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Jugadoras del Balonmnao Aula Cultural en el Campeonato de Suances.
La camiseta triunfa en la playa
balonmano playa

La camiseta triunfa en la playa

La norma obliga a usar top en el balonmano playa, pero al final las chicas podrán elegir

rebeca pasalodos

Domingo, 13 de julio 2014, 19:23

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En bermudas, slip, en tanga o en bañador; en biquini, triquini o tanga; con camiseta y pantalón o pareo o top less o incluso en plan nudista. Sin duda hay tantas maneras de ir a la playa como personas. Lo que todas tienen en común es que quien va hasta la orilla del mar lo hace para disfrutar. Esta diversidad se ha visto amenazada esta semana cuando, después del Torneo de Balonmano playa de Suances, jugado entre los días 5 y 7 de julio, 21 de los 22 equipos recibieron el aviso de que para el año siguiente deberán vestir la equipación reglamentaria, top y braguita, de lo contrario no podrán participar.

La polémica ha estado en primera plana toda la semana desde que la Federación Vasca de Balonmano, la primera en pronunciarse, hizo pública una protesta contra lo que consideran un trato sexista. En las redes sociales las reacciones de jugadoras de toda España también fueron inmediatas. En Valladolid, las jugadoras del Balonmano Aula Cultural, que también participaron en aquel campeonato, se mostraban indignadas en Twitter y escribían comentarios añadiendo el hastag #ponteeltoptú. Han sido muchos los argumentos que se han esgrimido durante los últimos días incluidos los de la Federación Española de Balonmano, que se ampara en la normativa internacional. Finalmente la intervención del Consejo Superior de Deportes, que decidió reunirse con el presidente de la FEB, ha dado respuesta a las quejas de las deportistas y estas podrán elegir entre el biquini o la camiseta.

La normativa

La mejor forma de entender la polémica es empezar por la normativa. Según figura en las Reglas de juego balonmano playa Edición 2010: «El uniforme de los jugadores masculinos de balonmano playa se compone de una camiseta sin mangas, pantalones cortos y accesorios eventuales. El uniforme de las jugadoras femeninas de balonmano playa se compone de un top, biquini inferior y accesorios eventuales».

Además, como figura en la web del Consejo Superior de Deportes: «Las normas de juego de la Federación internacional, asumidas desde 2010 por la Federación Española, exigen que el uniforme de las chicas deje el estómago al aire, que el biquini inferior no tenga en su parte más ancha más de 10 centímetros, mientras que el de los chicos señala que el pantalón puede ser holgado y largo, aunque 10 cmts. desde la rótula, como máximo».

¿Por qué ahora?

La normativa internacional del balonmano playa es del 2009 y fue asumida por la FEB en el 2010. Sin embargo, hasta ahora no han existido polémicas al respecto.

Teresa Álvarez, jugadora del Balonmano Aula Cultural de Valladolid, nos explica que hasta el campeonato de Suances jamás nadie les habia exigido un cambio de vestimenta: «Siempre jugamos con camiseta y pantalón.Yo hasta ahora no tenía ni idea de esa norma», asegura. Según Teresa no hay muchos equipos que vistan con biquini, tan solo los equipos más profesionales que, según explica, son la minoría.

Muchos de los equipos que juegan en esta disciplina lo hacen de modo amateur por eso, la jugadora vallisoletana, opina: «No estoy de acuerdo con el biquini, no debería ser obligatorio y menos en torneos no profesionales».

La exigencia de cambio de equipación ha sorprendido a un gran número de jugadoras que consideran, además, que existe un trato sexista ya que a los chicos no se les pide una equipación equivalente, como podría ser un bañador o un slip.

Por otro lado está el asunto de la comodidad. La misma Teresa afirma que «no es cómodo» y existe el temor añadido de que al tratarse de un deporte de contacto, en cualquier agarrón pudieran quedarse, literalmente, con el culo al aire.

Álvarez asegura que, de no haber habido una reacción por parte de los estamentos deportivos, estaban dispuestas a continuar con las protestas y a contactar con otros clubes para conseguir que se escuchara su reclamación.

La joven jugadora del Aula deja un tirón de orejas para la Federación ya que asegura que «hay muchas normas que no se cumplen ya que las porterías son de metal y no están fijadas adecuadamente como marca la normativa».

Otros deportes

Una polémica similar surgió hace años con el voley playa. Durante los Juegos Olímpicos de Londres 2012, ante la controversia creada por el biquini de las jugadoras, la Federación Internacional de Voleibol redactó un nuevo código de vestimenta que las permitía elegir el atuendo por motivos culturales o religiosos o en el caso de que hubiera temperaturas por debajo de los 16 grados. Durante esos JJ.OO en el Horse Guard Parade, lugar donde se disputó la competición de voley playa, se completó el aforo de 15.000 personas.

En otros deportes como rubgy playa o fútbol playa no existe por normativa ninguna diferenciación de equipación entre hombres y mujeres similar a la que existe actualmente en el balonmano.

Para tranquilidad de muchas jugadoras españolas, la reunión en entre el CSD y la FEB ha tenido como resultado el compromiso de que se permitirá optar entre la camiseta y el pantalón o el biquini en competiciones nacionales. En pruebas internacionales, como la que se celebró el viernes en Lorca, se mantendrá el top mientras la IHF no se plantee dejar que las jugadoras disfuten de la diversidad que rige habitualmente sobre la arena de la playa.

La versión de la Federación de Balonmano

La Federación, ante la avalancha de críticas, ha explicado que su postura está basada en el código internacional: «Nos basamos en una reglamentación europea e internacional que es conocida por los clubes. Nosotros no entendemos la polémica», afirma el jefe de prensa de la FEB.

En cuanto a una posible distinción sexista explican que un chico no puede ir sin camiseta porque «el dorsal tiene que ir en algún sitio al igual que el número, la publicidad, etc».

Asemejan esta regla a la del balonmano sala en la que «también se cumplen unas normas».

Comentan, también, que la de Suances fue la séptima prueba del calendario y que hasta ese momento nadie había mencionado nada sobre el tema. A partir del campeonato de la localidad cántabra, en la que 21 equipos fueron apercibidos, comienza la polémica en los medios y en las redes sociales, sin embargo, desde la FEB aseguran que nadie se ha puesto en contacto con ellos de forma oficial.

Desde este estamento dicen que están «abiertos al diálogo» y que «se puede estudiar si se puede cambiar algo». Explican que incluso «hasta ahora se estaba permitiendo que dos jugadoras por equipo llevaran camiseta por si, por ejemplo, hay alguna que sea más gordita que quiera ir más tapada».

La opinión de los chicos

Aunque la normativa del top y la braguita afecta solo a las chicas, no ha dejado indiferente a nadie dentro del mundo del balonmano. Rubén Carrasco es entrenador de balonmano femenino y además ha jugado al balonmano playa como aficionado. Para él, el biquini «no es apropiado». Rubén lo tiene claro. «Yo las defiendo. Es incómodo jugar así sobre todo para las porteras, que en cuanto las agarran...». Asegura además que también los chicos hasta ahora han jugado como han querido: «Yo he jugado a balonmano playa con camiseta de manga corta cuando la nuestra es de tirantes». También señala otro perjuicio del equipamiento oficial femenino: «No es la misma superficie para patrocinadores que una camiseta y esto las perjudica».

La opinión de ls árbitros

No solo hay jugadores y jugadoras en un partido de balonmano. Como en todos los deportes, también hay árbitros. Andrea Rollán arbitra en balonmano playa y en sala. Con respecto a su indumentaria explica: «Nosotros vamos bastante tapados, con camiseta de tirantes y pantalón por la rodilla». Si se adaptara la equipación femenina a las árbitras, Andrea afirma: «Yo no arbitraría en biquini. No estaría a gusto». Sobre la polémica también opina: «Hay que tener en cuenta que van a disfrutar. Se trata de vender un deporte no a las chicas. Está bien que sea vistoso el deporte pero en el voley playa la gente ve a las chicas y no el juego». En los partidos que ella ha sido jueza asegura que «cada una jugaba como quería. No estaban obligadas al biquini».

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