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Simón es manteado por sus compañeros tras la finalización del encuentro.
Un final emotivo y feliz

Un final emotivo y feliz

El Balonmano Nava cierra su tercera temporada en División de Honor Plata con una victoria frente al Cajasur Córdoba en el último partido de Simón

quique yuste

Sábado, 13 de mayo 2017, 23:14

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Se acabó. La temporada 2016-2017 echó ayer el cierre en Nava de la Asunción con un partido sin nada juego y sin apenas intensidad pero que estuvo cargado de emociones. El conjunto local despidió una campaña difícil e irregular con una victoria que refleja a la perfección el desarrollo de la competición para los naveros. Comenzó mal, enderezó el rumbo a mitad de curso, volvió a mostrar su peor lado complicándose el final, pero resultó vencedor con un aprobado raspado.

Antes del inicio del choque, el club navero presentó a su afición a los equipos de su cantera que tan buenos resultados están consiguiendo esta temporada. Un ambiente festivo y relajado que también reflejaban los rostros de los jugadores de ambos equipos, dispuestos a afrontar sesenta minutos de juego sin la presión y los agobios que podía suponer un duelo a vida o muerte por la salvación, tal y como se podía presagiar hace tan solo un par de semanas. Las sonrisas y los gestos de complicidad entre los jugadores naveros fueron frecuentes, quizás conscientes de que para unos cuantos era la última tarde que pasarían defendiendo la camiseta del Balonmano Nava, una elástica amarilla y verde que se quitó el gafe de anteriores ocasiones con su primera victoria.

Una vez se decretó el inicio del encuentro, al Balonmano Nava le costó abandonar ese clima de relajación y afrontar con la intensidad mínima un partido de competición oficial. Sus primeros ataques naufragaron ante las protestas a una pareja arbitral que por suerte no tuvo que lidiar con un ambiente de nervios con objetivos clasificatorios en juego. Antes de llegar al minuto 5, Óscar Perales se vio obligado a pedir el primer tiempo muerto del choque ante el parcial de 1-4 que los cordobeses endosaron a los locales sin hacer nada del otro mundo. Algo reaccionaron los naveros, que al menos mostraron una mayor atención a las líneas de pase del rival que les permitió robar más de un balón y anotar fácil en transición.

Poco a poco el Viveros Herol conseguía imponerle su ritmo al partido, aunque sufría en portería con Samuel Ibañez, incapaz de adivinar los disparos exteriores de los andaluces. Con la entrada a la pista de Carlos Villagrán, Isma Juárez y Juan Carlos Cabada, el equipo de Óscar Perales consiguIÓ darle la vuelta al marcador con un parcial de 7-0 que coincidió con el cambio de titular en la portería visitante. Al final de los primeros treinta minutos se llegó con victoria de los de casa por 14-11, un resultado que parecía suficiente para que el Balonmano Nava no tuviera problemas en la segunda mitad.

Pero al igual que en la gran mayoría de los partidos de esta temporada, el Viveros Herol sufrió una de sus desconexiones habituales al poco de comenzar el segundo periodo. No había tensión ni intensidad. Los jugadores apenas se hablaban en la pista y el partido parecía un entrenamiento más. El Nava alcanzó los cinco goles de ventaja al poco de comenzar la segunda parte, pero pronto se atascó ante la portería cordobesa, defendida de nuevo por Ramón Fuentes. Sin encajar goles, los andaluces fueron recortando distancias en el electrónico ayudados por la mesa arbitral, que subió al marcador un gol visitante en el que los colegiados habían señalado falta en ataque. El cortocircuito ofensivo del Balonmano Nava sin Tello en pista era absoluto. Solo tres goles en los primeros quince minutos del segundo periodo para los de casa permitieron a los visitantes darle la vuelta al marcador y generar dudas en los jugadores naveros. Pero entonces llegó la reacción, sustentada en una defensa 5:1 que ahogó la circulación andaluza y que se tradujo en varios goles rápidos al contragolpe.

Con un acertado Darío Ajo Martín, el Balonmano Nava volvió a recuperar la iniciativa en el juego y en el marcador. Adquirieron cuatro tantos de ventaja en los últimos cinco minutos de partido suficientes para afrontar sin apuros los instantes finales de la temporada. No hubo sufrimiento, y con los jugadores abrazándose se llegó al bocinazo final al partido y a la campaña.

Una vez concluyó el encuentro llegó el turno de las despedidas, temporales en unos casos y definitivas en otros. En primer lugar de la afición hasta la próxima temporada, y en segundo de Simón, quien anunció su marcha por motivos laborales. Otros todavía tendrán que esperar unos días para conocer si la próxima temporada seguirán defendiendo los colores de Nava de la Asunción.

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