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Sergio Llull, en un partido.
Sergio Llull, un multiusos como factor sorpresa
BALONCESTO | MUNDIAL

Sergio Llull, un multiusos como factor sorpresa

El 'increíble Llull' aporta intensidad defensiva, canastas fáciles y con un mínimo esfuerzo en una selección en la que no cuenta como una de las primeras opciones ofensivas

Luismi Cámara

Jueves, 28 de agosto 2014, 01:01

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Sergio Llull no es ya precisamente una promesa. Consolidado en el Real Madrid como uno de sus hombres importantes de Pablo Laso en el atractivo proyecto merengue que le ha llevado a las dos últimas finales de la Euroliga, el de Mahón es indiscutible en la selección española. Pero, dentro de un equipo repleto de estrellas, Llull es considerado más como una opción multiusos que permite desatascar partidos cuando se encuentran trabados y se han vuelto incómodos.

Con los Gasol, Navarro o Rudy, no se encuentra entre las primeras opciones ofensivas de Orenga. Pero a Llull no le hace falta, el menorquín tiene la capacidad para fabricarse sus propios tiros y de crear acciones para imponerse a sus adversarios. Así se ha convertido en una amenaza ofensiva con recursos para penetrar ante cualquier contrario, por físico que sea. También ha mejorado su lanzamiento desde larga distancia hasta convertirse en un tirador más que fiable.

Además, el base blanco cuenta con un físico privilegiado que ha resultado fundamental en el juego de defensa intensa y ataques endiablados del Madrid de las últimas campañas.

Esa sexta velocidad es un valor para Juan Antonio Orenga porque el ex del Manresa permite canastas fáciles y con un mínimo esfuerzo. El técnico, además tiene en el 'increíble Llull' un multiusos, un elemento indispensable para aumentar la tensión defensiva y un factor sorpresa necesario que aprovechar cuando el rival ha centrado su defensa en las estrellas de 'La Roja'.

Aunque en el Madrid combina la posición de base con la de escolta, con España su posición natural es la de dos y será habitual que el seleccionador le haga coincidir sobre el campo con su compañero de club Sergio Rodríguez, con el que forma un tándem tan atractivo como sorpresivo.

El jugador confía en el que Mundial le permita poner un broche de oro a una temporada que tuvo un final amargo con el Madrid. En una primera fase de la campaña, los blancos se mostraron imbatibles y se dirigían hacia la temporada perfecta. El título en la Copa del Rey, con una canasta sobre la bocina del propio Llull que doblegaba al Barça, parecía la primera parada de un camino plagado de éxitos. Pero las derrotas en la final de la Euroliga en la prórroga ante el Maccabi y ante los culés en la final de la ACB dejaron un mal sabor de boca en el internacional que ahora quiere borrar con un gran papel en el Mundial.

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