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Pedro celebra un gol.
El Chelsea gana la lotería de Pedro
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El Chelsea gana la lotería de Pedro

El equipo londinense pagará casi 30 millones de euros al Barcelona por el futbolista más oportuno de sus últimos tiempos

Javier Bragado

Jueves, 20 de agosto 2015, 14:17

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El Chelsea anunció el fichaje de Pedro Rodríguez Ledesma, Pedrito, procedente del Barcelona, después de una subasta pública de un jugador inolvidable. El tinerfeño jugará a las órdenes de José Mourinho después de que el club londinense acordara pagar 27 millones de euros y dos más en función del cumplimiento de variables para cuatro años de talento a su servicio.

«Me siento feliz por estar aquí. Estoy muy emocionado por empezar mi aventura en el Chelsea y estoy aquí para ganar títulos», dijo el canario a los medios oficiales del club. El español había rechazado las ofertas del Manchester City y del Manchester United después de que José Mourinho y su excompañero Cesc Fàbregas convencieran para vestir de 'blue' a quien entró el FC Barcelona como juvenil y se despide con un curriculum irrepetible.

Pedro Rodríguez Ledesma, entonces simplemente 'Pedrito' debutó el 12 de enero de 2008 en sustitución de Eto'o en el minuto 88 de un 4-0 liguero del Barça sobre el Murcia. La alternativa de Frank Rijkaard con aquel desconocido jugador de 19 años sonó a tan anecdótica que incluso cada acción que intentó en tan breve espacio de tiempo fue coreada por la afición más como una mofa cariñosa hacia un chico menudo (1,69 metros y 64 kilogramos) de nombre simpático que como señal de admiración. Unos meses antes estuvo a punto de despedirse porque el club decidió prescindir del Barça 'C', pero Guardiola le ofreció la oportunidad de demostrar su valía a un chaval reclutado después de que deslumbrara en Las Palmeras en el CD Raqui San Isidro, en el municipio tinerfeño de Granadilla de Abona. «No sé qué habría ocurrido si él no hubiera aparecido. Seguramente sin Pep no hubiese volado tan alto», reconoce Pedro cuando se le pregunta. Durante esa misma campaña disputó 36 partidos en el filial y logró 6 goles que ayudaron al ascenso a Segunda División B. Después, el canario se convirtió en delantero de confianza del de Santpedor, respondió en las llamadas del filial en ocasiones para ayudar al equipo que entrenaba Luis Enrique a lograr el ascenso a 2ª División A y Guardiola se lo agradeció casi eternamente. «Es un regalo», reconoció el técnico. Entonces se supo que su nombre futbolístico sería Pedro por imperativo del club, cuando a él nunca le importó lo de Pedrito. De hecho, le agrada que le sigan llamando así.

De récord

El atacante de 28 años ganó tres veces la Liga de Campeones y cinco más la Liga de Primera División con el Barcelona, además de ser campeón del mundo y europeo con la selección española. No obstante, su principal logro individual es que cuenta con un récord difícil de batir puesto que marcó goles en el misma campaña en la Liga, Copa del Rey, Liga de Campeones, Supercopa de Europa, Supercopa de España y Mundial de Clubes. Además, el extremo que puede jugar en varias zonas del ataque y maneja ambas piernas con precisión se había habituado a anotar goles clave para el equipo azulgrana y con la selección española. Pedro destacó en las semifinales del Mundial de Sudáfrica y la final contra los Países Bajos. Pero en el club catalán sus aportaciones a los recuerdos son numerosos. Su primer tanto supuso una victoria en el viejo San Mamés, abrió el marcador de la victoria de la Liga de Campeones en Wembley en 2011 contra el Manchester United, anotó en el 5-0 al Real Madrid en el Camp Nou, perforó la portería contraria en la Supercopa Europea de 2009 y no faltó el gol al Estudiantes de La Plata en la final de Mundial de Clubes en 2009. «Tiene una varita mágica», resumió su compañero Javier Mascherano sobre su sentido de la oportunidad en la época más triunfal del Barcelona.

Su último servicio memorable con el Barça fue el 5-4 de la Supercopa de Europa contra el Sevilla, pero la falta de minutos en una delantera asignada a Neymar, Luis Suárez y Lionel Messi precipitó su salida. Ya le ocurrió en tiempos de su querido Guardiola. Tras una lesión y la llegada de Alexis Sánchez se vio relegado hasta que una vez perdidas las opciones de grandes torneos regresó al equipo y anotó los dos primeros goles de la final de la Copa del Rey contra el Athletic de Bilbao. Guardiola, en su despedida, le concedió un momento para reconocer que «quizás» se habría equivocado al alinearle poco. Tito Vilanova y el Tata Martino aprendieron y no repitieron el error.

En el Chelsea aprovecharán su polivalencia, velocidad, desmarque, regate, calidad, destreza con ambas piernas, capacidad para el sacrificio y el don de la oportunidad, una suerte que cualquier entrenador de fútbol valora como un boleto de lotería premiado. Durante ocho años en Barcelona cambió su vida y la del club, se coronó campeón del mundo y fue padre. Marcó 99 goles, ganó 20 títulos y entregará al Barça el quinto traspaso más caro de su historia (de los que unos 450.000 euros irán al Raqui por sus derechos de formación). «Yo no quería que se fuera, pero le dije que el tren sólo pasa una vez en la vida y que tenía que cogerlo», reconoció su madre cuando dejó las islas Canarias. Ocho años después es un club ganador de todo el que le despide con el mismo sentimiento a Pedrito.

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