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Esther Bengoechea
Domingo, 19 de abril 2015, 22:45
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Con la celebración de la romería de Santo Toribio en el barrio del Cristo y la tradicional lluvia del pan y quesillo, la plantilla morada quería continuar la fiesta con un triunfo para recuperar sensaciones después de perder la pasada jornada en Bembibre. Los tres puntos finalmente no pudieron ser y el público local terminó pidiendo la hora para sumar un importante punto para el equipo de Toño Marcos en un choque con ocasiones pero sin goles ante La Bañeza, donde los palentinos jugaron más de cuarenta y cinco minutos con un jugador menos, por la roja directa a Cuenca. Con este empate, el equipo palentino se mantiene en la decimoquinta posición de la tabla y aleja los fantasmas de las temidas plazas del descenso.
Sin la velocidad de Hassam sobre el césped por lesión, los del Otero saltaron al campo precavidos y fríos, con miedo a perder posiciones tanto en el terreno de juego como en la tabla de clasificación. Por su parte, los leoneses tampoco querían ir mucho más allá, y jugaban sin arriesgar en exceso y buscando con calma y sin prisa las ocasiones sobre la portería de Montero. Poco a poco, comenzaron a llegar las ocasiones de peligro por ambos conjuntos. Una chilena de los leoneses, anulada por juego peligroso, hacía que los aficionados palentinos se llevasen las manos a la cabeza, pensando que ya tenían que remar a contracorriente. Cinco minutos más tarde, protagonizaba la jugada de ataque Cuenca, centrando un peligroso balón al área que no encontraba remate.
Colino y Niche protagonizaban las siguientes ocasiones locales, sin excesivo peligro hasta que un disparo de La Bañeza quitaba el hipo a más de uno y terminaba estrellándose en el palo de la portería palentina. Llegaban los mejores minutos de los locales, que no conseguían llegar con peligro en los últimos metros del campo. Después de una serie de córners consecutivos para el Cristo, Mikel remataba completamente solo de cabeza al lateral de la portería de Pablo.
Cuando todo parecía indicar que terminaba la primera parte sin más acciones, el colegiado expulsó con roja directa a Cuenca tras una jugada a balón parado, donde entendió que había agredido a un rival. Así, con un jugador menos sobre el césped, se terminaba la primera parte del choque, sin goles en La Balastera.
Más ocasiones
El paso por los vestuarios espoleó al equipo rival, que saltó al campo sin complejos (y sabedor de que tenían un efectivo más sobre el césped). Bien pronto creó dos ocasiones de peligro sobre la meta de Montero. Héctor daba la réplica en forma de ocasión, aprovechando un rechace de un córner para ajustar el balón a la escuadra de Pablo. Las líneas de ambas plantillas comenzaban a romperse y La Bañeza iba encontrando los huecos dejados por la expulsión de Cuenca.
Con la necesidad de anotar tras el devenir de los minutos, los palentinos comenzaron a buscar el área rival sin complejos y con la confianza de poder hacerse con el triunfo. Pero los leoneses, que no querían volver a su tierra sin puntos, no dieron el brazo a torcer y defendían con ahínco las embestidas palentinas. Colino disparaba a puerta tras un gran pase de Hompi, pero el balón terminaba el córner tras la intervención de un defensa. Minutos más tarde, Mikel disparaba alto dentro del área. Las ocasiones iban llegando pero muy descafeinadas y sin excesivo peligro. Montero se convertía en el protagonista en la recta final del partido con importantes paradas, claves para que los palentinos sumasen un punto a su casillero. Matos disparo dentro del área a bocajarro y el cancerbero local, ya en el suelo y con el cuerpo, despejó el balón a córner. Si esta jugada era aplaudida por la afición morada, ni que decir tiene la que tuvo lugar ya en el tiempo de descuento, cuando el portero del Otero detuvo un tiro fuerte y raso de los leoneses culminando una gran jugada de ataque utilizando ambas bandas.
Por su parte, el Cristo también tuvo su oportunidad en las botas de Mikel, pero el esférico terminó en córner. Al final, los locales pedían la hora desesperadamente ante la posibilidad de que se les escapase el preciado punto en los últimos instantes del partido. Sin mucho tiempo para descansar, la plantilla morada se volverá a vestir de corto el jueves, 23 de abril, día de la Comunidad, para viajar a Cebreros y medirse al conjunto abulense.
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