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Isma conduce el balón perseguido por Borja Blanco durante un partido amistoso disputado en Santa Clara.
Emoción por partida doble

Emoción por partida doble

El Naturpellet Cuéllar, que empató en los últimos segundos frente al Universidad de Valladolid, esperó en Santa Clara el desenlace del partido del Zamora para confirmar su clasificación para la Copa del Rey

el norte

Lunes, 22 de mayo 2017, 20:53

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El Naturpellet Cuéllar ha conseguido la clasificación, por segunda vez en su historia y por segundo año consecutivo para la Copa del Rey de fútbol sala. El conjunto cuellarano, tras un irregular final de temporada con varias derrotas que hicieron a los de Santa Clara no depender de si mismos para lograr dicha clasificación, ha logrado terminar la liga en tercera posición gracias a un empate conseguido a falta de un minuto y a la derrota del Zamora en la cancha del Atlético Benavente.

Fue una tarde de nervios, emociones y constantes miradas al teléfono la que se vivió en el pabellón de Cuéllar. Jugadores y aficionados cuellaranos tuvieron que esperar quince largos minutos, tras el final de su partido contra el Universidad de Valladolid, para conocer el resultado final del encuentro disputado en el pabellón de La Rosaleda entre el Atlético Benavente y el Zamora, en el que los cuellaranos necesitaban una derrota de los segundos para conseguir el tercer puesto. Después de una tensa espera la noticia de la derrota de Zamora corrió como la pólvora en Santa Clara dando rienda suelta a la celebración sobre la pista de equipo y afición.

En lo que al partido se refiere, no pudo empezar mejor para los intereses del Naturpellet porque a los treinta segundos de juego Lulas inauguraba el marcador a puerta vacía tras recoger un rechace de Víctor a disparo de Isma. Los locales no se conformaban con la ventaja y seguían buscando la meta pucelana. Pablo tras una buena contra tenía una clara ocasión que el portero visitante desbarataba con el pie. Poco a poco el conjunto universitario fue equilibrando el choque, llegando con peligro a los dominios de Cano. En el seis los postes se aliaban con la portería local en dos remates consecutivos de Balle y Rulo en jugada de estrategia. Comenzaron las dudas en los jugadores cuellaranos y Dani con un fuerte chut hacía lucirse a Cano.

Los minutos pasaban y las defensas se imponían a los ataques. Las ocasiones se alternaban en ambas porterías hasta que Balle, en el minuto 17, establecía la igualada en una jugada muy protestada por los cuellaranos por una posible falta a Cano, quien evitó instantes después el segundo de los universitarios justo antes del descanso.

La segunda mitad fue totalmente distinta. Los locales pusieron toda la carne en el asador en busca de la victoria, dominando de principio a fin pero se encontrándose con un Víctor espectacular que amargó de nuevo le tarde a los cuellaranos. No se habían cumplido dos minutos de la reanudación y Taveras ya había hecho intervenir a Víctor y en la siguiente acción un defensa salvaba a los visitantes. Isma volvió a toparse con el meta universitario rematando en el segundo palo una buena jugada colectiva. Los jugadores de Ángel Zamora creaban peligro casi en cada jugada pero como viene sucediendo durante toda la temporada no estaban acertados de cara a gol.

Como suele ocurrir, al final el que perdona lo paga. Una de las reglas máximas del fútbol se cumplió a falta de cinco minutos para el final cuando Balle marcó su segundo gol de la tarde en el único disparo entre los tres palos de su equipo en la segunda mitad. El 1-2 hacía que reaparecieran viejos fantasmas del partido de Copa disputado por los mismos equipos en el comienzo de la temporada, donde los cuellaranos fueron superiores pero eran los vallisoletanos quienes lograban la clasificación.

Tras unos minutos de shock local, Ángel Zamora decidió apostar por el juego de cinco en su búsqueda del empate. Las prisas en las primeras jugadas evitaban la finalización de los ataques en superioridad de los cuellaranos, que encontraron el gol del empate en el último minuto de partido. Julio se marchó por banda y su centro al área, tras pegar en la pierna de Víctor, se coló mansamente en la portería visitante.

Las noticias que llegaban de tierras zamoranas no eran buenas porque Zamora lograba empatar el choque, por lo que el Naturpellet siguió con el juego de cinco en busca del gol de la victoria. A falta de quince segundos Julio se quedaba solo ante Víctor pero su duro remate lo sacó el meta pucelano con una mano espectacular que llevaba la desesperación a la grada local. Pero justo cuando finalizaba el encuentro en Santa Clara, llegaron las noticias con el 3-2 del Benavente que daba la clasificación para la Copa del Rey al Naturpellet Cuéllar.

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