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césar r. cabrillo
Domingo, 15 de mayo 2016, 20:06
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El Atllético Valladolid inició su fiesta a las dos horas de esta madrugada nada más llegar a Valladolid desde Irún con un baño en la fuente de la Plaza España.
Ya por la mañana, y después de descanar unas horas, plantilla, cuerpo técnico y directiva del Atlético Valladolid compartieron la alegría del ascenso a la liga Asobal de balonmano, consumado el sábado tras ganar al Bidasoa en la penúltima jornada de la División de Honor Plata ante una afición entregada que se congregó en la Plaza de Portugalete.
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Hubo tiempo para todo y los allí presentes disfrutaron de un rato agradable junto los jugadores. Incluso alguno tuvo que cumplir las promesas hechas si ascendían.
Roberto Pérez tuvo que afeitarse su frondosa y característica barba. El maestro de ceremonias fue el animador de este equipo, Luisma Lorasque. El pivote no se olvidó de lo que Roberto había dicho y en cunato vio la oportunidad cogió una maquinilla para recortarle la barba al lateral.
Después de las risas los jugadores se juntaron con su afición para charlar, hacerse fotos y firmar multitud de autográfos, sobre todo para los más pequeños, que les tienen como ídolos.
Como culmen a su fiesta, todo el Atlético Valladolid se subió al autobús turístico para recorrer las calles de la ciudad, que les llevó hasta la Estación Gourmet, donde comieron y compartieron más tiempo con su afición.
Mañana el equipo recibiráel reconocimiento de las instituciones locales: Ayuntamiento y Diputación.
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