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La argentina Marta Miranda, en su turno de lectura.

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La argentina Marta Miranda, en su turno de lectura. Rodrigo Jiménez

El valor educativo y transformador de la palabra

El I Festival Internacional Abbapalabra traslada la belleza de la poesía a los adolescentes con el objetivo de sensibilizar a la sociedad a través de la literatura

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Miércoles, 29 de noviembre 2017, 18:48

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Fiodor Dostoyevski tenía por costumbre acercarse todos los años a admirar la belleza de la Madonna Sixtina de Rafael. El novelista ruso permanecía un buen rato delante de la obra. Absorto. Contemplativo. Inmóvil. En silencio. Cuentan que tanto llegó a cautivarle esa pintura que se hizo con una reproducción exacta para colocarla en su despacho.

Ese amor por el arte en particular y la cultura en general está asociado de manera indisoluble a su legado literario, y casi se pudiera resumir en una de sus frases más reconocibles y repetidas a lo largo de la historia. «La belleza salvará al mundo». Una frase que aparece en su novela ‘El idiota’ y que hoy, siglo y medio después de escribirse sobre el papel, aún retumba cuando se cita en público.

«La belleza salvará al mundo», recordó Fernando Rey, consejero de Educación, para explicar el por qué la «buena poesía» es alta cultura y por qué la palabra tiene un valor «transformador» pero también formativo entre los más jóvenes. Lo hizo en los prolegómenos de la segunda de las jornadas del I Festival Internacional de Poesía, celebrada en el centro cívico de Pajarillos con la participación de un grupo de alumnos del IES Galileo, y lo hizo en el marco de esa batalla que la Junta está librando con los más jóvenes para meterles el veneno de la lectura. «La poesía no es solo una fuente de inspiración sino que nos hace mejores. Transmite belleza y es un elemento formativo maravilloso», señaló, convencido de la responsabilidad compartido que tenemos todos, por supuesto también las instituciones, «para elevar el discurso y el nivel» entre los jóvenes.

Junto a él, y como poeta invitado a esta segunda jornada del festival, Carlos Aganzo insistió en que la lectura «es un elemento terapéutico crucial, y un auxilio fantástico para que podamos mantener un ingreso en la edad adulta con la cabeza bien formada y una sensibilidad estética y educación emocional preparada para un mundo de grandes retos». El director de El Norte no dejó pasar la oportunidad de alertar de que, pese a los altos estándares de educación que mantiene Castilla y León con respecto al conjunto de España, existe una «cierta deshumanización» ante un mundo tecnológico, y en ese punto la poesía debe entenderse como un instrumento que «ayude a humanizar».

El consejero de Educación, Fernando Rey, con los alumnos del IES Galileo a su espalda.
El consejero de Educación, Fernando Rey, con los alumnos del IES Galileo a su espalda. R. Jiménez

Precisamente este festival Abbapalabra empezó a hacer camino en 2005, el mismo año en el que se iniciaron los planes de lectura por parte de la Junta. Y lo hizo de la mano de Álvaro Mata, uno de los coordinadores, escritor, director teatral y ensayista mexicano que ayer desgranó los objetivos que persigue el festival desde el lado más humano. «Nuestra propuesta busca que las personas se sientan bien consigo mismas y vuelvan a ser personas» porque la poesía es una «expresión humana donde el ser humano se reencuentra consigo mismo».

Mata, que reconoce no encontrar diferencias en otros rincones donde ha tenido lugar esta actividad, caso de Argentina, Costa Rica, México y Guatemala, ensalzó también el valor de la palabra. «Las diferencias son cosas que nosotros mismos hacemos. Las carencias son materiales, no humanas. Y éstas son similares en todos los lugares. Si nos quitamos las caretas ante la poesía somos todos iguales», apuntó, deseando que este tipo de festivales se entiendan como «un lugar de construcción».

El verso entre los jóvenes

Aprovechando que este jueves rinden homenaje a la obra de Miguel Hernández, los alumnos del IES Galileo interactuaron en la segunda jornada de este festival recitando algunos versos del alicantino. Así, Diego, Andrea, Inés, Santiago y María desfilaron por delante del atril para, acompasados por la música del chelo tocado por José María y aleccionados por Olga Arribas y Sagrario Medrano, dar lectura de poemas como ‘Cancionero y romancero de ausencias’ y ‘Las manos’.

Sus versos sirvieron de teloneros de los cinco poetas invitados, empezando por Aganzo que recitó un poema inspirado en su hijo Mario y en una noche de tormenta, en un paralelismo con el bombardeo sufrido en Ramala, y continuando por el mexicano Mario Alonso –director del Museo del Poeta Manuel José Othón–, y los argentinos Marta Miranda y Ricardo Rojas Ayrala, ambos coordinadores del Festival Internacional VaPoesía Argentina.

Aspecto del salón de actos del centro cívico de Pajarillos.
Aspecto del salón de actos del centro cívico de Pajarillos. R. Jiménez

Este festival de poesía denominado Abbapalabra se celebró por primera vez en 2005 en México, concretamente en San Luis Potosí, con el objetivo de sensibilizar a la sociedad a través de la literatura y conseguir el desarrollo cultural mediante la organización en centros educativos de charlas, coloquios y recitales. Paralelamente a este proyecto, se puso en marcha en 2010 el Corredor Cultural Transpoesía para hermanar, a partir de estos mismos objetivos, a comunidades de Iberoamérica, permitiendo extender esta relación de la poesía con la sociedad a diversos ámbitos sin limitación de las fronteras. Este corredor organiza actividades en Argentina, México, Guatemala, Costa Rica y ahora también en Castilla y León a través de este I Festival Internacional de poesía Abbapalabra.

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