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Dani Calleja se queja de una falta durante el partido.
Aprobada una difícil prueba
tercera división

Aprobada una difícil prueba

La Segoviana se desquita de su primera derrota con un empate en el campo del Atlético Bembibre

antonio salmerón (optasports)

Domingo, 14 de septiembre 2014, 23:38

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La Gimnástica Segoviana se desquitó de la derrota sufrida en el debut en Liga ante su afición con un empate en uno de los campos más difíciles del grupo a priori. Fue justo el reparto de puntos cosechado en Bembibre en un partido con dos fases bien distintas. Una, en los primeros cuarenta y cinco minutos en la que el claro dominador fue la Segoviana, y otra en el último tramo del choque en la que el Atlético Bembibre mereció llevarse algún premio, pues Marcos, en el minuto 64, estrelló el balón en el larguero en lo que hubiera supuesto el fin de la igualdad que presidió el partido. Pero tampoco hubiera sido justo dejar sin botín a la Segoviana.

No defraudó el choque, ya que desde el principio las intenciones de los dos equipos no eran otras que las de la victoria. Por eso, nada más darse el pitido inicial el balón no paraba de ir de una portería a otra. En el minuto inicial, Tano, en la única jugada de peligro de los locales en el primer tiempo, se internó por su banda y su centro no encontró rematador. Con esta rápida acción el partido ya hacía un guiño acerca de cómo iba a ser.

Acto seguido fue la Gimnástica la que lo intentó desde la izquierda con un centro medido desde la banda izquierda de Xavi al que no llegó Ricar. Fueron unos inicios muy prometedores, puesto que la lucha en el centro del campo estaba siendo muy intensa. Había que estar muy atento a los contraataques, puesto que la Segoviana era mejor en este aspecto y hacía así mucho daño a su rival saliendo rápido por las bandas y enlazando jugadas veloces que partían desde la medular.

Según pasaban los minutos los azulgrana se adueñaban del centro del campo y movían mejor el esférico, pero no llegaban a culminar ninguna de esas intentonas. Ricardo, que volvía al once después de su ausencia frente al Villa de Simancas, y Manu, muy activos ambos en estos primeros compases de la contienda, manejaban el balón, mientras que el Bembibre comenzaba a acusar el cansancio al tener que correr en exceso detrás de la pelota. Muestra de ello fue la tarjeta que se le mostró a Cubero por impedir que se le escapara su par. La jugada, tras ser botada por Dani Calleja, no encontró rematador.

Cuando ya agonizaba la primera mitad, Ivanildo, tras una falta botada desde la derecha, no acertó a atajar el balón y tras botar en una maraña de jugadores rebotó en su propia portería. Por suerte para los leoneses, Tano salvó lo que hubiera supuesto el 0-1 para la Segoviana. Los futbolistas gimnásticos se marchaban a los vestuarios lamentándose de esa ocasión que les hubiera permitido afrontar por delante en el marcador el inicio de los segundos cuarenta y cinco minutos de un choque ya no volvieron a gobernar con el mismo puño de hierro que habían exhibido hasta el descanso.

En la reanudación, Santi Sedano dio entrada a un hombre más en la medular para dar más consistencia al juego de su equipo en esa zona. Además, en los primeros compases de esos segundos cuarenta y cinco minutos la Gimnástica tuvo una clara oportunidad, pero el disparo de Rubén Yubero fue detenido por el guardameta local.

A partir de ese momento, poco a poco el Bembibre se fue adueñando del centro del campo y borró casi literalmente a unos jugadores azulgranas que habían hecho una gran primera parte. Esos fueron momentos de mayor tranquilidad para los locales, que buscaron la victoria con ahínco y que llevaron el peligro muy a menudo hasta la portería del uruguayo Facundo, que finalmente tuvo más trabajo del esperado. Y es que los de Santi Sedano estaban totalmente descolocados y cedían la parcela central a un equipo que luchaba y luchaba intentando dejar los puntos en casa. Más por empuje que por claridad de ideas, pero en ese momento, al revés de lo que había sucedido en la primera mitad, el Bembibre estaba más cerca del gol que la Segoviana. Siempre estaba ahí, para contrarrestar el dominio local y para intentar dar algún disgusto a los del el Bierzo.

De todas formas, cada vez quedaba menos tiempo, los futbolistas comenzaron a acusar el esfuerzo realizado y ambos conjuntos empezaban a dar por bueno el punto. Aunque los locales tuvieron oportunidades para haber puesto en jaque el equilibrio, no hubiera sido merecido que se hubiese llevado el encuentro ante una sólida y consistente Segoviana. Los de Santi Sedano supieron en cada momento jugar y buscaron la victoria a toda costa, pero el Bembibre le salió respondón y le cortó de raíz todas las aspiraciones de victoria.

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