Próxima parada: Ponferradina

El rival no será fácil. Un equipo histórico como la Ponferradina visitará el próximo miércoles día 20 el Municipal de La Albuera. El vencedor del choque accederá a la cuarta ronda de la Copa del Rey, donde les espera un equipo de Primera División que juega en competición europea. Un premio muy goloso, tanto por la oportunidad deportiva que supone, como por las consecuencias económicas y sociales para un club modesto como la Gimnástica Segoviana.

El conjunto leonés es uno de los gallitos’ del Grupo I, en el que también compite el equipo segoviano. Cuenta con una de las plantillas más completas de Segunda División B y con una ciudad volcada con su equipo en la que se respira fútbol. Con Carlos Terrazas como nuevo inquilino del banquillo de El Toralín, el equipo leonés tiene por objetivo ascender a Segunda División, categoría en la que han competido seis temporadas y de la que descendió en 2016. En las tres primeras jornadas de Liga, los blanquiazules han sufrido una derrota frente al San Sebastián de los Reyes y han logrado dos empates frente al Racing de Ferrol y el Real Madrid Castilla. En la Copa del Rey, superó en la primera ronda al Rápido de Bouzas por 2-0 y por 1-0 al Atlético Baleares en segunda ronda (los dos encuentros se disputaron en El Toralín).

Por su parte, la Gimnástica Segoviana ha superado al Pontevedra (2-0) y al Marbella (1-2) antes de llegar a la tercera ronda. El equipo dirigido por Abraham García intentará emular a las plantillas de 2004 y 2006. La primera, dirigida por Andrés Peiró, eliminó al Sestao para enfrentarse en una eliminatoria a partido único al Athletic Club de Bilbao. Dos años más tarde, con Antolín Gonzalo en el banquillo de La Albuera, los azulgrana vencieron al Universidad de Oviedo (2-0), al Cartagena (3-1) y al Burgos (2-2), este último un partido histórico que se decidió en la tanda de penaltis. Como premio, se enfrentaron al Sevilla de Juande Ramos, perdiendo tanto en la ida en La Albuera (0-1), como la vuelta en el Sánchez Pizjuán (3-0).