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'El Acorazado Potemkin' y la OSCyL, protagonistas de la Seminci

'El Acorazado Potemkin' y la OSCyL, protagonistas de la Seminci

El director británico Damian Iorio dirige a la Orquesta Sinfónica de Castilla y León en una proyección concierto de la película de Eisenstein en el Auditorio Miguel Delibes

el norte

Viernes, 30 de octubre 2015, 18:06

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Lograr una perfecta unidad del ritmo visual y sonoro en una película muda. Es el difícil reto al que se enfrenta el director británico Damian Iorio y la Orquesta Sinfónica de Castilla y León (Oscyl). Pero no es un largometraje cualquiera. Se trata de 'El acorazado Potemkin', la obra maestra de Serguéi Eisenstein, que ahora cumple 90 años. La cinta que muestra una de las escenas más potentes de la historia del cine, y reconocible por cualquier amante del séptimo arte, como es la de los cosacos del zar que disparan a una muchedumbre que se concentra en la escalinata de Odesa; entonces, una mujer cae abatida y el cochecito de su hijo comienza a traquetear por los escalones.

El director británico aterrizó el pasado martes en Valladolid para llevar a cabo los ensayos con la Oscyl y mañana viernes, unas horas antes de la proyección concierto a las 20.30 horas, tendrá lugar el ensayo general para comprobar que todo se acompasa a la perfección. Iorio considera todo un reto enfrentarse a un desafío como éste puesto que jamás había hecho nada parecido en su carrera porque su especialidad son los conciertos de orquesta sinfónica y las óperas. Reconoce en una entrevista a la Agencia Ical que es un «trabajo muy difícil pero no complicado», entre otras cosas porque la partitura original compuesta por Edmund Meisel, y revisada por Helmut Imig en 2005, es muy clara.

La dificultad de la ambientación musical a 'El acorazado Potemkin' radica en que no hay un minutaje, como en cualquier película moderna donde la música se intercala entre los diálogos, y eso obliga a tocar en el momento justo de cada escena. «Hay momentos en que la música en directo es imprescindible que acompañe cada imagen, lo que requiere tener mucho cuidado como cuando alguien se sumerge en el agua, sonríe, al abrir una puerta o en el ataque con un arma, pero sin olvidar la expresividad de las notas», explica Damian Iorio. Eso ha obligado que el director haya escrito en su partitura lo que ocurre en cada momento de los cinco episodios de la cinta.

Destaca lo avanzado de la película y la partitura, pese a ser de principios del siglo pasado. En su opinión, es un largometraje con un montaje muy rítmico, lo que obliga a controlar mucho los tempos. Y pone el ejemplo de la imagen de los pasos del soldados bajando por las escaleras. Eso obliga a milimetrar cada uno de ellos. Pese a ello, asegura que el trabajo más difícil para él es interpretar el segundo y tercer acto, sobre todo en el momento de la matanza de los oficiales porque todo ocurre muy rápido.

Un trabajo complicado que ha supuesto que Iorio haya visionado 'El acorazado Potemkin' una media de tres veces al día durante los últimos dos meses. Y eso que confiesa que se trata de una película difícil de ver, muy dura y terriblemente oscura. En definitiva, «nada agradable». Incluso, el director recuerda que su mujer es rusa y no ha visto la película ni permite que sus dos hijos pequeños vean escenas tan violentas y con tan carga psicológica.

No en vano, el largometraje narra un episodio real sucedido en 1905, cuando los marineros de un acorazado se amotinan por las malas condiciones en las que viven. Es entonces cuando los marineros exponen en la ciudad de Odessa uno de los héroes del motín para recibir el apoyo de todos los ciudadanos que se unen a su revolución hasta que las tropas del zar comienzan a disparar indiscriminadamente sobre toda la población. El buque en la última parte de la película logra que se les una a la causa varios barcos de la armada.

Crear arte

Damian Iorio asegura que 'El acorazado Potemkin' fue una obra diseñada para crear arte, además de ser una película muy adelantada a su tiempo y con el deseo de perdurar en el tiempo. En su momento, la cinta fue promovida por el Comité Central del Partido Comunista Ruso para conmemorar el estallido revolucionario de 1905.

La copia de 'El acorazado Potemkin' que se proyecta hoy en el Auditorio Miguel Delibes es el resultado de la segunda restauración, llevada a cabo por Enno Patalas y Anna Bohn para la Cinemateca Alemana de Berlín, que fue presentada en 2005 en el Festival de Cine de Berlín.

Se trata de la película que recupera las escenas censuradas por las autoridades alemanas en 1926, compuesta de los cinco actos y con los intertítulos originales rusos y la bandera roja coloreada a mano en acuarela. Un metraje original que entra en conflicto con la partitura que Edmund Meisel escribió para la película, quien era consciente de la importancia y el valor añadido que iba a aportar la música.

El archivero musical de la Oscyl, Julio García Merino, apunta que la partitura de Meisel para 'El acorazado Potemkin', que fue ignorada durante años, «se nos revela hoy como un testimonio que se adelantó a su tiempo, al aportar una visión completamente innovadora de la función dramática que debía cumplir la música cinematográfica».

El estreno en Berlín contó con apenas una veintena de músicos y escasos instrumentos mientras que hoy la partitura está interpretada por toda una orquesta como la Oscyl, según informa Ical. Iorio apunta que la percusión es la gran protagonista del concierto de 'El acorazado Potemkin' al ser un elemento muy rítmico y alaba el trabajo de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León. Asegura que durante los ensayos se ha sentido «terriblemente emocionado» porque «todo encaja». De ahí que felicite el trabajo de todos los miembros de la Oscyl, con los que espera colaborar en más de una ocasión.

Iorio ya dirigió a la Orquesta Sinfónica de Castilla y León en enero de 2013 y en mayo de 2014 en el Auditorio Miguel Delibes de Valladolid en el marco de la temporada regular. Este director británico de origen italiano hizo su debut con la Orquesta Sinfónica de San Francisco en abril de 2015. Hasta entonces, y pese a su juventud, ya había trabajado con orquestas y compañías de ópera que incluyen la Orquesta del Festival de Ópera de Glyndebourne, Sinfónica de Detroit, Filarmónica de Londres, Sinfónica de la BBC, Ópera Nacional de París, Filarmónica de la Radio de los Países Bajos, Filarmónica de San Petersburgo, Orquesta Sinfónica Chaikovski de Moscú, Ópera de Bonn, Orquesta Sinfónica de Milán Giuseppe Verdi, Orquesta Nacional de Bélgica, Orquesta Sinfónica Nacional de la RAI, Ópera de Noruega, Orquesta Sinfónica de los Países Bajos y Orquesta de Cámara de Lausana.

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