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Los serbios celebran su victoria.
Serbia puede con la épica gala
Semifinal

Serbia puede con la épica gala

Los de Djordjevic fueron mejores que Francia, pero los de Collet mostraron orgullo y fe en un último cuarto sobresaliente

Luismi Cámara

Viernes, 12 de septiembre 2014, 00:10

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Por nombres, no debería llamar la atención que Serbia, cuna de talentos y acumulador de medallas, y Francia, actual campeona de Europa, disputaran una de las semifinales de la Copa del Mundo. Sin embargo, protagonizaron las sorpresas del torneo en cuartos al batir a las dos grandes favoritas para estar en la penúltima ronda. Los balcánicos machacaron a Brasil, mientras que los galos rompieron en pedazos las esperanzas de España y el deseo de la afición local de ver una final entre los anfitriones y Estados Unidos.

Tras la exhibición de los pupilos de Sasha Djordjevic ante la 'canarinha', parecían partir con una ligera ventaja ante su rival. Pero los 'bleus' demostraron ante 'La Roja' coraje, disciplina y firmeza táctica. Así, el combate parecía que se iba a decidir a los puntos. Pero Serbia salió con la solidez atrás que le permite desmelenarse después en ataque. Y, con este panorama, se adivinaba que había un jugador que iba a destacar sobre el resto. Y lo hizo.

Milos Teodosic dio una lección soberbia en la primera parte de talento en estado puro, dirección de juego y puntería. El base serbio ha ido elevando su producción a medida que ha ido avanzando esta Copa del Mundo y ha alcanzado su máximo nivel en las eliminatorias decisivas. Con la batuta en una mano y la metralleta en otra, castigó a los rivales posesión tras posesión. Si la defensa se centraba en él, aprovechaba la ventaja de alguno de sus compañeros; si su par se despistaba, lo doblegaba con un tiro lejano o una penetración tan estética como efectiva. Cerró la primera mitad con unos magníficos 18 puntos y 3 asistencias. Con la ayuda de Markovic, Kalinic y Raduljica controlaba el duelo a su antojo (32-46). Vincent Collet había logrado con su perfecta estrategia y su tela de araña defensiva meticulosamente tejida parar a las estrellas españolas, pero naufragó en el intento de frenar las acometidas de un Teodosic en estado de gracia. El '4' campaba a sus anchas y volvió del descanso con otro triple marca de la casa que daba la máxima ventaja a los suyos. Djordjevic disfrutaba desde el banquillo de la demostración de su pupilo. Seguro que le vino a la cabeza algunas de las que él protagonizó en su época de jugador, porque el base del CSKA dominó el partido a su antojo, como en su tiempo hacía su técnico.

Los franceses se movían a tirones, a impulsos de algunos de sus hombres. Con los únicos recursos estables de Diaw y Batum y un adversario con más calidad colectiva y que tenía las cosas tan claras o más que ellos, la consecuencia lógica era la derrota. Porque los de Collet han hecho todo lo que han podido a lo largo del torneo por tapar las importantes ausencias de Tony Parker, Nando de Colo y Ajinça. Pero han echado de menos los 25 puntos que suele aportar para los galos el base de los Spurs de San Antonio, esos que permiten aguantar cuando el rival es mejor y ganar partidos cuando llega la oportunidad. En el último cuarto, hicieron todo lo que estaba en su mano para remontar, apoyados en una fe inquebrantable. Se llegaron a colocar a cuatro puntos (61-65), pero los serbios mostraron ese gen especial que les hace unos ganadores natos. Tenían a Teodosic, que parecía matar el choque con un triple a dos minutos y medio de final (68-77).

Pero un nuevo arreón de orgullo de los 'bleus' les dejó al borde de una remontada épica. Y, en ese momento, la ausencia se hizo casi presente y los franceses notaron la falta de ese extra de calidad que aporta Parker pese al impagable esfuerzo de Batum (35 puntos) y el acierto desde el triple (nueve de 13 en este cuarto). Heurtel falló el tiro libre que hubiera colocado a los suyos a un punto cuando ya se había entrado en el último minuto y la posterior jugada de los suyos (entre sorprendentes gritos en la grada de ¡Orenga, dimisión!), mientras que los serbios acertaban con los tiros libres que les daban el pase a la final. Esta vez sí, Djordjevic sonrió.

Francia deberá ahora hacer un último esfuerzo para cerrar el torneo con una medalla. Para ello, tendrá que superar a Lituania en el partido por el bronce que se celebra el sábado a partir de las 18.00 horas. Serbia, por su parte, intentará dar la última gran sorpresa del Mundial en la finalísima del domingo ante Estados Unidos. Todo es posible con Djordjevic y Teodosic por medio.

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