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Álvaro de Arriba, a la izquierda, durante las semifinales. REUTERS
Álvaro de Arriba: «En mi mente solo estaba el oro pero apareció un inoportuno virus»
ATLETISMO

Álvaro de Arriba: «En mi mente solo estaba el oro pero apareció un inoportuno virus»

El salmantino, quinto del Mundo en los 800 metros en pista cubierta, señala que «a partir de ahora iremos a las competiciones internacionales a por las finales y a soñar con todo»

Juanjo González

SALAMANCA

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Martes, 6 de marzo 2018, 12:20

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Álvaro de Arriba llegó ayer por la tarde a Madrid en el vuelo que traía a toda la expedición española presente en los Campeonatos del Mundo de atletismo en pista cubierta que se celebraron el pasado fin de semana en Birmingham. Hoy se queda en la capital de España para la recepción que tiene prevista hacer el Ministro de Deportes a todos los participantes y después regresará a Salamanca. Su objetivo: coger su tablet, buscar un lugar donde perderse una semana y desconectar del todo antes de centrarse en la temporada de verano.

En su ‘mochila’, un quinto puesto en la final de los 800 metros de un Mundial, casi nada, pero también y todavía reconocible a través del teléfono, la voz tomada por un inoportuno catarro que apareció recién llegado a Birmingham y que le impidió rendir como él esperaba en la cita. «Soñaba con el oro», decían sus allegados antes de la final. Pero ese día y tras haber hecho en las semifinales su segunda mejor marca personal de siempre (1:45:44, solo una centésima peor que el 1:45:43 de Salamanca, la segunda mejor marca de la historia en España), llegó una mala noche y una mañana donde los ‘mocos’ y la tos no solo dificultaban su concentración sino también su respiración. «Diez minutos antes de entrar ya en la cámara de llamadas y calentando, hice unas progresiones y cuando llegaba al punto máximo empezaba a toser... Pedí medicamento pero ya no me podían dar más. Solo algún caramelo para suavizar algo», lamenta el atleta de La Sagrada afincado en La Fuente de San Esteban. «Hay algunos medicamentos que están permitidos semanas antes de la competición pero ya tan cerca no», reflexiona Alvaro de Arriba.

«He tenido muy mala suerte, no me he puesto malo en todo el año y ha llegado ahora... Hoy (por ayer) ya estoy un poco más tranquilo, viéndolo en frío.Por una parte contento por ser el quinto mejor del mundo en pista cubierta, pero no puedo ocultar que un poco decepcionado. Si me lo hubieran dicho el año pasado lo habría firmado pero es que llegaba tan bien...», señala el pupilo de Juan Carlos Fuentes.

«Era la verdad, soñaba con el oro o por lo menos peleárselo hasta el final Adam Kszczot -finalmente el campeón y gran favorito-. Mi mente estaba en el oro, por la marca de Salamanca, por la de la semifinal, pero apareció el inoportuno virus. En la final ya salté a la pista desconcentrado, pensando más en que si podría respirar bien, en que no me diera la tos cuando empezara a atacar.... Fue levantarme el sábado con la nariz taponada y los mocos, las molestias en el pecho y la garganta y saber que sería ya muy complicado. La sensación ahora es un poco de alegría por el puesto, pero también decepcionado. Llegaba en un momento de forma increíble tanto para carrera larga como para lenta pero apareció algo que no puedes controlar, un virus».

Por quedarse con la parte positiva, Álvaro de Arriba destaca que «esta pista cubierta ha supuesto un antes y un después, el año pasado ya di un paso importante con la medalla de bronce en el Europeo, pero me faltaba la marca y ya la tengo. Me da mucha seguridad para el futuro y también me lo dice mi entrenador, la gente que me rodea, de la Federación, que se ha visto un Álvaro diferente, centrado y sin miedo. Ahora ya no me puedo permitir ir a una gran competición internacional a pasar una ronda, está claro que tenemos que pensar en las finales y soñar con todo. En el meeting de Francia es donde más seguridad logré, estuve de tú a tu con Adam para ir al Mundial sin miedo», ambiciona el salmantino.

A por medalla en Berlín

Ahora el pupilo de Juan Carlos Fuentes desea «llegar a casa, buscar un sitio y perderme cinco o seis días. Quiero desaparecer y estar tranquilo para empezar a preparar luego el aire libre. El objetivo será Berlín, donde queremos luchar por medallas. Es algo realista y hay que trabajar para ello. También buscaremos mítines a nivel internacional aunque no los decidiremos hasta dentro de unas semanas. La marca que tengo me ha abierto muchas puertas», finaliza.

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