Borrar
El central pucelano supera con el bloqueo la defensa irundarra.
El Atlético arranca un punto

El Atlético arranca un punto

El portero irundarra, con 20 paradas, amarga el debut de los vallisoletanos en Huerta de Rey

Miguel Ángel Pindado

Domingo, 21 de septiembre 2014, 11:40

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Valladolid. Huerta del Rey volvió a saborear el balonmano y aunque al final el Atlético Valladolid tan solo pudo sumar un punto, los cerca de 1.500 espectadores que se dieron cita en el templo vallisoletano disfrutaron con el nuevo equipo, con un partido intenso y con una remontada que se quedó a un paso de llevar al éxtasis al pabellón.

La División de Honor B es una categoría compleja y muy distinta de la Asobal. El ritmo es más lento, las jugadas deben elaborarse mucho más porque siempre es más fácil destruir que crear y las defensas son muy difíciles de derribar. Además, en esta ocasión, el rival era uno de los supuestos gallitos de la categoría, repleto de extranjeros y aspirante al ascenso.

Al Atlético Valladolid además le pesó, quizás en exceso, el hecho del debut en Huerta del Rey. El equipo se presentaba ante su afición, estrenaba camisetas y recibía al Bidasoa. Había tantas ganas de agradar que en algunos momentos del partido la precipitación pesó más que la cabeza y se perdieron balones que se echaron en falta en los instantes finales. Yes que, en una competición tan igualada, donde los marcadores van a estar siempre muy ajustado, los errores se pagan muy caros.

Con todo, el Atlético Valladolid ha demostrado que tiene mimbres de sobra para hacer un buen papel en la categoría. Nacho González rotó prácticamente a todos sus hombres ya en la primera mitad y el equipo mantuvo el tipo sin grandes altibajos, lo que sin duda ofrece más posibilidades tácticas y sobre todo la oportunidad de tener siempre a todos los jugadores en condiciones para imponer un fuerte ritmo a lo largo de los sesenta minutos.

Además, el Atlético Valladolid puso sobre la cancha coraje, corazón y pundonor para remontar los cuatro goles de desventaja con los que se encontró tras el descanso y en una reacción excelente arrancar un punto in extremis que parecía imposible.

Los jóvenes cumplieron, los veteranos dejaron constancia de sus galones, siempre liderados por un incombustible y exquisito Fernando, y los nuevos fichajes que pisaban por primera vez Huerta del Rey dejaron un excelente sabor de boca a la parroquia vallisoletana. Tan solo se echó de menos un poco más de eficacia. Porque en la primera parte el guardameta Dejanovic fue una auténtica muralla para los locales. Nada menos que doce paradas del cancerbero irundarra impidieron que los del Atlético Valladolid tomasen ventajas sustanciales.

La defensa local, con Fernando de avanzado, impedía el lanzamiento exterior de los vascos y prácticamente ahogaba su ataque, pero después los jugadores de Nacho González chocaban una y otra vez con la inmensidad de Dejanovic.

El marcador se movía con cuentagotas y el 7-7 a los 25 minutos de partido dejaba bien claro que esta temporada habrá que paladear cada gol. Un tiempo muerto del Bidasoa sirvió a Bolea para ajustar su defensa, lo que unido a un par de errores locales hizo que los vascos tomas su primera ventaja (7-9) antes del descanso.

Tras el paso por el vestuario el Atlético salió decidido a dar la vuelta al marcador. Encontró un pequeño filón en el pivote, hasta ese momento desaparecido, pero de nuevo Dejanovic frenó en seco las aspiraciones locales. Los nervios y las ganas de apretar el marcador hicieron mella en los locales, incapaces de aprovechar las exclusiones del bando irundarra. Tan solo una de las siete que sufrieron los del Bidasoa fue aprovechada por el Atlético Valladolid para aproximarse en el marcador, sin duda un aspecto muy a tener en cuenta en próximos encuentros.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios