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Krychowiak se lamenta durante el partido.
El Sevilla dice adiós a la Champions
fase de grupos

El Sevilla dice adiós a la Champions

Su derrota en Alemania ante un Borussia muy superior de principio a fin deja en la picota a Unai Emery, cada vez más cerca de la destitución

Luis F. Gago

Miércoles, 25 de noviembre 2015, 00:14

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Aterrizaba el Sevilla en tierras germanas con la esperanza de obtener un resultado favorable que le permitiera seguir soñando con el pase a los octavos de la Champions y, de no ser posible tal milagro, al menos luchar por el tercer puesto con derecho a la Europa League. De ahí que Unai Emery se la jugara con su equipo de gala, con Konoplyanka de gran estrella para lucirse ante la media Europa que lo estaba viendo, y un recuperado aunque en baja forma Kevin Gameiro para la punta de ataque, dejando claro el técnico vasco que no cuenta con ninguna de las dos estrellas fichadas en el mercado de verano: Llorente e Immobile. El resultado no pudo ser más desastroso. Salió goleado de Alemania y la suerte de Emery está echada.

Con el citado equipo de gala, los sevillistas volvieron a demostrar que no es la temporada en clave rojiblanca que fuera antaño. La Champions le sigue quedando grande a los de Nervión y, sobre todo, a Emery. El preparador del Sevilla no ha conseguido todavía dar con la tecla correcta o bien los jugadores no creen en su sistema. Se ha perdido la comunión del vestuario y el de Hondarribia está pensando más en un contrato para la próxima campaña que en el presente. Con todo ese hervidero de emociones, pensamientos y falta de interés, la primera parte del Sevilla rozó el esperpento. Se marcharon los hispalenses con un gol en contra, obra de Stindl, que se encontró un mal centro de Xhaka ante la pasividad de la defensa visitante. Sólo era un 1-0, pero pudieron ser varios más en tan sólo 45 minutos si Sergio Rico no hubiera mantenido a sus compañeros con vida de cara a la segunda mitad.

Intentó Emery que sus hombres sacaran el poco de orgullo que les pudiera quedar en sus últimos instantes como futbolistas en la Champions. Tocaba jugársela, porque en Turín la Juventus iba ganando, lo que dejaba al Sevilla eliminado y casi sentenciado como colista del grupo. Sin embargo, lo que sucedió es que el Borussia empezó igual que acabó la primera parte. Sergio Rico hacía una parada espectacular tras otra, mientras que los jugadores alemanes disfrutaban de cómo estaban apabullando a un rival directo por la lucha de, al menos, el tercer puesto en esta fase de grupos.

La goleada quedó redondeada en los últimos minutos. Ante la permisividad de hombres de la defensa nervionense que quedaron retratados para toda la temporada, sólo Vitolo y Banega, de penalti, sacaron algo de orgullo carmesí, al anotar un par de tantos que pudieran valer oro en la lucha por la tercera plaza. Con el 4-2 final se marcha el Sevilla por la puerta de atrás de la Champions. Y no sólo el equipo quedó retratado en Alemania. También Unai Emery, cada vez más cerca del despido. Monchi empieza a tirar de su otra agenda, la de los entrenadores. Alguien que reconstruya el puzle roto que es hoy día el club.

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