Gourlay dirigirá la Sinfónica de Castilla y León las próximas tres temporadas

La OSCyL ya tiene quien la comande. A partir de enero de 2016 y hasta junio de 2019 el titular del podio de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León será Andrew Gourlay, hasta ahora uno de sus directores principales invitados. En sus manos está encontrar una seña de identidad para esta joven orquesta que cumple 25 otoños en 2016, año del comienzo de su contrato. Durante tres temporadas, hasta junio de 2019, el maestro británico deberá, según la consejera de Cultura María Josefa García Cirac, «generar valor, mejorar la calidad, atender a los conciertos, las giras y las grabaciones de la OSCyL». Además tiene el cometido de llevar la Sinfónica a toda la comunidad, de atender al público habitual del auditorio Miguel Delibes y animar a nuevas audiencias.

El joven de frente despejada se convierte así en «referente e imagen de la orquesta, dentro y fuera de la comunidad», decía Cirac. Si María José Salgueiro, su homónima entonces, necesitó desplegar sus habilidades maternales para recibir al casi imberbe Lionel Bringuier pertrechado en su lengua materna, María Josefa García Cirac tan solo tuvo que cederle la palabra a Gourlay.

Andrew lleva tiempo haciendo deberes en español y logró hilar un discurso de presentación que ya quisieran muchos entrenadores de fútbol en su quinta temporada. No solo habló tenía el colchón de su compatriota la violinista Liz Moore cerca, pero apenas hizo uso sino que entendió prácticamente todo.

El sucesor de Bringuier dejó el trombón por la batuta tras ganar el Concurso Internacional de Dirección de Cadaqués en 2010, a los 28 años. Ese año se convirtió en director asistente de Mark Elder, en la Orquesta Hallé de Manchester y el director de la Joven Orquesta Hallé, durante dos años. El que fuera nombrado por la BBC Music Magazine estrella emergente, artista más prometedor conoció el Auditorio Miguel Delibes en 2013.

Mientras atendía a los compromisos internacionales con los que ha debutado en unas cuantas salas, fue apareciendo en el horizonte la posibilidad de ser titular, de tener proyecto propio en alguna orquesta. Por el podio de la OSCyL ha pasado alguna decena de candidatos sin que ninguno encajara en el perfil de «algo más que un director que viene y dirige unos cuantos programas». Se quería una mayor implicación y se ha apostado por otro debutante, con todo por definir.

Eso sí, con el beneplácito del director emérito, Jesús López Cobos, quien participó en la presentación a través de un vídeo celebró a Gourlay como una «apuesta de presente y de futuro» para una orquesta «joven y con ilusión, con un gran potencial, cada vez más sólida dentro y fuera de España». La voz de la experiencia le advirtió también del «enraizamiento de la Orquesta en su sociedad», de su «público fiel» y de su «gran proyección». Contará pues con la ayuda de dos colegas de sobra acreditados, el toresano, y Eliahu Inbal, el «equipo de batutas de la OSCyL», según dijo Cirac, quien también tuvo palabras de agradecimiento para los titulares anteriores, Max Bragado-Darman, Alejandro Posada y Lionel Bringuier.

«Nivel fantástico»

Gourlay, acostumbrado al ritmo estajanovista de las orquestas británicas, celebra la posibilidad de ensayar más detenidamente que ofrece el ritmo español. «Esta es una orquesta genial. He dirigido muchas en España y para mí esta es la mejor. El nivel es fantástico y quiero que la gente de Valladolid se dé cuenta de lo que tienen. Me gustaría que fuera el centro de la vida cultural de esta ciudad». No se definió en preferencias programáticas pero sí repitió su gusto por los conciertos «variados y de contraste», tanto en compositores como en estilos.

Por su parte Jordi Gimeno, director técnico de la OSCyLy del auditorio, destacó la idoneidad del perfil de Gourlay para que su dirección artística abarque tanto la temporada de abono de la Orquesta, como el resto de ciclos y conciertos en los que están implicados los profesores, «será el referente artístico». Su primer programa de autor, el Homenaje al abonado. Tras cuatro años de sin titular, de amortización de puestos y recortes domésticos, por fin la OSCyL suma un nuevo efectivo.