Borrar
'El Ministerio del Tiempo' dice adiós con un futuro distópico

'El Ministerio del Tiempo' dice adiós con un futuro distópico

Sin noticias sobre su renovación, la serie ocupó el primer puesto de los temas del momento en Twitter buena parte de la noche con #SayonaraMdT

M. E. García

Martes, 24 de mayo 2016, 12:03

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Si algo nunca pierden en 'El Ministerio del Tiempo' es el sentido del humor. El 'hastag' del capítulo #SayonaraMdT sonaba a cachondeo. A cachondeo también el 'spoiler' falso que colo la cuenta oficial de la serie, pero muy serios los ministéricos pidiendo la renovación de una serie de la que prácticamente todo el mundo habla bien y ve como un orgullo de la televisión pública.

El capítulo 'Cambio de tiempo' en si mismo fue una ironía, un reírse de si mismo, del Rey, de la historia, de España, de los personajes... Sin embargo, tenía una lectura mucho más profunda, el de los sentimientos contrapuestos, la felicidad propia a cambio del interés público, de la libertad, de vivir en un mundo gris en el que la religión y el imperialismo son el centro de la política.

El último capítulo de 'El Ministerio de Tiempo' formulaba una distopía. ¿Qué pasaría si la Armada Invencible hubiera ganado a los ingleses?. El presente que pinta no es muy halagüeño, aunque aquí el problema no es tanto la victoria que cambia la historia sino el hecho de que Felipe II es un rey eterno que puede viajar por todas las épocas. «Seré el rey del tiempo».

No tiene precio el discurso semanal de monarca. Impagable ese «Hacienda sois todos». También la indignación del rey, nacido en Valladolid, por cierto, porque el trono lo ocupe un Borbón, no un Austria. Es más, un rey que no «guerrea» contra los «invasores».

Impagable el «Orgullo y regocijo», el metacameo-referencia de Jordi Hurtado en 'Saber y triunfar'.

También merece la pena mencionar a Irene Larra en modo madre-esposa-sumisa y la saca a empujones del armario por parte de Amelia.

Ernesto saca el inquisidor que lleva dentro manejando a un Ministerio gris y aburrido en el que todos visten de negro. En un recuerdo a la dictadura franquista, sinduda.

Amelia en este capítulo pasándose por el forro a sus dos compañerós, siendo la única que entiende que no merece la pena vivir en un mundo así (y sí, la muerte de Pacino a garrote vil, influye) La misma Amelia y su discurso en en siglo XIV llamando a la rebeldía y al feminismo.

El 'cameo vocal' de Rajoy.

Impagable el momento en el que Julián y Alonso deciden que quieren a sus mujeres de verdad, no a esas sumisas, domesticadas que ponen la mesa y los mandan sentarse. No son ellas de verdad y no las quieren.

La chica de El Tiempo explicando el clima del todo el Imperio en el que no se ponía el sol.

Y un final en que Amelia regresa para cumplir con su promesa. Ante un Felipe II moribundo le lleva a su madre para descansar en paz después de renunciar a su sueño imperialista en favor de la libertad.

De las portadas falsas publicadas por @MdT_TVE, sin duda, esta esta mejor.

¿Cómo no quererlos si hasta referencian a 'Juego de Tronos'?

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios