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Mercedes Milá: «Todos recibimos de la música la misma curación»

Mercedes Milá: «Todos recibimos de la música la misma curación»

La periodista presenta este sábado en el Miguel Delibes el documental ‘The healing notes’, protagonizado por los hermanos Martos

Victoria M. Niño

Viernes, 2 de octubre 2015, 17:32

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Le tocaron la fibra, le invadieron el alma con el mismo Bach de siempre interpretado de una manera distinta. Mercedes Milá fue a escuchar en concierto al Garnati Ensemble, entró periodista y salió productora. El documental resultante es The healing notes (Notas que curan) que se proyecta mañana antes del concierto de los hermanos Martos en el auditorio Miguel Delibes.

¿Qué tuvo aquel Bach para convertirla en productora?

Vi a los hermanos Martos en Madrid, en un concierto de las Variaciones Goldberg. Fue cuando me enteré de que iban a Palestina. Amparo Mendo (directora) y yo pensamos que era una ocasión histórica para acompañar y comentar aquella primera vez. También es la primera vez que yo ponía dinero en una producción, me lancé sin saber lo que íbamos a hacer. La idea de que unos músicos tan jóvenes, que me habían hecho disfrutar y emocionarme tanto, fuesen con sus instrumentos a lugares donde iban a encontrar sufrimiento, miedo, angustia, me conmovió. Unir música y sufrimiento para aliviarlo ha emocionado a mucha gente.

Fueron a Granada y Barcelona. ¿Qué ocurrió en cada destino?

Los niños te dejan sin habla. Los Garnati fueron al hospital Virgen de las Nieves de Granada, a la planta de oncología pediátrica, y estuvieron allí tocando. Jugaron con los niños para que perdieran sus miedos. Poco a poco los niños, sentaditos en sus sillas con todas sus conexiones a la vida, se fueron acercando. Las imágenes con su suero, con sus tratamientos, son estremecedoras. Hay miradas y sonrisas que no esperarías. Los médicos dicen que la música cura, no diré que cura totalmente pero sí que alivia sobre todo la parte emocional y eso los Garnati lo tienen claro. También en Barcelona, con mujeres presas que intentan encontrar un oficio a través de la asociación ARED, con la que colaboro. Ellas, que nunca habían escuchado un concierto de música clásica, no habían visto un violín a 30 centímetros, son personas a las que la música les podía inspirar. Y finalmente, en Xamfrá un lugar en el que le dan importancia a la música, el baile y el teatro. Contar todo esto junto es lo que pretende el documental. Unir todas las sensibilidades era la idea. Todos somos iguales sufriendo, recibimos de la música la misma curación.

En Palestina el camino lo abrió la Fundación Barenboim-Said.

Ellos abrieron camino intentando lo que aún no se ha conseguido y parece imposible, es como si nunca fuéramos a ver el final de la guerra en Oriente Medio. Por eso valoro el trabajo de músicos como Alberto y Pablo, quienes a pesar de todo van allí. Ponen su granito de arena. También en Barcelona hay muchas cosas que conseguir para los chavales de El Raval pero vamos. No podemos dejar de ir porque las fundaciones no triunfen. Personalmente, me parece que colaborar con un documental y presentarte en un escenario para explicar esto es un compromiso claro.Quiero estar cerca de la gente que necesita apoyo.

¿Qué pasa con el documental que ha perdido espacio en la televisión y lo ha ganado en el cine?

Los documentales son como una apuesta moral, a veces te enteras de cosas que no puedes saberlas d e otra manera. Mientras pueda, si la vida me da la oportunidad de tener otra vez en la mano una idea para desarrollar en un documental, no inmediato, lo aceptaré.

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