, ese es Álvaro Odriozola. Cualidades le sobran y carácter, también. Ante la inoperancia de sus compañeros, el canterano se echó la manta a la cabeza, le tiró un caño a su marcador y machacó sin pensárselo la meta de Walke. Conviene recordar que el chico juega de lateral derecho, y con acciones así se ha ganado la confianza de Julen Lopetegui en la selección.

El empate dio alas, bien lo dice el célebre eslogan de Red Bull, a la Real Sociedad. El '19' donostiarra encontró un amigo en la figura de Adnan Januzaj, que correteaba por la banda contraria. Entre un ramillete de regates estrelló un cabezazo al larguero y dio la vuelta al resultado con un lanzamiento de falta en el que la barrera le echó un cable.

Parecía entonces que la Real del curso pasado estaba de vuelta, con más ímpetu incluso por marcar el 3-1 que por defender la ventaja mínima, pero al final la cabra tira al monte. En este caso, muy al final. En la penúltima última jugada del partido, concretamente, cuando la enésima cabalgada de Lainer por el carril diestro desembocó en el empate de Minamino rematando entre una maraña de piernas. Mazazo a la moral 'txuri-urdin' y a las opciones de clasificación, que pasan casi exclusivamente por vencer en Salzburgo.

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