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David Davis y Raúl González
«Los jugadores españoles somos muy buenos»
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«Los jugadores españoles somos muy buenos»

David Davis, entrenador del Vardar Skopje de balonmano femenino y exjugador del extinto BM Valladolid

Miguel Ángel Pindado

Martes, 16 de febrero 2016, 13:58

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El tiempo pasa volando. Parece que fue ayer cuando David Davis defendía la camiseta del BM Valladolid en aquel equipo que comenzaba a hacer historia en el balonmano europeo. De Huerta del Rey dio el gran salto al Quijote Arena de Ciudad Real, y de ahí al Atlético de Madrid. La crisis se llevó por delante a ambos conjuntos y Davis tuvo que buscarse la vida lejos de España y sobre todo lejos de Valladolid. Raúl González le reclamó la temporada pasada para ayudarle en su tarea de dirigir al Vardar Skopje, el primer equipo de Macedonia. Y no se lo pensó, cogió a su familia vallisoletana y se fue al Este de Europa.

-De Valladolid a Skopje debe ser un gran cambio

-La vida aquí no es tan diferente como se pudiera pensar. Macedonia no deja de ser un país del sur de Europa y comparte muchas cosas con España. La gente es muy hospitalaria, tiene una vida social muy activa y una forma de ver las cosas muy mediterránea. El clima es muy parecido al de Valladolid. Quizá, el idioma es el principal problema cuando llegas, pero prácticamente todos hablan inglés, así que puedes comunicarte sin problemas. Después, depende de ti que quieras aprender macedonio.

-¿Pagan bien en estos países?

-Se puede vivir y disfrutar del balonmano profesional.

¿Qué tal lleva la familia la 'emigración' a Macedonia?

-Mi mujer, Ana, y mis hijos, David, de 8 años, y Noa, de seis, ya vinieron conmigo la temporada pasada, aunque después regresaron a España por motivos profesionales de mi mujer, así que en esta nueva etapa conocen cómo funciona todo. Allí donde vamos intentamos integrarnos y disfrutar de lo que nos ofrece el lugar, aunque hay otras muchas rutinas y costumbres 'españolas' que mantenemos y no queremos perder. Los niños han vuelto al mismo colegio en el que estuvieron el año pasado y esta vez ya no tienen que aprender el idioma ni adaptarse a nuevos cambios, lo que ahora es una ventaja.

¿Piensa asentarse allí?

-Entrenar es mi trabajo, así que pienso asentarme el tiempo que tenga contrato. Cuando no lo tenga, buscaré otro lugar donde desarrollar mi trabajo.

-De segundo de Raúl González en el Vardar masculino, a entrenador del equipo femenino, ¿es un ascenso o preferiría seguir con Rául?

-Las circunstancias del equipo femenino han hecho necesario un cambio de dirección a estas alturas de temporada y, de momento, estaré al frente hasta junio. En cualquier caso, no dejaré mi trabajo con Raúl y doblaremos esfuerzos para compatibilizar ambas tareas siempre que el calendario lo permita. Raúl me necesita en el equipo y tengo claro que el mundo que conozco y me gusta es el del balonmano masculino, pero ahora ha surgido esta oportunidad y sería tonto si no la aprovechara. El equipo femenino del Vardar es una maravilla, un lujo. Tienen un nivel altísimo y espero llegar tan lejos como pueda.

-¿Cómo es el balonmano femenino en Macedonia?

-Solo llevo unas semanas trabajando y aún no lo conozco en profundidad. Por ahora, no veo grandes diferencias. Deporte es deporte.

-¿Ahora con Cañellas están 'españolizando' Skopje?

-Intentamos fichar a los mejores jugadores de todo el mundo y no es sencillo convencerlos para que vengan. Con los españoles siempre es más fácil porque conocen nuestro trabajo y saben que Raúl es garantía de éxito.

-¿Ha aprendido a hablar macedonio?

-Sí, llevo casi dos años aquí y fue una de las primeras cosas que hice. Me gusta aprender idiomas, en gran parte, por respeto al país que me acoge; en parte, porque también lo necesito para comunicarme con los jugadores. También es verdad que entiendo más que hablo.

-¿El balonmano es el deporte de más éxito en Macedonia?

-Sin duda. Macedonia es un país joven nacido de la ruptura de la antigua Yugoslavia que todavía tiene que cubrir muchas necesidades antes de que pueda invertir tanto dinero en deporte, pero el balonmano no es una disciplina cara. Además, tienen a su favor que parten de una tradición muy importante porque los balcánicos han sido una gran potencia mundial durante muchos años.

-Aparte de entrenador del Vardar, ¿tiene algún otro proyecto para desarrollar en Skopje?

-No, estoy centrado en mi trabajo, que ahora es doble y por ahora no creo que me quede mucho tiempo para otros menesteres.

-¿Hay más posibilidades que en España?

-Sí, las hay. Es un país nuevo y hay muchas cosas por hacer y desarrollar.

-¿Se les ve como a extranjeros o ya están integrados en la ciudad?

-Estamos bastante integrados en la ciudad. Hablamos el idioma y nos movemos por todas partes sin problema, aunque también es cierto que a mí no me pueden ver más que como extranjero ja, ja, ja.

-¿Qué es lo que echa de menos de España?

-España es nuestra casa y se echa de menos todo, sobre todo a nuestra gente, pero aquí estamos bien y tampoco sentimos la necesidad imperiosa de escaparnos cada vez que tenemos un par de días libres.

-¿Qué objetivos le ha planteado el club con el equipo femenino?

-Mejorar el juego del equipo y llegar lo más lejos posible en todas las competiciones.

-En Valladolid colabora con Handvall y también hay un buen plantel de jugadoras en el Aula, ¿se ha planteado algún fichaje para Vardar?

-Antes de hablar de fichajes hay que conocer bien el mercado. Vengo del balonmano masculino y me tendría que documentar mucho para no fallar en algún posible fichaje.

-Y después de entrenar al Vardar femenino, ¿hay otros objetivos?

-No. Esto me ha venido sin buscarlo y ni por asomo me lo podía imaginar. Mi único objetivo es trabajar cada día para mejorar todo lo que se pueda y ganar los partidos que me quedan. Luego, ya veremos.

-¿Cómo ve el balonmano español y el balonmano femenino español?

-La medalla de plata de los hispanos nos viene muy bien para reivindicar nuestro trabajo y mostrar al mundo del balonmano que seguimos haciendo las cosas bien. Del femenino, no sé qué decir, la verdad, soy experto en el masculino. Pero está claro que las guerreras siempre están ahí y algo se habrá hecho bien.

-España ha colonizado el balonmano europeo, ¿tan buenos somos o es la necesidad?

-Somos muy buenos. Aquí la suerte no influye. Hay mucho trabajo detrás. Las reacciones de los jugadores, y ahora también de las jugadoras, al ver nuestro trabajo siempre son muy positivas y más cuando las comparan con otros entrenadores, clubes o selecciones. Aun así, lo que es innegable es que, en general, la gente ha salido cuando no ha encontrado opciones en España.

-Raúl, Ortega, Pastor, Cadenas, Davis, Valero y luego prácticamente toda la selección española menos los del Barcelona.... ¿siempre se van los buenos?

-Se van los que pueden. Nosotros hemos tenido la suerte de haber estado en el BM Ciudad Real muchos años compitiendo a nivel internacional. Conocemos y nos conocen muchos jugadores y son nuestra mejor tarjeta de presentación, nuestra publicidad. Hay mucha gente que sabe mucho de balonmano, pero que igual no ha podido mostrar su trabajo fuera de su zona y así es muy complicado.>

-¿Cómo ve el Atlético Valladolid? ¿Ascenderá?

-Todos esperamos que sí (y no quiero meter presión). Están jugando muy bien y están en una dinámica muy buena. Todo indica que así será. Ojalá.

-Imagino que tendrá mil y una anécdotas de su estancia en Skopje. Y seguro que habrá alguna que se pueda contar

-Más que de Skopje, de vivir fuera de la Unión Europea. En los viajes eternos en bus que realizamos para jugar la Seha League Gazprom, cruzamos unas cuantas fronteras. Salir de un país y entrar en otro supone pasaportes, policía aduanera, bajarse del bus según en qué control, colas interminables en verano, llevar en la cartera muchas monedas diferentes toda una experiencia que para nosotros estaba medio olvidada y que la gente que vive en estos países se toma con mucha paciencia. Te hace valorar mucho más lo que te ofrece la UE.

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