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Letras de amor vestidas de chándal

Melendi es uno de esos cantantes calificados como 'poetas urbanos' cuyas canciones albergan frases que no tienen ningún desperdicio

Rebeca Alonso

Viernes, 1 de mayo 2015, 09:12

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Hace ya doce años, en 2003, el nombre de Melendi empezó a sonar en el mundo de la música. Sacó su primer disco, 'Sin noticias de Holanda', y empezó con fuerza. La mezcla de su estilo fresco, con un aire de flamenco-pop, y su aspecto de chico alternativo, conquistó rápidamente el mercado. Uno de sus puntos fuertes radica en la letra de sus canciones, llenas de frases gamberras, profundas, desternillantes, románticas, irónicas, contradictorias... todo ello aderezado de un intenso sabor callejero. Es difícil y muy personal seleccionar las mejores canciones y mensajes de Melendi pero aquí van unos ejemplos de su poesía urbana

Caminando por la vida

Todo un himno Melendista. Una de las canciones más famosas de su segundo álbum con un espíritu muy parecido a canciones del primero como Sé lo que hicisteis el último verano, con ese toque aflamencado tan característico suyo. Caminando por la vida está llena de optimismo y buen rollo y es de esas canciones que se te pegan y te hacen mover los pies. Gracias a ella nos enteramos de que le llaman el milindri en el mundillo calé, y que en el fondo es un chico sensible porque el llorar no le hace daño «siempre y cuando tú no llores».

Barbie de extrarradio

Probablemente la canción más urbana de Melendi. Calificar a una chica que no te conviene como «amor de garrafón» no tiene precio, igual que la frase lapidaria «tú con carrera en el amor y yo en 1º de la ESO pa estudiar el primer beso que me diste». Estaba claro que era un amor imposible si «mis sentimientos van en chándal y los tuyos visten de Dior». Una oda con un poquito de mala leche a esas chicas 'poligoneras'. Muy Melendi.

Tu jardín con enanitos

Solo Melendi podría hacer una alegoría del amor comparándolo con un jardín con enanitos. ¿Qué mejor descripción? Puede que simbolice la felicidad de formar con alguien un hogar... aunque eso sí, «no se asuste señorita, nadie le ha hablado de boda».

Como una vela

Una canción roquerilla, con su solo de guitarra incluido, que habla del desamor. Las mejores frases: «Mi corazón se agota como el tacón de tu bota de contar con los dedos de una mano los te quieros» o «no quiero a nadie a mi alrededor que le salpique esta puta mierda que algunos todavía llaman amor».

Loco

Una canción que a primera vista tiene un registro diferente a la tónica habitual de Melendi aunque también demuestra su eclecticismo y capacidad de sorpender. Al igual que en 'Como una vela', baja el volumen a su típica influencia de rock gitano o rumba urbana y suena a un pop-rock algo más puro y con más ritmo aunque con un toque melancólico. «Tan lejos del sol, tan lejos del niño del que solo quedó».

Cheque al portamor

En esta canción encontramos un tema recurrente en sus letras: la historia de la chica que deja a un chico de origen humilde por otro con dinero. Está llena de frases con duras críticas a los que prefieren un puñado de billetes al amor verdadero, aunque la mejor es la más sutil de todas, y la que tiene un carácter más de barrio: «una ventana que da un patio luces puede brillar más que una que da a la calle».

Un violinista en tu tejado

Aquí Melendi, como en otros muchos temas, hace gala de dos de sus armas favoritas: el toque flamenco y el amor. O, más bien, el desamor. Lo deja claro con una frase tan visual como: «Fue tan efímero el caminar de tu dedo en mi espalda dibujando un corazón». Al final decide: «mejor no te quiero, será más barato». Quizá porque ella es «más dura que la piedra de mi mechero». Una comparación que solo podría establecer este asturiano. Y solo él podría conseguir que, incluso, suene romántico y melancólico.

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