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Dani Calleja, durante un momento del partido.
Ávila purifica a la Segoviana
tercera división

Ávila purifica a la Segoviana

El equipo de Santi Sedano rompe su mala racha de resultados con una victoria en el campo del eterno rival

nacho sáez

Domingo, 23 de noviembre 2014, 21:07

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No hay lugar mejor para la Gimnástica Segoviana que Ávila para recuperarse de los disgustos. Los triunfos que consigue allí valen doble; por los puntos y por la inyección de confianza que le suponen. Este domingo se llevó el alegrón que le venía haciendo falta y asomó de nuevo la cabeza, tocado como estaba por los cuatros partidos consecutivos que llevaba sin ganar. En Ávila rompió esa racha gracias a un oportuno gol de Ricar y a una estupenda aparición de Kike, que provocó el gol en propia puerta de José María.

El éxito de los azulgrana se cimentó en una buena segunda parte. Antes, en la primera les había tocado sufrir y dar las gracias porque un disparo del abulense Álex Rabadán se estrelló en el palo en lugar de ir dentro de la portería de Facundo. El equipo de Santi Sedano se rehizo de esa mala primera mitad, en la que se perdió en pelotazos al aire, y mandó a la lona a un Ávila que agrava un poco más su crisis. El cambio de entrenador no le ha surtido efecto de momento.

Ante las ausencias de Alfonso, Álex y Ricardo, la Segoviana compareció en el Adolfo Suárez con Chema de central, Roberto en el eje de la defensa junto a Anel, y Manu y Rubén Yubero como mediocentros. A Dani Calleja, Miguel Herranz y a Dani Arribas les quedó encomendada la tarea de enlazar con Ricar, que regresó a la titularidad. El Ávila quiso intimidar al principio y dio un primer aviso con un disparo de Sergio desde fuera del área que se perdió fuera. Esa declaración de intenciones de los abulenses quedó en entredicho por la superioridad que logró la Segoviana en el centro del campo. Se asociaron en un primer momento Manu, Miguel Herranz, Rubén Yubero y Dani Calleja y el equipo de Santi Sedano comenzó a carburar. Sin embargo, no duró demasiado ese prometedor inicio. No tenía llegada pero sí al menos el balón y el control del juego. El Ávila, en cambio, optó por un fútbol más directo y volvió a llegar a la portería de Facundo con otro disparo lejano de Benji.

No hubo muchas llegadas a las áreas en los primeros veinte minutos. La principal de la Segoviana fue un córner lanzado por Roberto que se envenenó y que estuvo a punto de convertirse en el 0-1. Replicó el abulense Álex Rabadán con una extraordinaria jugada que acabó en el palo. A falta de buen fútbol, esas ocasiones fueron lo mejor de una primera parte en la que se notó el mal momento que atraviesan los dos equipos. El estado del terreno de juego tampoco favoreció el juego de asociación de la Segoviana, muy imprecisa, como hace una semana.

El paso de los minutos no hizo más que incrementar la sensación de que poco a poc perdía el pulso al duelo. Durante mucho rato, la única propuesta de los de Santi Sedano fue el balonazo largo, y al final de la primera parte las sensaciones que transmitía eran muy malas. En esos primeros cuarenta y cinco minutos quizás se salvó Rubén Yubero, en lo que a la tarea de creación se refiere, ya que por lo demás la actitud de sus jugadores fue irreprochable. Eso sí, fútbol dejaron poco que llevarse a la boca en ese tiempo.

Sin embargo, nada más empezar el segundo acto, Ricar, que no había estado nada fino antes, remató al fondo de la red de cabeza una falta botada de forma estupenda por Rubén Yubero. El gol entonó a la Segoviana, que jugó mucho mejor desde ese momento. Todo lo contrario que el Ávila, que se hundió irremediablemente. Ni siquiera los cambios le mejoraron. Se partió en dos y quedó totalmente expuesto a encajar el 0-2. Lo tuvieron Dani Calleja y el propio Ricar, pero perdonaron sus ocasiones.

Colosos

El partido se fue poniendo cada vez más complicado para la Segoviana por la cantidad de balones que volaron sobre su área, pero Chema, Roberto y especialmente Anel fueron unos colosos. También Facundo, que no hizo una sola concesión. Debutó Guille para fortificar el centro del campo y después salió Kike para buscar el contraataque. El extremo espinariego precisamente protagonizó la jugada del 0-2. Atrapó un gran cambio de juego de Rubén Yubero y después de desbordar a dos defensas del Ávila puso un centro que José María embocó en su propia portería. El triunfo era ya de la Segoviana, que vio premiada su buena segunda parte.

Para el Ávila todo son desgracias. En los últimos instantes, incluso, su delantero, Adrián, tuvo que abandonar el terreno de juego con collarín después de hacerse daño al caer en un salto con Chema. Y otro futbolista suyo Josito fue expulsado por protestar. Terminaron con nueve los abulenses ante una Segoviana que recuperó la sonrisa tras unas semanas metida en un bache. El Adolfo Suárez se convirtió en su lugar particular de purificación. No existe en el imaginario gimnástico ningún escenario mejor que ese para volver a sonreír. Ya se puede volver a mirar hacia arriba.

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