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Alexandre Tello pasa el balón durante el partido frente al Balonmano Torrelavega.
Nadar para morir en la orilla

Nadar para morir en la orilla

El Viveros Herol Nava pierde con el Balonmano Torrelavega tras un gran inicio de segunda parte

quique yuste

Sábado, 25 de marzo 2017, 23:15

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El Viveros Herol Balonmano Nava se quedó a las puertas de una meritoria remontada frente al Balonmano Torrelavega. Los de Nava de la Asunción consiguieron ponerse por delante en el segundo tiempo pero sucumbieron en los minutos finales ante el equipo cántabro, más sólido durante el tramo decisivo del encuentro y con las ideas más claras tanto en ataque como en defensa.

El partido fue una copia de muchos otros disputados por el equipo de Óscar Perales esta temporada en su propia cancha, aunque con pequeñas salvedades. De nuevo, los naveros fueron a remolque durante gran parte del choque, remando para mantenerse con vida en el partido y tirando de garra y coraje en el segundo tiempo para darle la vuelta al marcador. Ayer lo consiguieron, con un parcial de 7-0 que parecía poner las cosas de cara a los de Nava de la Asunción, pero flaquearon ante la última ofensiva del Balonmano Torrelavega y cedieron dos puntos que habrían dado una gran tranquilidad de cara al tramo final de la temporada.

El partido comenzó con buenas sensaciones para los locales. Tello parecía enchufado desde el principio con acierto en el lanzamiento exterior mientras el Balonmano Torrelavega, con un ritmo lento en la circulación del balón, tenía problemas para encontrar disparos cómodos sobre la portería defendida por Samuel Ibañez. Pero poco a poco el partido fue cayendo del lado cántabro. A la falta de puntería de Antonio Llopis desde el lateral derecho (erró sus cuatro primeros lanzamientos) se le unió rápidamente la capacidad del conjunto visitante para castigar con dureza cada fallo de los naveros. En ataque estático marchaban tranquilos, pero en cuanto veían la posibilidad de hacer daño con velocidad en transición no dudaban en ir con todas las de la ley.

En el minuto diez el marcador reflejaba un 4-7 que obligó a Óscar Perales a pedir tiempo muerto. Tras una tímida reacción de los locales, de nuevo el Balonmano Torrelavega iba a pasar a controlar el ritmo del encuentro mientras las goteras hacían acto de presencia en el polideportivo de Nava de la Asunción. Llovía con fuerza y el Viveros Herol era incapaz de capear el temporal. La portería, como durante toda la temporada, era uno de los muchos problemas que debía afrontar el equipo rojiblanco durante la tarde de ayer. Tampoco ayudó la pareja arbitral, con un criterio que castigó excesivamente a los naveros mientras los cántabros recibían solamente advertencias.

Con muchos factores en contra, el colapso en ataque de los de Nava de la Asunción era preocupante. Todos los sistemas buscaban la finalización de Tello, quien buscó sin suerte un aliado para perforar la portería rival durante los primeros treinta minutos, que concluyeron con ventaja visitante (13-17) y con la primera exclusión del Torrelavega en el último segundo.

Remontada en el caos

Tras encajar gol en el primer ataque en inferioridad del equipo cántabro (máxima diferencia del partido 13-18) llegó la esperada reacción del Viveros Herol Balonmano Nava. Convirtió el encuentro en un caos con el objetivo de pescar en río revuelto. Consciente de que a su rival no le interesan los partidos alocados ni los ritmos elevados, planteó un partido lo más intenso posible. Endosó un parcial de 7-0 a los cántabros gracias a un gran trabajo defensivo y una mayor permisividad arbitral, que ahora sí castigaban de la misma forma la dureza en ambos lados de la cancha. Durante los primeros doce minutos del segundo tiempo permitieron que el equipo de Diego Soto anotase solo dos goles. Pero entonces el técnico visitante paró el partido, cambió al portero y le devolvió a su equipo la pausa necesaria para volver a luchar por la victoria.

Con las pulsaciones más calmadas el Balonmano Torrelavega volvió a ser el equipo más fiable en la cancha azul de Nava de la Asunción. Ralentizó sus ataques y aunque ya no tenía la fluidez del primer período, volvió a ahogar al Balonmano Nava con un intensa y dura defensa. Endosaron los cántabros un parcial de 5-0 a los naveros con el que recuperaron la iniciativa en el electrónico para no soltarla nunca más. El Nava quería correr pero los fallos fueron más abundantes que los aciertos. Especialmente errático estuvo el capitán, Carlos Villagrán, en uno de los peores partidos que se le recuerdan.

Entre tanto fallo por parte de ambos equipos apareció en el tramo final la figura de San Emeterio. El portero del Balonmano Torrelavega salvó a su equipo con intervenciones de gran mérito, una de ellas sobre la misma línea de gol a lanzamiento de Tello cuando el Nava soñaba con ponerse a un tanto en el marcador. Simón, quien dirigió al equipo en detrimento de Villagrán durante los últimos minutos, perdió el balón en su propio campo permitiendo que los cántabros le dieran la puntilla al choque. Lo intentaron hasta el final los de Óscar Perales, pero la exclusión de Isma Juárez en el 58 dejó sin opciones de victoria al Viveros Herol, que se mantiene con cuatro puntos de ventaja sobre el descenso gracias a la derrota del Cajasur Córdoba.

La próxima semana el Nava volverá a jugar en casa, recibiendo la visita del MMT Seguros Zamora.

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