Avenida, más fácil de lo que se preveía

Lo más destacable de ayer en el equipo salmantino es que tras los pésimos porcentajes de triples de Turquía tras la zona que le planteo el Fenerbahce los 40 minutos el miércoles, ayer Avenida sí que tuvo la mira telescópica un poco más enfocada, especialmente Laura Quevedo. También la segunda parte defensiva dejando al rival en apenas 21 puntos en 20 minutos.

Pero en el capítulo de mejoras, Avenida sigue teniendo a tres jugadoras que no se suben al carro del grupo ‘ni a tiros’. La sueca Abdi recibió ayer la confianza de salir como titular tanto en la primera parte como en la segunda, pero volvió a resultar inadvertida en todo el choque; la ucraniana Moss defiende muy poco y en ataque ayer se quedó en un solo punto; y quizá lo más alarmante, por la calidad que tiene, es Laura Nicholls. Ayer sin molestia alguna, saltó a la cancha cuando quedaban menos de dos minutos por decisión técnica cuando el partido estaba ya +21 para el equipo salmantino, después de su mal partido en Turquía que va en total sintonía con la pobrísima primera parte de la temporada que lleva haciendo.

Con los dos equipos habiendo jugado competición europea durante la semana, al conjunto vasco -con mucho menos banquillo que Avenida-no le importó salir a buen ritmo al partido contando además con el gran arranque de Caldwell: la americana, emparejada con Erika de Souza, intentaba sacar de su sitio a la brasileña para ganar con su velocidad a la perfumera. Dominó tanto por dentro como por fuera y fue la gran protagonista de los primeros minutos porque del 13-15 a los seis minutos, ya llevaba 8 puntos -acabó con 12 el primer cuarto-. El contrapeso en el bando azul lo puso desde el inicio Givens. Después de un mal partido en Estambul, algo raro en ella, la americana nacionalizada macedonia, salió como siempre a por todas y ya terminó el primer cuarto con 9 puntos en el 21-21 con el que se cerró el primer periodo, una primera cita en la que brillaron por su ausencia las defensas y destacaron los buenos porcentajes en el tiro de ambos equipos, incluyendo el 2 de 4 en triples de las locales cuando hacía apenas tres días habían tenido una terrible actuación desde más allá de 6,75 en Turquía.

Avenida enlazó dos robos de balón y dos canastas fáciles a la contra y el entrenador de Gernika paró de inmediato el partido a los dos minutos del segundo cuarto (29-23) para volver a refrescar ideas. Sin Caldwell en la pista, las de Miguel Ángel López tardaron en encontrar el hilo conductor de sus ataques con la zona planteada por Ortega. Lo encontró en la torre Bas, de 1,94, anotando también con movilidad por dentro y por fuera ante una defensa local que seguía haciendo aguas. Eso sí, en ataque Avenida movía bien el balón y encontraba tiros cómodos desde el exterior: dos triples seguidos anotó Laura Quevedo, que en Turquía tampoco había estado inspirada en este sentido (36-32, min. 16).

Pero a Gernika se le empezó a hacer largo el partido. Desconectó en los minutos previos al descanso y eso Avenida, en España, no lo perdona. Logró un parcial de 8-0 con una Givens asumiendo galones (14 puntos al descanso) para dejar el partido en la primera mitad en 44-34, la máxima local hasta entonces. Avenida perdía hasta entonces la lucha por el rebote pero tenía en los triples (5 de 8) y su casi 60% en tiros de ‘2’ sus grandes baluartes.

El equipo salmantino salió decidido a aniquilar ya a su rival desde la defensa con Ortega estando encima de cada jugadora desde la banda para realizar la presión asfixiante y los dos para una en cada ataque del Gernika. Givens arrancó a su nivel pero tras el 50-36 del minuto 25, el técnico visitante ordenó a su equipo colocarse en zona pese a que ayer Avenida había estado muy acertado desde ahí. Pero ayer no hubo previo y la táctica del Fenerbahce del miércoles en Europa no le valió ayer a las vizcaínas.

Quevedo ayer estaba acertada desde más allá de la línea de 6,75 ante un Gernika que además, cada vez que atacaba, se chocaba con un muro y solo Bas estaba acertada en sus tiros mientras que Caldwell desapareció del partido.

El castigo para Nicholls

Con el 59-44 se inició un último periodo con todo decidido. Y no porque Avenida estuviera haciendo un extraordinario partido, sino porque el rival tenía al reserva de gasolina totalmente agotada y al que la mayoría de tiros, incluso sin oposición, se le quedaban cortos. El ritmo de los dos equipos ya fue bajando paulatinamente y Laura Quevedo lo aprovechó para terminar con cuatro triples en su haber. Lo más destacado es que cuando quedaban menos de dos minutos y con +21 para Avenida, Ortega dio entrada a Nicholls al partido como si fuera un júnior. Evidentemente como castigo más que como premio.

Al final, 75-55 para Avenida y a pensar ya en el miércoles en la Euroliga, un duelo ante el Nadezhda en el que no puede fallar si quiere aspirar a terminar bien colocado la primera vuelta de la máxima competición continental de cara a su posible clasificación para los cuartos de final. El rival ruso ha perdido muchísimo potencial del que hace solo dos años fuera subcampeón de Europa y aunque está colocado en la zona baja del grupo, en la última jornada vendió cara su derrota ante el Ekaterimburgo.