El Mundial de Dinamarca y los Juegos de Río, las metas de Amaia González de Garibay

El pasado fin de semana, Amaia González de Garibay fue la primera jugadora del BMAula Cultural que se convertía en internacional absoluta. La extremo debutaba con la selección que dirige Jorge Dueñas en el doble enfrentamiento en el que las Guerreras se midieron al combinado húngaro. Ahora ya sabe qué cosas debe mejorar para convertirse en fija en la selección y poder cumplir el sueño de disputar el Mundial de Dinamarca y los próximos Juegos de Río. Por ella, seguro, no va a quedar.

«La experiencia ha sido muy enriquecedora a la hora de saber en qué debo mejorar y conocer que hay más nivel del que yo tengo. Tengo mucho que aprender para llegar ahí», asegura la jugadora, ya de vuelta en Valladolid.

Tiene claro que es el lanzamiento la faceta en la que más debe progresar para seguir yendo a la selección española. «Tengo que mejorar el lanzamiento desde el extremo. Es quizá mi punto débil. En defensa, creo que puedo cumplir, pero tengo que crecer más en la faceta ofensiva. Al máximo nivel te mides a porteras con más técnica y que estudian mucho el vídeo. Eso requiere de más riqueza de lanzamientos y una mayor observación de la guardameta para poder cambiar el tiro en función de lo que ella haga», indica.

Amaia sabe que lo importante no es llegar a la absoluta, sino quedarse y entrar en las próximas convocatorias del seleccionador. «Vengo a quedarme, está claro. Esto es solo el comienzo, pues tengo que intentar con todas mis fuerzas llegar al Mundial de Dinamarca, el próximo mes de diciembre, y a los Juegos Olímpicos de Río en 2016. Voy a esforzarme al máximo por conseguirlo», afirma.

La extremo izquierdo del Aula Cultural destaca el buen ambiente que se ha encontrado en su primera comparecencia con las Guerreras. «Ves que se toman este deporte de una manera más profesional, pero te acogen bien y conectas con ellas sin mayores problemas. Hablas de todo, no solo de balonmano. Me han recibido estupendamente. Me resultaba chocante tomarme un café con jugadoras que han sido mi referente en el balonmano desde hace unos años», menciona.

Ahora le toca volver a ponerse el traje de faena y darlo todo con sus compañeras del BMAula Cultural. Amaia reconoce que la reentrada no le va a costar. «Tenemos una meta, que es el clasificarnos para la competición europea, y yo, como objetivo personal, mejorar mi efectividad y conseguir más riqueza de lanzamiento».