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De derecha a izquierda, Enrique Martínez de Vallejo, tres veces olímpico; José Antonio Centenera y su hijo, Santiago Centenera, dos veces olímpico.

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De derecha a izquierda, Enrique Martínez de Vallejo, tres veces olímpico; José Antonio Centenera y su hijo, Santiago Centenera, dos veces olímpico. Rodrigo Jiménez

Una escuela de campeones llamada Caballería

La Academia vallisoletana ha formado a 26 olímpicos españoles en disciplinas como la hípica, el tiro o la esgrima, según ha descubierto el periodista José Miguel Ortega

Rebeca Pasalodos

Miércoles, 25 de abril 2018

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A lo largo de la historia, el deporte y la educación física siempre han estado muy presentes en las escuelas militares como apoyo a la instrucción de los cadetes y a la mejora en el desempeño de sus funciones. La Academia de Caballería de Valladolid, fundada en 1852, ha acogido a lo largo de los años infinidad de disciplinas deportivas que empezaban a darse a conocer en otros países de Europa. Así, en 1911, la Academia ya contaba con un equipo de fútbol que compitió en la Copa del Rey, y en 1939 acogió el primer partido de balonmano registrado en Valladolid. Dentro del propio adiestramiento militar, algunas disciplinas se impartían como asignaturas. En concreto, la equitación teórica y práctica, la gimnasia, la esgrima de espada y florete y el tiro, que acabaron convirtiéndose en deportes olímpicos.

El cronista deportivo vallisoletano, José Miguel Ortega, ofreció ayer una conferencia en la Academia de Caballería recordando a los 26 alumnos de esta institución que fueron olímpicos participando, justamente, en una de esas tres disciplinas propias del ámbito militar.

A pesar de la gran cantidad de documentos perdidos en el incendio que destrozó el antiguo edificio de la Academia, conocido como 'El Octógono', Ortega ha podido recopilar, gracias a un minucioso trabajo de investigación, los nombres de los 26 militares que participaron en alguna cita olímpica, de los cuales «24 eran jinetes, uno era de esgrima —concretamente el Marqués de Murrieta— y uno de tiro», este último el vallisoletano Ángel León Gozalo, quien ganó la medalla plata en Helsinki 1952 en la modalidad de pistola 50 metros. «Podía haber sido alguno más si en Berlín les hubieran dejado participar, porque en esas olimpiadas había cuatro de la Academia, pero era el año 36, estalló la Guerra y se tuvieron que volver», relata el periodista. En total, «estos 26 consiguieron tres medallas de oro, tres de plata y 16 diplomas olímpicos», incluida «la primera medalla de oro que ganó España» en unas olimpiadas, que «fue en Ámsterdam 1928» en saltos por equipos, y los tres jinetes que la obtuvieron «fueron Julio García Hernández, José Navarro Morenés y el Marqués de los Trujillos, que habían sido alumnos de la Academia de Caballería de Valladolid».

José Miguel Ortega
José Miguel Ortega

Dos décadas después, «en Londres 1948, se gana la medalla de plata en esa misma competición, en saltos», explica Ortega, «los tres que ganaron también eran de la Academia, uno de ellos incluso era vallisoletano, Marcelino Gavilán y Ponce de León», añade, «quien tuvo una ronda de clasificación no tan buena como se esperaba», si bien, «su pase fue imprescindible para lograr la medalla, pues era requisito que se clasificaran los tres jinetes para optar a las preseas y en otros equipos hubo retirados», detalla el periodista. A estas medallas hay que sumar los 16 diplomas olímpicos.

Homenaje a la Academia

Tras el repaso histórico de José Miguel Ortega se brindó un reconocimiento a la Academia de Caballería por su aportación al deporte olímpico. Este homenaje se escenificó a través de la entrega de distinciones a distintos alumnos de la actual academia. Así, el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, entregó una placa al cadete de la academia, Alejandro Atienza. Puente apuntó que «la presencia del Ayuntamiento» pretendía «reconocer la vinculación histórica de esta institución a la ciudad y también a las personas que la forman», añadió. Tras el edil, el director general de deportes de la Junta de Castilla y León, Alfonso Lahuerta otorgó la placa a la dama Miriam Pérez y agradeció «la labor de la academia y su contribución al deporte español». Destacó su función como «primer centro de alto rendimiento antes siquiera de que existieran como tal». Por último, el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, entregó a caballero Javier Giral, la distinción conmemorativa. Para blanco, «no hay nada más parecido al deporte que la vida militar». El presidente del COE, destacó que estas «dos actividades que se basan en personas con valores y principios, que tienen una ilusión, fijan un objetivo y luchan por llegar a él», añadió.

Homenaje a los cuatro jinetes

Por último, se homenajeó a los cuatro jinetes olímpicos, alumnos de la academia, que aún están vivos. El coronel y director de la Academia, Santiago Aguado Arroyo, otorgó distinción a Enrique Martínez de Vallejo, que participó en tres olimpiadas y ha sido un referente en la hípica y como militar, llegando a ser instructor de la infanta Elena. También, José Antonio Centenera y su hijo Santiago Centenera, este último compitió en Barcelona 92, y aunque sufrió una caída en competición individual, fue quinto por equipos junto con Fernando Villalón, ausente, mandó a su tío Carlos Villalón al homenaje.

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