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Lía z. lorenzo
Palencia
Viernes, 8 de diciembre 2017, 11:00
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Cuenta Manuel Alcántara que un boxeador debe esquivar, aguantar, golpear, tener valor y corazón. Estas palabras del legendario cronista nacional del boxeo sirven, letra por letra, para analizar la actual situación del Becerril, un boxeador a punto de caer a la lona después de recibir docenas de golpes. En el caso de los becerrileños, los impactos han sido nueve, el número de partidos que llevan los de Jose Hernando sin conocer la victoria. Una racha que estuvo a punto de romperse el pasado fin de semana, cuando el equipo palentino tenía amarrados los tres puntos en Soria con el tiempo ya cumplido. Restaban escasos minutos para que el árbitro pitara el final, y los morados casi tocaban con los dedos la victoria (0-1). Pero después de recibir muchos golpes, los boxeadores ya no tienen plumas en los pies, tienen plomo. Y como el hierro fundido, las ilusiones del Becerril se derritieron en el descuento con un tardío gol de Elvira sobre el helado campo del Almazán. Cuando se ha tenido el triunfo tan cerca, el empate sabe amargo como la hiel.
Lo sabe bien el técnico becerrileño, que conoce en profundidad su vestuario y analiza lo que ha supuesto ese empate para los jugadores. «Es como si hubieran metido un dedo en la herida abierta. Llevamos tanto tiempo sin ganar y estábamos tan cerca de conseguir los tres puntos, que nos ha hecho mucho daño», señala Jose Hernando, que a pesar de todo, quiere ser capaz de leer la parte positiva de volver a puntuar. «Que las sensaciones no hayan sido buenas no tiene que cerrarnos todas las puertas, hemos vuelto a conseguir puntos después de dos meses sin sumar. Eso siempre es positivo para el equipo. Hemos estado trabajando toda la semana sobre este tema, sobre la importancia de ver la parte buena del partido de Soria», señala.
Porque este fin de semana no hay competición en Tercera y los jugadores deben ser capaces de olvidar los últimos partidos y centrarse en lo que viene, aunque sin mirar muy lejos. «Creo que nos va a venir muy bien este parón. Los futbolistas van a poder desconectar y pensar en otras cosas antes de centrarnos de nuevo en la liga», asegura jose Hernando. Y al cuerpo técnico le va a servir para algo mucho más prosaico, recuperar a los lesionados. «Llevamos una mala racha en la enfermería. Antes del partido de Soria teníamos cuatro lesionados y hemos vuelto con Benito y Alvarito con problemas. Estos días nos van a ayudar a que todos puedan recuperarse. Es importante poder contar con todos los futbolistas, porque si no se complica la temporada. En los dos últimos meses, creo que no hemos tenido nunca a todos los jugadores en buenas condiciones físicas. Y luego han llegado las expulsiones, que también nos han lastrado mucho», comenta el entrenador morado.
Las lesiones, las sanciones y las derrotas marcan los últimos meses de competición de un Becerril que se niega a caer a la lona, a bajar los brazos, a tirar la toalla. «Queda mucha liga y estoy convencido de que vamos a salir adelante, de que dejaremos atrás los puestos peligrosos de la clasificación porque sabíamos que íbamos a sufrir este año. De todas formas, tenemos muchos proyectos, muchas ideas en la cabeza. Desde el cuerpo técnico trabajamos para que los jugadores mejoren y con ellos lo haga el equipo. Ahora solamente hace falta que esos conceptos que están en nuestra cabeza se plasmen en el campo», reflexiona con tranquilidad el entrenador becerrileño. El descanso de esta semana hace que toda la plantilla pueda reflexionar y desconectar, olvidar por unos días el dolor de los golpes y recuperarse para poder contraatacar con más fuerza. Porque los grandes boxeadores también saben encajar los golpes. «Necesitamos una alegría cuanto antes, porque es muy complicado centrarte exclusivamente en el juego cuando todo lo que consigues son derrotas. Lo tuvimos realmente cerca en Soria y ahora queda centrarnos en el próximo partido y olvidar lo demás. Nos vamos a relajar unos días y a partir del lunes o el martes nos centraremos en casa ante el Atlético Bembibre. La próxima semana no tenemos que pensar en nada que no sea ganar en el Mariano Haro», destaca Jose Hernando.
Si en el ring los boxeadores son capaces de flotar como mariposas y picar como abejas, el Becerril tiene que aprender a encajar los golpes, esquivar los ganchos y noquear al contrario. Aún le quedan muchos partidos por delante para demostrar que el corazón puede valer una permanencia.
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