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Los jugadores del Quesos Cerrato aplauden al público al término del partido ante el Leyma Coruña, clasificados ya para disputar la Copa Príncipe como anfitriones.
El Quesos Cerrato abraza la Copa Príncipe pero se despide de Rafa Huertas

El Quesos Cerrato abraza la Copa Príncipe pero se despide de Rafa Huertas

La marcha del escolta cordobés al Gipuzkoa Basket, equipo ACB, empaña el triunfo ante Leyma Basquet Coruña (64-46) y la celebración por acoger el campeonato copero

Ricardo Sánchez Rico

Domingo, 28 de diciembre 2014, 22:41

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El Quesos Cerrato tiene ya ante sí la Copa Príncipe. La acaricia, es suya al 50%, sin contar el añadido de jugar por ella el próximo 30 de enero como local, que es como que si a un gin-tonic le pones bayas de enebro, cáscara de lima y lo enfrías con nitrógeno. El entonces Faymasa Palencia ya sorbió gustoso la Copa LEB Plata que ganó el 31 de enero de 2009 ante LHospitalet (69-65) en el Pabellón Marta Domínguez. Pero fue aquella Copa como las que algunos tomábamos en la adolescencia, cuando fundíamos la exigua propina en la entrada a la discoteca. Tenías derecho a una consumición, y había que aguantar para pedirla hasta poco antes de los lentos, cuando las luces se volvían tenues y oteabas la pista en busca de una chica receptiva al baile. Por aquel entonces, el lugumba era todo un descubrimiento, y uno acariciaba el cristal, hacía hervir casi el combinado de coñac y batido de chocolate de tanto tenerlo en la mano. Tenía que dar de sí, disfrutarlo tanto como disfrutó el equipo palentino de aquella Copa LEB Plata. Fue aquella copa de los Bravo, Johnson o Riveiro la de la juventud del Quesos Cerrato, la del despertar al amor por el baloncesto en la ciudad.

Rafa Huertas se marcha al Gipuzkoa Basket de ACB

  • Fue el bombazo del día. Poco después de acabado el partido, el Quesos Cerrato emitía un escueto comunicado en el que informaba de que el escolta Rafa Huertas, «de acuerdo con una cláusula de su contrato, por la que el jugador puede rescindir unilateralmente el mismo si su destino es un equipo ACBy se produce antes de febrero», abandonaba la disciplina del club rumbo a la ACB. El propio Huertas comunicaba después a este periódico que su destino será San Sebastián, a donde viajará hoy para firmar por el Gipuzkoa Basket.

  • «Me da mucho pena irme, porque estaba muy a gusto en Palencia y el club se ha portado muy bien conmigo y he estado muy cómodo, pero también me voy contento porque es una oportunidad que cualquier jugador aprovecharía, que no se puede dejar escapar. Ojalá algún día pueda volver», señalaba.

Casi seis años más tarde, el equipo de Nacho Lezcano tiene ante sí otra Copa, hermana mayor de aquella, pero ahora el ritual es otro. El Quesos Cerrato se ha convertido en señor, de los que piden copa de balón, marca extranjera y servicio en mesa. Se lo ha ganado a pulso, con partidos como el de este domingo ante el Coruña Basquet, el último obstáculo para luchar en apenas un mes por el título más importante hasta el momento de su existencia deportiva. Es verdad que no cuajaron un buen encuentro los de Lezcano ante los gallegos, pero la calidad sobra en este equipo y, de la mano de Urko Otegui, consiguieron el ansiado propósito de ser anfitriones el próximo 30 de enero en la Copa Príncipe ante otro equipo gallego como rival, el Breogán Lugo.

Metió miedo de inicio el Coruña, con un 0-8 de parcial y Burjanadze letal en el perímetro (dos triples), tardando en anotar el Quesos Cerrato tres minutos y 16 segundos, con un triple de Huertas (bye, bye). Arteaga fallaba abajo, el equipo estaba agarrotado, temeroso de que su sueño se pusiese en peligro. Solo Huertas se atrevía a tirar, pero el porcentaje de acierto era malo (uno de cinco en triples para el equipo en los diez primeros minutos). Atrás, el Quesos Cerrato trataba de cerrar el rebote, pero las sensaciones no eran buenas. A falta de 4:08, el marcador reflejaba un 5-10 que nadie parecía esperar a esas alturas, pero Urko Otegui (ocho puntos en el primer cuarto) dio un paso al frente y Forcada, con un dos más uno, devolvía el empate al marcador (12-12) entrados los dos últimos minutos. Hampl colocaba al Quesos Cerrato con la primera ventaja (14-12), pero, al final del primer acto, el 16-16 anticipaba que ganar no iba a ser tan fácil.

Dani Rodríguez se encargó en el inicio del segundo cuarto de poner al Quesos Cerrato con cuatro puntos de diferencia (20-16). Tito Díaz no quería que la ventaja creciese y pidió tiempo muerto a falta de 8:12. Pero los de Nacho Lezcano andaban ya algo mejor en ataque y los de Tito Díaz, muy fallones, sobre todo Rowley, que no acertaba a convertir en canastas los rebotes ofensivos que cogía, y Castro, que se jugaba casi todo, pero sin acierto. Dobos, el gigante que amenazaba la zona palentina, se iba al banco con tres faltas casi seguidas. A falta de 4:52, 29-19 para el Quesos Cerrato, que cogía esa renta mágica de diez puntos y hacía que el público respirase más tranquilo. Pudo el Quesos Cerrato haber ampliado esa ventaja de haber estado más eficaz en ataque (uno de nueve en triples al final del segundo cuarto), haber roto el partido, pero hubo que esperar. Por lo menos, la renta apenas bajó, de modo que al final del segundo cuarto el resultado era de 32-23 para los de Lezcano.

La garantía de Urko

Tener a Urko Otegui en tus filas es una garantía. El ala pívot vasco se fue al descanso con once puntos, y volvió a la pista anotando, secundado por un Forcada acertado en la dirección y el tiro. Entre los dos y McDowell colocaron al Quesos Cerrato con 39-23 en el marcador a falta de 8:15, con un parcial de 9-0. Con 16 puntos de ventaja, los nubarrones se alejaban para el Quesos Cerrato, era el momento de zanjar la suerte del encuentro. Dobos hacía la cuarta falta nada más entrar, todo un récord, y Arteaga, más centrado, y Justo, menos griposo, se encargaban de aumentar la renta (48-31, al paso por los dos últimos minutos). Fornas elevaba la ventaja a veinte puntos con un triple (51-31), y así se llegó al último cuarto. La Copa Príncipe estaba asegurada.

El Coruña, no obstante, en menos de dos minutos enjugó en cinco puntos la diferencia (51-36), lo que obligó a Lezcano a pedir tiempo muerto. Mutakabbir despertaba en los gallegos, Urko Otegui seguía insomne en el Quesos Cerrato, que atajó la reacción visitante (57-38, a 6:45). Así, sin sobresaltos, con posesiones largas y aplicado en defensa, transcurrió el cuarto para el Quesos Cerrato, que con el triple de Fornas a falta de 1:26 (64-46), daba por finiquitado el encuentro. Llegaron los cambios de Otegui y de Fornas, de Forcada, muy aplaudidos todos, y los gritos de «¡Sí, sí, sí, la Copa ya está aquí!». Acababan los lentos, se soltaba el Quesos Cerrato de la cintura y disfrutaba del momento. El próximo baile será más difícil, le harán falta más tragos. El Breogán Lugo no se dejará agarrar tanto.

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