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Dani Chamorro conduce un balón, mientras un jugador del Atlético Astorga le persigue, en el encuentro disputado ayer en Las Pistas del Helmántico.
Empate y mucho más
TERCERA DIVISIÓN

Empate y mucho más

Unionistas saca un punto ante el líder, el Astorga, al que dominó durante buena parte del partido

PABLO PALOMO / WORD

Domingo, 11 de diciembre 2016, 12:30

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En el último mes y medio, Unionistas ha cosechado numerosos empates. Esos días, el equipo sumó un punto. Pero la sensación era bien amarga. Casi de derrota. Ayer, los charros volvieron a empatar. Pero el significante sigue siendo distinto del significado. Sacaron un punto, pero por esfuerzo, entrega, argumentos futbolísticos y ocasiones, ayer Unionistas es como si hubiera ganado al Astorga.

Venía el líder. Un conjunto que es un recién descendido de Segunda B. Que juega en Tercera, pero que tiene muchas papeletas para volver a la categoría de bronce. Segundos después de asimilar quién era el rival, los jugadores de Astu, ayer con tribote en el centro del campo, pronto demostraron que las diferencias no son tantas como indica la tabla de clasificiaciones. Y es que salió mandón Unionistas. Quería tener la pelota. Fuerza y técnica tenían para ello. Al contrario que otros días, los salmantinos jugaron con Del Castillo, Chamorro y Obispo en el medio. Una solución, que aunque varió en la segunda parte, fue efectiva en la primera.

Las ocasiones eran más amagos que otra cosa. Pero quien llevaba peligro era Unionistas. Toño León lo intentó a la salida de un córner. Reguero salvó un balón de esos que se envenan. Antes, los charros habían servido tres saques de esquina. El Astorga también demostraba el por qué de su posición. Nadie duda de que tiene jugadores importantes. Peláez, en una arrancada dejó sentados a varios defensas blanquinegros. Por suerte, lo hizo todo bien menos el disparo.

El encuentro era equilibrado. Quizás con dos ciclos para cada uno. Desde luego quien aprovechó mejor el suyo fueron los maragatos. En uno de los pocos renuncios de la defensa, Peláez adelantaba a los visitantes. Era ciertamente injusto lo que reflejaba el resultado. Unionistas había plantado cara. Pero el Astorga había sido más pillo para partírsela. Tocaba reaccionar a los que estaban en el césped. Pero la revolución llegó ya en el segundo acto.

Zubi hizo el partido de su vida. Al menos desde que llegó aquí. Determinar qué habría pasado si hubiera sido titular es imposible. Quizás no habría sido el resulsivo que fue. El caso es que el extremo cambió todo. Era imposible quitarle el balón sin hacerle falta. Demostró sus cualidades. Y estaba enchufadísimo en defensa. Tuvo su premio, porque le hicieron penalti. Lo quiso tirar él, y desde luego con la confianza que traía costó mucho quitarle la pelota. La orden vino desde el banquillo. Astu quería que fuera Cristo el encargado de convertir la pena máxima. Y lo hizo.

Con el empate, se vio al mejor Unionistas del año. Los charros se convirtieron entonces en una olla a presión. Todo lo que había en el campo se destinó a hacer el segundo. Albertín entró quitándo a Rodri Flórez en el lateral. Para más señas.

Y se lo mereció Unionistas. El equipo invicto le estaba comiendo la merienda y de qué forma al líder. No sabía por donde le venían al Astorga. En un error en su salida de la pelota, la presión charra surtió efecto. Álex González cerca estuvo de marcar. Pero el balón pegó en el travesaño y rebotó en la línea. Si fue gol o no, jamás lo sabremos con los medios técnicos de los que se dispone en Tercera. Pero no fue la única que tuvieron los charros. Cristo a punto estuvo de sorprender a Reguero. Un meta veteranísimo el maragato. Y que sacó una mano más que salvadora al tiro cruzado del extremeño.

Quería reaccionar el Astorga, pero no fue por fútbol, sino más por empuje cómo llegaron sus réplicas. Acción, reacción. Si Unionistas se volcaba, los de Paulino tenían sobradas formas de castigar a los charros. Hubo una hacía el final del partido. Un tiro desde la frontal que cerca estuvo de poner a Javi Díaz como protagonista indeseado. La bola botó delante del portero y se fue fuera. Antes, el mismo asturiano había quitado el gol de la cabeza de uno de los centrales leoneses. Dice que no fue mejor día, pero el arquero charro supo cumplir con el trabajo que tuvo.

Unionistas lo intentó de todas las maneras y no lo consiguió. Se llegó al descuento con el empate. Y tocó sufrir. De qué manera, porque el Astorga, que había estado defendiendo toda la segunda parte, aún tenía un cartucho por disparar. Fue en forma de tiros de esquina. Todos los maragatos buscaban el remate. Y todo Unionistas apreataba los dientes para impedirlo. Ayer, la psicosis de los minutos finales se quedó en eso. En un mal recuerdo. Ojalá que olvidado.

Cuando el árbitro pitó el final, el respetable respiró. El Astorga había metido mucho miedo en el descuento. Pero antes, durante todos los 45 minutos del segundo tiempo fueron ellos los que sufrieron. El líder ya no es líder. Porque Unionistas le perdonó. O se supo perdonar. Lo que sí que sigue siendo una realidad, es que los charros siguen invictos. Ayer con un empate que fue mucho más.

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