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Pelayo, en una acción ante la Segoviana. ANTONIO QUINTERO
Tres sustos y un escalofrío

Tres sustos y un escalofrío

La Segoviana zarandea al Cristo y resuelve en la primera parte un partido en el que la pavorosa lesión de Camilo, conmocionado por una patada en la cabeza, marcó la segunda mitad

ricardo s. rico

Domingo, 7 de febrero 2016, 21:57

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Andará aún el Danisa Cristo Atlético a estas horas con el pulso como para robar panderetas y atiborrado a tilas. Y es que no ganó este domingo para sustos el equipo de Lolo Infante, primero con ese pim pam pum al que le sometió el equipo de Luis Bertó en la primera parte, con tres goles y un vendaval de juego, y después con la lesión de Camilo, que recibió una patada pavorosa en la cabeza en un lance del juego y quedó conmocionado, teniendo que ser entubado y trasladado raudo al Hospital Río Carrión. Sin duda, un partido para olvidar para el Cristo, deportiva y extradeportivamente hablando.

Tenía un hueso duro de roer el Cristo Atlético, una Gimnástica Segoviana obligada a ganar en La Balastera para recuperar esa segunda posición momentáneamente perdida con la victoria un día antes del Deportivo en Pallafría. Al equipo de Lolo Infante, tras tres semanas consecutivas sin conocer la victoria, volvían a urgirle los tres puntos, o como mal menor, al menos uno ante uno de los mejores equipos del grupo VIII de Tercera. Pronto empezaron a demostrar los jugadores de Bertó su calidad, con la movilidad arriba de Dani Calleja y Miguel y la amenaza de un Ayrton al que Cuenca seguía a todas partes. Aitor, sin embargo, gozó de la primera ocasión del partido en el minuto 8, con un disparo dentro del área que se estrelló en el lateral de la red. Diez minutos más tarde, otro disparo, esta vez de Miguel desde fuera del área, obligó al meta Julio a desviar el balón con muchos apuros a córner. La Gimnástica dominaba, creaba sensación de peligro, se notaban sus hechuras de equipo grande, y Ayrton no perdonó en el minuto 25. Pese al marcaje pegajoso, recibió en el área un pase de Dani Calleja y metió cuerpo ante Cuenca para llevarse el balón y batir de tiro cruzado a Julio. Sucedía lo peor que podía pasarle al Cristo, encajar un tanto ante un conjunto que sabe de balompié bastante más que una simple pregunta de trivial. En ventaja, ante un rival acuciado por la necesidad de sumar, los de Bertó podían guardar la ropa y nadar largos y largos en ataque.

Y vaya sí nadó la Gimnástica Segoviana, con Dani Calleja a lo Michael Phelps. El talentoso delantero se plantó solo en el área en el minuto 35 ante el meta Julio, y tras un recorte pleno de calidad, empujó plácidamente el balón al fondo de la red. Acción brillante de Dani Calleja, zambullida sin salpicar, su aleta de tiburón aterrorizando. Y el meta Julio, dolido por el gol tanto como por el daño que se hizo en la jugada, tuvo que abandonar el terreno de juego sustituido por Marcel. Dani Calleja pudo hacer el tercero en el minuto 45, pero estrelló el balón en el poste. No conforme con el recital, dos minutos más tarde botó una falta desde la banda izquierda que tocó Anel dentro del área y remachó a la red Álex en la línea de gol. 0-3 para la Segoviana, resultado con el que se llegó al descanso. Los de Bertó aplastaban a los de Infante, había mucho equipo enfrente.

Aitor fue sustituido en el descanso por Pelayo (muy molesto con el cambio, abandonó el estadio antes de comenzar la segunda parte). Había que parar la sangría, intentar que la Segoviana no jugase tan a placer, que Dani Calleja no se saliese (más). Y el minuto 57 llegó ese gran susto de la tarde, en un lance en el área en el que Camilo metió la cabeza para intentar rematar a gol y se encontró con la bota de Javi Marcos impactando de forma escalofriante en su cabeza. Camilo cayó al suelo conmocionado, y el miedo se apoderó de todos. Sus compañeros se llevaban las manos a la cabeza, los jugadores de la Segoviana pedían rápidamente asistencia, mientras el médico que echa una mano al Deportivo y al Cristo, Ángel González Vicente, bajaba raudo al césped y entubaba rápidamente al jugador, que había perdido la consciencia. Se dio aviso al 112 para que enviara una ambulancia (en el campo no había ninguna) y los servicios sanitarios se llevaron a Camilo al Hospital Río Carrión, donde fue sometido a un scanner para descartar daños cerebrales y su evolución fue positiva.

El encuentro se reanudó en el minuto 73, aún con tembleque toda La Balastera. Y se quedó aún más frío, entre los tres goles de la Segoviana y el recuerdo de Camilo metido a todo correr en la ambulancia a pie de césped. Aunque los jugadores del Cristo Atlético, quizás por el arrojo de su compañero, comenzaron a apretar más a la Segoviana, que a su vez bajó el pie del acelerador. Así, en el minuto 97, un pase desde la derecha de Palao le permitió a Dani recortar distancias.

El Cristo se vino arriba, espoleado por el orgullo, mientras que de la Segoviana no se supo más. Había cambiado a Javi Marcos, que había protagonizado la acción con Camilo, y también a Dani Calleja y a Ayrton, dos de sus estiletes ofensivos. Los de Infante lo intentaron, pero el marcador ya no se movió más.

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